El Hombre-coyote, el tesoro tarasco que el INAH recuperó en Michoacán

El Centro INAH Michoacán aseguró una pieza arqueológica hallada en el municipio de Tacámbaro perteneciente a la cultura tarasca

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El Hombre-Coyote y el investigador Jorge Luis Punzo (foto: INAH)
El Hombre-Coyote y el investigador Jorge Luis Punzo (foto: INAH)

El 19 de enero fue recuperada una escultura de un Hombre-Coyote perteneciente a la cultura tarasca en el estado de Michoacán por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) del estado que había estado en manos de una familia del lugar.

La escultura fue encontrada hace tres décadas durante unos trabajos de introducción de drenaje en la colonia Llanos de Canícuaro, municipio de Tacámbaro de Codallos y pasó a manos de un particular antes de que el INAH pudiera recuperar la estatua de escala natural. Hasta ahora.

Fue hallada en Tacámbaro donde se asentó una de las principales ciudades del Irechequa, área de dominio de Tzintzuntzan del gran señorío tarasco; imperio que rivalizó con el mexica en el centro de México. Abarcó parte de los estados de Jalisco, Colima, Nayarit, Guerrero, Sinaloa, Guanajuato y el Estado de México, pero con mayor concentración en Michoacán en el periodo Posclásico Tardío (1400-1521).

La representación del hombre-coyote es distintivo de los tarascos (foto: INAH)
La representación del hombre-coyote es distintivo de los tarascos (foto: INAH)

De acuerdo con el investigador del INAH José Luis Punzo, quien dirige el proyecto de investigación en el municipio desde 2016, el hombre-coyote está hecho de basalto y mide 1.08 metros de altura por 45 cm de ancho, de factura uacúsecha, parte del señorío tarasco.

El hombre-coyote se encontraba en la casa de la familia Hernández quienes no contaban con concesión de uso, trámite necesario para la custodia de acuerdo a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos. De este modo el jefe del Departamento Jurídico de la representación estatal del INAH hizo la gestión necesaria para la recuperación de la pieza tarasca.

El área del Departamento Jurídico del Instituto tuvo que presentar una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República ya que la posesión sin el permiso de concesión de uso de la pieza puede ser tomada como un delito.

La gestión dio término con la firma de la cartas de entrega-recepción de la escultura el 19 de enero, a cuyo encuentro, transmitido por redes sociales del INAH, asistió el agente Johan Daniel Flores García de la Guardia Nacional como parte del Batallón de Patrimonio Cultural dentro de la Dirección General de Servicios Especiales que se encarga de las denuncias y delitos cometidos en torno al patrimonio cultural.

Se hará un dictamen del estado de conservación de la escultura debido a que presenta fracturas y partes faltantes debido a la antigüedad así como maltrato que sufrió al ser extraída con maquinaria pesada cuando fue hallada, de acuerdo con el director del Centro INAH Michoacán, Marco Antonio Rodríguez Espinosa

La escultura estaba en manos de un particular, por lo que el INAH tuvo que meter una denuncia penal (foto: INAH)
La escultura estaba en manos de un particular, por lo que el INAH tuvo que meter una denuncia penal (foto: INAH)

Hay ya una colección de una decena de figuras de hombre-coyote encontradas en Tzintzuntzan e Ihuatzio con rasgos similares a los de la pieza recuperada, “pero de menores dimensiones, que van de los 40 a los 50 centímetros” declaró Punzo, razón por la que destaca la escultura recuperada, única en su clase.

Para la cultura tarasca los coyotes eran importantes debido a su predominio en las obras del señorío de Tierra Caliente, ya que se han encontrado la mayor parte de estas esculturas en Ihuatzio (lugar de coyotes). Se tiene como hipótesis que las esculturas podrían representar una dinastía que gobernó el lugar incluso antes de los uacúsechas (linaje del águila). “ahí hay un punto que solo la arqueología y futuros trabajos de investigación podrán responder”, concluyó el experto.

La pieza se encuentra en la casa de Artemio Moriya Sánchez, presidente municipal de Tacámbaro de Codallos en lo que el Instituto define y ejecuta el proyecto de conservación para poder ser integrada a la colección arqueológica del museo comunitario del ayuntamiento.

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