Tejuino: cómo se prepara y qué beneficios tiene esta refrescante bebida mexicana

El tejuino es una bebida originaria de Nayarit, sin embargo, su consumo se ha popularizado en varios estados de la República Mexicana

Guardar
El tejuino es una bebida refrescante de origen mexicano. Foto:
AlejandroLinaresGarcia
El tejuino es una bebida refrescante de origen mexicano. Foto: AlejandroLinaresGarcia

A lo largo y ancho de la República Mexicana, pueden encontrarse todo tipo de comidas y bebidas. Cada lugar o zona geográfica, tiene gran variedad gastronómica qué ofrecer a sus visitantes o a las personas que viven ahí. Algunas bebidas tradicionales en México son el tepache, el pulque, y el tejuino. Este último, es una bebida refrescante que sirve para aliviar la sed, sin embargo, también deleita el paladar.

El tejuino es ideal para tomarlo en un día caluroso de verano para refrescarse, disfrutarlo en las festividades populares e incluso, para acompañar alimentos, como unos tacos de carnitas o barbacoa. Esta particular bebida tiene su origen en el estado de Nayarit, aunque suele consumirse en otros estados, como Guadalajara, Colima y Michoacán. Incluso, su popularidad se ha extendido a Veracruz y Baja California Sur.

Al igual que otras bebidas de origen mexicano, como el tepache y el pulque, su creación se remonta a la época prehispánica. Está hecha con varios ingredientes y tiene diversos beneficios para la salud. La bebida está presente en la gastronomía mexicana desde hace unos siete mil años, y por su sabor e ingredientes, es considerado un tipo de cerveza. Además, su nombre proviene de la palabra náhuatl tecuín, que traducido al español sería latir.

El tejuino se elabora a base de masa de maíz y piloncillo, similar al tesgüino. Se le añade jugo de limón, hielo y sal al gusto. A pesar de que la preparación de la refrescante bebida es sencilla, lleva tiempo hacerla, pues la mezcla se debe dejar reposar entre uno y dos días para que fermente. Usualmente se prepara en una olla de barro.

Cómo se prepara

Para preparar el tejuino, lo primero que se debe hacer es hervir unos tres litros de agua, a la que se agregará un kilo de piloncillo. Una vez que este último ingrediente se disuelva en el agua, se debe añadir un kilo de masa de maíz, para posteriormente revolverlo. Después se enfría la mezcla y se deja reposar de 24 a 48 horas, aunque lo ideal es que se deje tres días. Ya que se llevó a cabo el proceso de fermentación, se convertirá en una bebida de color café claro, con una textura y espesura similar a la del atole. Esta textura te indicará que la bebida está lista para disfrutarse.

Es una bebida sencilla de preparar y tiene beneficios para la salud.
Es una bebida sencilla de preparar y tiene beneficios para la salud.

Además de ser deliciosa y refrescante, esta bebida también tiene algunos beneficios para la salud de las personas. Las bebidas o cualquier tipo de alimento que deba fermentarse, es común en las comunidades indígenas. Y es que gracias al proceso de fermentación, es posible que se encuentre en el tejuino microorganismos ácido-lácticos con propiedades probióticas benéficas para la salud, según el sitio web del Gobierno de México.

Los probióticos son organismos vivos que mejoran el funcionamiento del aparato digestivo, es decir, que facilitan la digestión de los alimentos y la absorción de nutrientes. Así mismo, ayudan a prevenir enfermedades intestinales y nutren la flora intestinal.

El sabor dulce característico de la bebida, se debe a los azúcares del piloncillo y a los almidones parcialmente hidrolizados.

Otra de las bebidas mexicanas que, como ya se comentó, también se fermenta, es el tepache. Esta es elaborada a base de maíz, y de hecho, su nombre proviene de la palabra náhuatl tepiatli, que en español se traduciría como bebida hecha con maíz.

Esta comenzó a prepararse en la época prehispánica fermentando maíz martajado y piloncillo, sin embargo, con la época de la Conquista su preparación cambió y empezó a elaborarse con la fermentación del jugo de algunas frutas, como la guayaba, la manzana o la piña.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar