Sergio Michel Pérez Mendoza, mejor conocido como Checo Pérez, se ha convertido, sin duda alguna, en uno de los pilotos de carreras automovilísticas más exitosos que ha dado México. El piloto nacido en Guadalajara, Jalisco, cumple este miércoles 32 años de edad, pues nació un 26 de enero de 1990.
Checo Pérez es un deportista muy ligado a la familia del hombre más rico de México, el ingeniero Carlos Slim Helú. La familia del magnate y el piloto mexicano llevan bastante tiempo conociéndose, pues Checo Pérez tuvo su primer contacto con ellos en 1997, cuando tenía apenas siete años. El encuentro entre ambos se dio en el Autódromo de Toluquilla en Guadalajara, Jalisco.
El padre de Checo Pérez, Antonio Pérez Garibay, cuenta con una fotografía en su cuenta de Instagram en donde se muestra cuando tuvieron su primer encuentro con los Slim. En la fotografía se ve a Carlos Slim Domit, hijo del hombre más rico de México, Antonio Pérez, hermano de Checo Pérez, quien también se dedicó al automovilismo pero se retiró en 2016, al mismo piloto, y al magnate Carlos Slim Helú. Cabe señalar que Antonio Pérez Garibay siempre ha sido un apasionado de las carreras automovilísticas.
Los Pérez, como los define Antonio Pérez Garibay, han sido una familia que se ha dedicado al cien por ciento al automovilismo, llegando a participar en Fórmula 1 como parte de la Escudería Telmex. El padre de Checo Pérez es uno de los principales promotores de las carreras profesionales de sus hijos, y los ha apoyado de manera incondicional, pues él también fue piloto y representante de corredores como Adrián Fernández.
Pérez Garibay se esforzó mucho para lograr salir adelante con sus hijos, pues en su juventud llegó a ser taxista y bolero de zapatos.
El padre de Checo poco a poco se fue relacionando más y más con la familia Slim, y llegó a decirle a Carlos algo que regularmente le decía a todas las personas: “Checo es mejor piloto que Schumacher, un día va a correr en la Fórmula 1”.
Carlos Slim comentó en alguna entrevista que le habían comentado del gran talento que tenía Checo Pérez al volante, por lo que había decidido seguirle la pista y apoyarlo en el futuro. A los 14 años, a Pérez le impidieron competir en una carrera de gokarts, que era de apoyo al Gran Premio de Cart en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Cuando Slim se enteró de la noticia, decidió buscarlo y ayudarlo.
Checo se embarcó en la aventura de correr la serie SKIP Barber en Estados Unidos con el equipo de Rolando Quintanilla con los colores de Telmex. La filosofía de la Escudería Telmex, siempre fue dar elementos técnicos al piloto: auto y temporadas completas, pero motivó a los jóvenes a trabajar patrocinios personales para costear viáticos, viajes, hospedajes y gastos en general para presentarse en la pista.
Así, Checo viajaba con recursos familiares. En alguna entrevista, su padre declaró que con Checo les tocó incluso dormir en los autos que rentaban y comer solo en McDonald’s. “Con Checo nos tocó dormir en el auto que rentábamos para llegar a las pistas y comer puro McDonald’s porque no habíamos conseguido aún otras maras que nos apoyaron con la parte que nos tocaba en el proyecto. Sacrificios que hoy vemos con mucho orgullo, porque fueron reales”, declaró.
El éxito que tuvo Pérez en el Skip Barber le dieron la oportunidad de competir en la Fórmula BMW en Alemania, una oportunidad que de nuevo le brindaba Telmex. De esta manera, a los 15 años, solo y sin boleto de avión de regreso inició su etapa en Alemania, una de las más duras pero enriquecedoras, en donde el propio Checo ha declarado que intentó rendirse, sin embargo, de ahí nació su lema “Never Give Up”, nunca darse por vencido.
“Creo que si algo ha distinguido a Checo de muchos otros pilotos que han intentado llegar a la F1 es su actitud, no sólo su talento, esa actitud que él mismo usa tanto ‘Never Give Up” es real. Nunca se ha dado por vencido y además ha dado resultados, siempre, siempre. Nadie le ha regalado nada”, explicó Slim en alguna ocasión.
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