El miércoles falleció el científico, patólogo e investigador mexicano Ruy Pérez Tamayo, a la edad de 97 años, en Ensenada, Baja California. Un día después, el jueves, se dio a conocer el lamentable deceso por medio de las redes sociales del Colegio Nacional, institución que lamentó el fallecimiento del académico.
También, la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lamentó y confirmó el fallecimiento por medio de un mensaje posteado en sus redes sociales. “La Facultad de Medicina lamenta el sensible fallecimiento del Dr. Ruy Pérez Tamayo y se une a la pena que embarga a familiares, amigos y colegas. Q.D.E.P. @ColegioNal_m @UNAM_MX”, se lee en el mensaje.
El científico mexicano fue referencia obligada en la investigación biomédica y una de las voces más difundidas sobre las ciencias y humanidades. En 2011 el Fondo de Cultura Económica instituyó el Premio Internacional de Divulgación de la Ciencia Ruy Pérez Tamayo en ocasión de los 25 años de la colección La Ciencia para Todos.
No se han dado a conocer las causas del deceso del académico, no obstante, las instituciones a las que pertenecía como la Academia Mexicana de la Lengua ya se han pronunciado al respecto y han expresado sus condolencias a los familiares del fallecido científico.
A lo largo de su trayectoria profesional, Pérez Tamayo publicó varios libros, uno de ellos fue el de Diez razones para ser científico. Tras su muerte, el también médico Alejandro Macías, recordado por haber estado al frente de la batalla contra la influenza del 2009, posteó en su cuenta de Twitter las razones que dio Pérez Tamayo en esta obra, y las explicó, que son las siguientes:
- Uno se hace científico para hacer lo que le gusta.
- Para no tener un jefe en el trabajo. Pero no hay que malinterpretar, el doctor se refiere a una independencia intelectual.
- Para no tener horario de trabajo. ¿A qué horas no trabaja un científico?, preguntaba el doctor.
- Para usar mejor el cerebro. Así como las capacidades se refuerzan con la actividad física, se deben ejercitar las funciones cerebrales.
- Para que no nos tomen el pelo.
- Para poder hablar con otros científicos.
- Es necesario aumentar el número de científicos en el país. En el 2000 Japón tenía 42 científicos por cada 10 mil habitantes, pero México no tenía ni uno: fueron 0.65 por cada 10 mil.
- Ser científico para estar siempre contento, una cuestión muy personal para el doctor.
- Y ya para terminar, por qué la humanidad está detrás de la fuente de la juventud, uno se hace científico para no envejecer.
Quién era Ruy Pérez Tamayo
Ruy Pérez Tamayo nació en Tampico, Tamaulipas, en 1924. Estudió medicina en la UNAM, en donde también fue profesor emérito durante casi 60 años y fundó las unidades de Investigación de Medicina Experimental de la Facultad de Medicina, y de Patología en el Hospital General de México. Fue reconocido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1974, además de promover la difusión de la ciencia y la cultura.
La mañana de este viernes, durante el programa Así las cosas, de WRadio, el cual es conducido por Gabriela Warkentin y Javier Risco, se entrevistó al doctor Adolfo Martínez Palomo, médico y miembro del Colegio Nacional, quien expresó que “fue el gran profesor de la medicina mexicana en los últimos 50 años”. El médico explicó que la labor como profesor de Pérez Tamayo no solo trascendió en México sino en toda América Latina, y en Estados Unidos.
Dijo que él fue su alumno, y les impartía cinco materias diferentes en el mismo año, lo que trascendía, no solo para formar patólogos, sino para hacer más a los médicos que se formaban, primero en la Facultad de medicina, y luego en las otras universidades, una idea más amplia de lo que realmente era la patología. “Gracias a ello introdujo un concepto moderno de la medicina, que él facilitó, que nuestras medicina en México avanzara. Fue realmente muy importante como profesor en la UNAM, en la Facultad de Medicina, pero además fue un divulgador extraordinario de temas de ciencia y de temas de medicina, a través de sus cientos y cientos de conferencias, a todo lo largo del país, y a través de sus muchísimos libros, solamente en el Colegio Nacional editó, en sus obras completas, 26 volúmenes que contienen cerca de 50 libros”, explicó.
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