El pequeño Tadeo de tres meses, cuyo cuerpo se localizó en el penal de Puebla, sí fue desenterrado de un panteón en la Ciudad de México y después introducido al centro carcelario de San Miguel, donde las autoridades lo hallaron en el basurero, pero ahora ha regresado a sus padres nuevamente.
Gilberto Higuera, fiscal de Puebla, confirmó que el bebé fue exhumado y se tomaron muestras biológicas para realizar el examen pericial genético que ayudara a verificar su parentesco con la pareja que se presentó a denunciar ante las autoridades ministeriales.
Existe correspondencia entre el cuerpo del menor hallado en el contenedor de basura del Centro Penitenciario de Puebla y el de las dos personas entrevistadas, es decir, los que se ostentaron como padre y madre
El menor inhumado y luego exhumado en la Ciudad de México es el mismo que fue encontrado en el Centro Penitenciario de Puebla
Además, las entrevistas a custodios como al resto de administrativos en el penal e internos, así como el análisis de cámaras de videovigilancia, permitieron identificar a quién depositó el cuerpo en un contenedor de la basura.
“Nuestra investigación se encuentra en la fase final, por lo que en breve determinaremos las responsabilidades que en materia penal puedan atribuirse a quienes transportaron el cuerpo del menor en territorio del Estado de Puebla, lo introdujeron al Centro Penitenciario, del trato que le hubieren dado al cuerpo y de quien lo depositó en el contenedor de basura”, aseguró el fiscal.
Saskia Niño de Rivera, integrante de la organización Reinserta, añadió que el cuerpo de Tadeo fue entregado a sus padres, quienes acudieron a Puebla luego de corroborar que el bebé no se encontraba en el cementerio y el encargado de ese lugar presentara una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Según la fiscalía estatal, no extrajeron ningún miembro funcional del cadáver luego de haberlo desenterrado, además, la herida que tenía era por una operación debido al padecimiento intestinal que causó su muerte el pasado 5 de enero. En un inicio la activista sospechó que el cuerpo habría sido utilizado para introducir drogas en él.
“De la necropsia realizada al cuerpo del menor de edad encontrado en el Centro de reclusión poblano, se advirtió que conservaba todos sus órganos en su lugar y que presentaba una herida quirúrgica de 7 centímetros con sus puntos de sutura originales. Información que fue confirmada por los padres del menor referido”, añadieron en un comunicado este 22 de enero.
La Fiscalía de Puebla ha iniciado dos vertientes en el caso. El primero fue para saber quién era el menor de edad localizado en la prisión de la ciudad capital y la segunda, con la intención de los responsables por introducirlo a instalaciones carcelarias y cómo lo hicieron.
Ahora ya se conoce la identidad de Tadeo, pero antes fue necesario que se realizara una búsqueda en registros de defunciones en el Registro Civil, pues se presumió que el menor sería originario del estado.
Para saber sobre los autores de llevar el cadáver del bebé entrevistaron a decenas de servidores públicos, entre ellos custodios, Jefes de Turno, Comandantes, Subdirector, Director y al Subsecretario del ramo, así como a personas privadas de la libertad que se encuentran internadas en ese lugar. Todo junto con el aseguramiento y análisis de las cámaras de vigilancia.
También se buscó en bitácoras de ingreso entre el 6 y 10 de enero, para saber quienes visitaron el penal. Y de acuerdo con las autoridades, se encontraron apellidos que aparecían en la cinta pegada al tórax del infante. Al entrevistar a quienes estarían relacionados con las identidades se obtuvo falta de parentescos. Ahora trabajan las fiscalías de Puebla y de la Ciudad de México para la procuración de justicia.
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