Robert James Dinh, uno de los dos canadienses ejecutados en el hotel Xcaret, en Quintana Roo, estaría ligado al cabecilla Cong Dinh, objetivo criminal de la Administración del Control de Drogas (DEA) por sus presuntas actividades en lavado de millones de dólares provenientes del narcotráfico como líder de la mafia vietnamita.
Según reportes locales, el sujeto de 34 años fungía como brazo derecho del capo por quien se ofrecieron 50 mil dólares canadienses en diciembre de 2019, pero que habría escapado a Vietnam antes de que se presentaran cargos en su contra por comandar una organización que enviaba importantes cantidades de éxtasis y marihuana al sur de Estados Unidos, además de cocaína al norte de Canadá.
La Fiscalía de Quintana Roo solo ha informado que Robert James Dinh tenía un largo historial delictivo en su país de origen, mientras que el primer fallecido tras una balacera de este 20 de enero en el complejo turístico, Thomas Cherukara, estaba vinculado con narcotráfico, robos, armas, delitos contra la propiedad y uso falso de identidad.
En los hechos ocurridos en el municipio de Solidaridad, en la Riviera Maya, también resultó herida por arma de fuego una mujer identificada como Ceara Jessica Sahadee Yari de 29 años. Las autoridades no han informado de su condición de gravedad, luego de que los extranjeros fueron atacados de cinco balazos por un huésped del hotel y tras una discusión.
El vínculo de uno de los asesinados con Cong Dinh ha destacado porque la policía de Canadá y la DEA tienen en la mira a la organización del crimen transnacional, cuyos nexos sí se identificaron en México, además de California, Australia, Vietnam y en las calles del territorio canadiense.
Según las investigaciones, el líder de la facción delictiva es perseguido desde 2009, pero las acusaciones en su contra se formularon hasta 2013 en una Corte de California, donde su jefe, Minh Nguyen, ya se declaró culpable. Hace poco más de dos años, cuando se anunció la recompensa, las autoridades de Canadá dijeron que Cong Dinh está acusado de cinco cargos por lavado de dinero y uno por posesión de bienes adquiridos mediante ganancias ilegales.
Óscar Montes de Oca, fiscal de Quintana Roo, ha dicho que el ataque fue una agresión directa y sugirió que el caso va más allá de otras balaceras en hoteles y en que han muerto turistas por sicarios del Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación que se disputan el llamado paraíso turístico.
De ahí que se presume una ejecución internacional en territorio extranjero debido a confrontaciones de grupos y células que operan en otro lugar del mundo. Pero el funcionario no destacó que los alcances de la organización vietnamita-canadiense ya habían sido ubicadas en México a través del narcotráfico, sin tomar en cuenta que los dos principales cárteles del país envían drogas a Estados Unidos, Canadá, Europa y Sudamérica.
Una fotografía difundida antes de la balacera mostró que el sicario había caminado con una de sus víctimas. Presuntamente, el agresor también se alojaba en el hotel Xcaret, pero mantuvo una discusión y después abrió fuego. Un auto blanco que ingresó a las instalaciones le habría llevado el arma corta.
Tras generar el terror entre el resto de turistas, el hombre con ropa deportiva se internó en la maleza selvática del parque temático ubicado cerca de la carretera federal 307 que conecta Playa del Carmen con Tulum. Aunque fue buscado por agentes estatales, del Ejército y la Guardia Nacional, no se registró su captura.
En la Riviera Maya no solo operan el CJNG y el Cártel de Sinaloa, también albergó durante años a la mafia Rumana, ligada al saqueo de cajeros automáticos y fraudes con tarjetas de crédito. Ahora se reportó la ejecución de alguien vinculado a los criminales de Vietnam y Canadá, pero no se ha destacado qué tan establecidos estaban, cómo ingresaron a México con su historial delictivo o sus intenciones desde Quintana Roo.
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