Quién fue el periodista que se alzó en armas contra Porfirio Díaz

El Porfiriato se caracterizó por ser una etapa de modernización y pacificación del país por lo que hubo numerosas represiones en contra de disidentes

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Catarino Erasmo Garza dirigió un movimiento que sirvió como antecedente a la Revolución Mexicana (Foto: Dominio Público)
Catarino Erasmo Garza dirigió un movimiento que sirvió como antecedente a la Revolución Mexicana (Foto: Dominio Público)

Durante la presidencia de Porfirio Díaz hubo intentos de alzamientos armados en contra de su régimen, ya fuera por los abusos de las autoridades, el enriquecimiento de la élite política en detrimento de los más pobres, la discriminación y desplazamiento de comunidades indígenas o bien por su estancia en el poder a pesar de que él mismo se había pronunciado en contra de la reelección.

Su gobierno también se vio envuelto en diferentes y violentas represiones en contra de los yaquis y mayos; la destrucción de Tomochic, o el fusilamiento de 9 personas en Veracruz antes de que Francisco I. Madero junto con las diferentes fuerzas que se le sumaron pudieran derrocarlo.

Otro de los movimientos precursores a la Revolución Mexicana fue un alzamiento en la zona norte que tuvo lugar en 1891 en el estado de Tamaulipas llevado a cabo por el periodista Catarino Erasmo Garza Rodríguez.

Erasmo Garza, natural de Tamaulipas, nació en 1859. Desde temprana edad estuvo relacionado con la defensa de los derechos de trabajadores tanto en su estado como en Estados Unidos donde trabajó como jornalero y periodista. Desde un inicio se mostró en contra del gobierno de Díaz y fundó el periódico El Libre Pensador en Coahuila donde escribió sus críticas en contra de su gobernador.

Porfirio Díaz reprimió diversos movimientos disidentes en su régimen (Foto: INAH)
Porfirio Díaz reprimió diversos movimientos disidentes en su régimen (Foto: INAH)

Denunció los abusos de la administración porfiriana que llamó tanto la atención del gobierno de Díaz a partir de 1888 y comenzaron a perseguirlo. Huyó a Texas pero el gobierno pidió su encarcelación y su extradición. También sufrió un atentado en el que le dispararon varias veces.

Al sur de Texas se gestó un movimiento de exiliados antiporfiristas que planearon una rebelión desde aquel estado. El movimiento fue liderado por el periodista, médico y militar Ignacio Martínez al que se alió Garza. Martínez fue un seguidor de Díaz durante los planes de la Noria y Tuxtepec, pero que abandonó el gabinete de Díaz tras su reelección. Sin embargo fue asesinado, por lo que Catarino tomó el control del grupo.

Tras el asesinato de Martínez, Garza publicó un artículo en el que difamó a Bernardo Reyes y sus familiares, ya que se creía que Reyes era el responsable del crimen.

Para septiembre de 1891 redactó y publicó su “Plan Revolucionario” con varias demandas similares a las que plantearía Francisco I. Madero varios años después en la Revolución Mexicana. Con varios seguidores se levantó en armas y asolaron la frontera de Tamaulipas robando haciendas y manteniendo pequeñas escaramuzas contra miembros del ejército.

El movimiento garcista fue uno de los precursores a la Revolución Mexicana (Foto: Twitter/INEHRM)
El movimiento garcista fue uno de los precursores a la Revolución Mexicana (Foto: Twitter/INEHRM)

Para combatir a los insurrectos mandaron al general Aureliano Blanquet quien combatió a los yaquis y mayos. El movimiento, a pesar de su corta duración, tuvo apoyo por ambas partes de la frontera.

Los jornaleros de Brownsville tuvieron afinidades con las ideas de Garza y de algunos poderosos como el círculo de Jerónimo Treviño y Francisco Naranjo, militares que lucharon a lado de Porfirio Díaz durante la rebelión de Tuxtepec en contra de Sebastián Lerdo de Tejada.

Varios de los movimientos que se oponían al gobierno de Porfirio Díaz eran calificados por el presidente mismo y sus allegados como “bandidos” y ladrones que solo buscaban alterar el orden público y el progreso que tanto buscó el exmandatario. También la prensa de la época, altamente censurada por el gobierno, seguía esta regla.

Para 1893, las fuerzas garcistas se vieron diezmadas. Garza huyó y desapareció de la faz de la tierra por un tiempo hasta que llegó un panfleto antiporfirista a la embajada de San José en Puerto Rico. Murió en Colombia al unirse como voluntario en la Guerra Civil colombiana en 1895. Sin embargo, la semilla de la rebelión que derrocaría a Díaz ya estaba sembrada.

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