El 21 de enero el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ingresó al Hospital Central Militar de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), en la Ciudad de México para realizarse un cateterismo cardíaco como parte de una revisión de rutina.
Fue a través de un comunicado que el secretario de Gobernación (Segob), Adán Augusto López Hernández informó que el procedimiento se realizó el mandatario mexicano cerca de las 16:30 horas, y no duró más de 30 minutos.
Fue el sábado 22 de enero cuando el tabasqueño regresó a Palacio Nacional y posteriormente publicó un video a través de sus redes sociales en el que dio más detalles sobre su actual estado de salud.
“Ya salí del hospital. Ayer ingresé al Hospital Central Militar me hicieron un cateterismo, una exploración las arterias, en el corazón... todo esto porque hace 15 días me hice un análisis, una prueba de esfuerzo.”
Y es que fue en 2013 cuando López Obrador sufrió un infarto agudo al miocardio, por lo que se le realizó un procedimiento médico en un hospital privado, lo cual evitó que acudiera al cerco humano que Morena y el Partido del Trabajo (PT) instalaron en el Senado de la República a fin de detener la aprobación de la reforma energética impulsada por el entonces presidente, Enrique Peña Nieto.
Desde ese entonces, el jefe del Ejecutivo se realiza revisiones de rutina para asegurarse de que su salud se encuentre bien, pues además el tabasqueño padece de hipertensión.
De acuerdo con la columna de Carlos Loret de Mola Historias de Reportero, el periodista reportó en 2018 que hace tiempo a AMLO lo sometieron a un procedimiento el cual consistió en quemarle los nervios del cuello con el objetivo de esconder una grave dolencia en las cervicales, vértebras que están en la base del cráneo y que envuelven para proteger la médula espinal.
Sin embargo, la salud el tabasqueño se ha mantenido estable pese a estas intervenciones y a las que se han sumado, como los dos contagios por COVID-19 en menos de un año.
Fue el 24 de enero de 2021 cuando después de una gira de trabajo de fin de semana, López Obrador informó sobre su contagio de COVID-19 el cual hizo que se mantuviera en aislamiento durante dos semanas sin presentar mayores complicaciones.
El 10 de enero a casi un año del primer contagio, durante su conferencia matutina se le cuestionó el por qué de su voz ronca, a lo que respondió que más tarde se haría la prueba.
Como ya era la sospecha, nuevamente dio a conocer que resultó positivo a Coronavirus, en esta ocasión su aislamiento fue únicamente de seis días.
Durante su aislamiento Adán Augusto informó sobre el estado del jefe del Ejecutivo y señaló una condición “óptima y estable” con “síntomas leves”.
Los remedios del presidente: paracetamol, VapoRub y miel con limón; este kit que oscila entre el conocimiento popular y la medicina estándar, fue el tratamiento que tomó Andrés Manuel López Obrador durante su recuperación.
Antes del segundo contagio, el tabasqueño se lesionó en octubre de 2021 jugando beisbol, debido a que no calentó lo suficiente lo que lo llevó a desgarrarse la pierna derecha, lo cual no pasó de una leve molestia al momento.
“El presidente muy bien”, “El señor presidente está estable”, “Sin síntomas graves”, son algunos de los pronunciamientos que dado Augusto López”
A través de sus redes sociales, el ejecutivo compartió un video en el que se le pudo observar disfrutando en del juego “Anoté carrera, toqué la bola por la línea de primera, de foul; pequeño desgarre, regresé a batear, macaneé y otro corredor”, se leyó en la cuenta oficial de Twitter de López Obrador.
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