El presidente Andrés Manuel López Obrador informó en la conferencia del 24 de enero que su testamento es parte de su responsabilidad como representante del país. Esto ante los cuestionamientos que surgieron tras la presentación de un video emitido el domingo 23 de enero, en el que detalló que ya tiene un documento que garantizará el rumbo del país en caso de que no esté en posibilidades de continuar su sexenio.
“Tengo la responsabilidad de actuar previendo todo, cualquier circunstancia, más cuando iba a someterme a este cateterismo”
Aseguró el mandatario haciendo referencia la última revisión médica que le realizaron. Cabe señalar que un cateterismo cardiaco es una operación que consistente en introducir un catéter en un conducto o cavidad con finalidad quirúrgica o terapéutica.
El presidente aseguró que sería irresponsable no prever una situación como esta: “somos seres humanos y tenemos que estar preparados para cualquier eventualidad y no somos ajenos a una responsabilidad pública de primer orden, estamos representando un país, a todos, entonces no debe de extrañar”
El mandatario añadió que desde hace algún tiempo posee un testamento, sin embargo, ya siendo presidente, decidió añadir un texto: “que tiene el propósito de que en el caso de mi fallecimiento se garantice la continuidad en el proceso de transformación y que no haya ingobernabilidad, que las cosas se den sin sobresaltos” comentó.
Durante la conferencia el presidente no quiso abundar sobre el contenido de dicho documento “no puedo dar más detalles porque entonces irían a las notarias y ya no sería testamento”. Además detalló que los médicos le aseguraron que su estado de salud es óptimo y le garantizaron que puede realizar sus labores con normalidad.
Si bien, de acuerdo con la Carta Magna, el artículo 84 menciona que en dado caso de que el Jefe del Ejecutivo fallezca el o la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), en este caso Adán Augusto López, tomaría el poder de manera provisional, mientras el Congreso nombra a un presidente interino en un plazo no mayor a 70 días.
En la constitución no se detalla cuál es el procedimiento a realizarse en dado caso que el mandatario cuente con un testamento político.
Las suposiciones que existen al rededor de quien sería la albacea del presidente en caso de no poder continuar con su mandato, han sido variadas, entre ellas se encuentra la que hizo Víctor Trujillo quién señalo a Luis Cresencio Sandoval González como la posible figura que debe cumplir con la voluntad del máximo jefe de las fuerzas armadas.
Cabe señalar que audiovisual presentado el 23 de enero, el presidente dijo:
Y es que el presidente de la República consta de un historial médico turbulento. En diciembre del 2013 sufrió un infarto al corazón, esto durante el movimiento de resistencia civil en contra de la reforma energética del entonces presidente Enrique Peña Nieto.
En 2019, López Obrador declaró que que padecía hipertensión. Además en 2021, en medio de la crisis de contagios por COVID-19 el presidente López Obrador se contagió, por lo que tuvo que permanecer dos semanas en aislamiento.
Posteriormente el 10 de enero del 2022, el presidente notificó, por segunda ocasión, su resultado positivo por COVID-19, sin embargo su periodo de aislamiento duró menos que la primera vez que resulto contagiado.
Finalmente el viernes pasado, López Obrador se realizó un cateterismo cardíaco el cual permite diagnosticar con precisión la enfermedad de las arterias, las válvulas y las cavidades del corazón, así como las malformaciones que pudieran existir.
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