La Ciudad de México no sólo es famosa por ser la capital del país, también destaca por haber sido escenario de múltiples enfrentamientos históricos, la cuna de diversas culturas prehispánicas y sobre todo, por albergar diversos monumentos y edificios que dan color y memoria cultural a las y los habitantes.
En ocasiones la gente está tan acostumbrada a la rutina que no voltea a ver todas las maravillas que la capital tiene para ofrecerles. Por ese motivo, dejamos algunos de los edificios que resaltan por su arquitectura, su historia y su origen.
1. Palacio de Iturbide
El Palacio de Iturbide, antiguamente conocido como Palacio Moncada, es una de las joyas más destacadas de la capital que data del año 1770. El proyecto fue puesto en marcha por el arquitecto mexicano Francisco Antonio Guerrero y Torres, aunque posteriormente, la obra fue terminada en 1785 por Agustín Durán.
Hoy en día representa uno de los símbolos más sobresalientes del barroco novohispano e incluso, durante todo el siglo XVIII, el Palacio destacó por ser una de las construcciones más altas en la Ciudad. Cabe destacar que el inmueble se edificó sobre los restos del convento de la Orden de Santa Brígida.
El cambio de nombre se debió a que el dueño se fue de México y decidió prestar la propiedad a Agustín de Iturbide, quien se estableció ahí cuando instauró el Primer Imperio mexicano hasta el 26 de marzo de 1823.
De acuerdo con información de la página del Fomento Cultural Banamex, en 1964 el Banco Nacional de México adquirió el edificio y se realizaron restauraciones estructurales a cargo del arquitecto Ricardo Legorreta. Más tarde pasaría a formar parte del centro operativo de Fomento Cultural Banamex para abrir sus puertas en enero de 2004 como el Palacio de Cultura Citibanamex.
2. Casa Boker
Esta edificación surgió gracias a la familia alemana Boker, quienes llegaron a Estados Unidos para fortalecer su negocio de fabricación de herramientas, sin embargo, debido a la guerra civil norteamericana decidieron trasladarse a México.
Fue durante el Segundo Imperio mexicano que llegaron al país para abrir la primera tienda llamada Roberto Boker & Cía el 1 de noviembre de 1865. Pronto destacaron en la capital por ofrecer todo tipo de herramientas de alta calidad.
Según datos de la página oficial del inmueble, la obra se llevó a cabo por el ingeniero mexicano Gonzalo Garita, uno de los fines principales del edificio era exhibir la “mercancía de ferretería, mercería, cuchillería, implementos agrícolas, mineros y el hogar”.
Durante la construcción se encontraron tesoros aztecas que fueron entregados a los museos de Antropología y el Nacional de Arte. Se edificó con materiales europeos y la obra es considerada como una de las más destacadas del país. Actualmente es una de las ferreterías más conocidas de la CDMX.
3. Palacio de Minería
Es otra de las construcciones más sobresalientes de la entidad debido a su historia. Fue diseñado en 1797 y se construyó en 1813 por el arquitecto español Manuel Tolsá por órdenes del químico de la misma nacionalidad Fausto Elhuyar. El objetivo del inmueble era albergar la sede del Real Seminario de Minería y enseñar las carreras de ingeniería y metalurgia.
Posteriormente se convirtió en la Escuela de Ingenieros, el Colegio de Minas y el Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Actualmente es uno de los museos más importantes que pertenece a la Facultad de Ingeniería de la UNAM.
4. Palacio de Lecumberri
Esta imponente construcción fue hecha para ser una penitenciaria, la cual también es conocida como El Palacio Negro de Lecumberri. Porfirio Díaz fue el encargado de inaugurar el edificio en 1900. El proyecto comenzó el 9 de mayo de 1885 por los ingenieros Antonio Torres Torija, Antonio Anza y Miguel Quintana.
Desde su planeación se estableció que debía ser un centro de vigilancia para tener el “control” de los presos. Cabe destacar que varios personajes célebres de la historia mexicana llegaron a aquella cárcel. La estructura original contaba con 804 celdas, talleres, enfermería, cocina y panadería. No obstante, desde el año 1976 se convirtió en el Archivo General de la Nación. Si bien hechos oscuros y lamentables rodean a esta edificación, lo cierto es que se trata de un tesoro en cuanto al resguardo de la Historia de México.
5. Antiguo Colegio de San Ildefonso
Se construyó entre los años 1712 y 1749 por mandato del Patronato Real del rey por Carlos III de España. Se fundó con el fin de establecer una compañía religiosa jesuita. Incluso, llegó a sobresalir por ser uno de los centros de enseñanza católica más famosa de la América española.
Tiempo después, con la expulsión de los jesuitas en 1767 debido a las reformas borbónicas, se convirtió en sede del Regimiento de Flandes y de las escuelas de Derecho, Medicina, Medicina Veterinaria y Agricultura, hasta que en 1867 se transformó en la Escuela Nacional Preparatoria.
Actualmente es uno de los museos más antiguos de la capital y resguarda entre sus interiores la historia del México colonial.
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