Uno de los temas más comentados en la ciencia ficción es la desconfianza hacia los robots y su papel con los seres humanos, ya que existe cierto temor a que las máquinas reemplacen a la gente y que incluso, la Inteligencia Artificial los vuelva capaces de tomar autonomía para actuar en contra de las personas en lugar de ayudarlas.
Sin embargo, los robots de compañía y asistencia están planteados para que su futuro se desvincule de esos escenarios sobre sustitución y poderío, convirtiéndose así en aliados que aumenten la capacidad humana.
Los planteamientos sobre una sociedad simbiótica fueron compartidos durante la conferencia Hacia la realización de una coexistencia entre humanos y robots, en la cual el ingeniero Takemitsu Mori mostró cuáles han sido los avances de la empresa japonesa Toyota en el desarrollo de sus Robots de soporte para humanos (Human Support Robots por sus siglas en inglés, HSR).
Takemitsu Mori es el Project Manager de la Unidad de Investigación Robótica de R-Frontier en la división Frontier Research Center de Toyota Motor Corporation. En uno de los videos que mostró a los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) se pudo apreciar cuál es la idea de esta empresa para lograr la sociedad simbiótica, donde los robots aumentarían la capacidad física de los humanos y no estarían destinados únicamente a ayudarlos.
En la animación se pudo apreciar a una persona de edad avanzada con ciertas limitaciones motoras que ya no le permitían hacer sus actividades cotidianas, sin embargo, gracias a un exoesqueleto y a un visor de realidad virtual de un solo ojo, podía realizar los movimientos o tareas de forma sencilla.
Cabe señalar que estos aparatos de asistencia no tenían autonomía propia, sino que eran controlados por la hija de la anciana, de esta forma, la idea de Toyota es que los robots no sean el foco de atención en sus investigaciones y la persona que se beneficie de la asistencia pueda percibir un mejor efecto psicológico, ya que es un ser querido quien está ayudando en todo momento y no una máquina con un algoritmo.
De esta forma, la funcionalidad de los robots de asistencia se explicaría como una triangulación, por un lado está el operador remoto, por otro la persona que recibirá asistencia y finalmente la máquina que hace posible el movimiento.
En la conferencia, se aclaró que las personas encargadas de operar a los robots de Toyota no necesitan tener una preparación especial o un conocimiento sobre programación y robótica, únicamente deben ser capaces de colocarse los controles en su propio cuerpo o bien, sentarse frente a una computadora para hablar y que su imagen sea proyectada en la pantalla de la máquina.
Los robots también pueden ser operados por personas que viven con alguna discapacidad e incluso por gente que no esté presente en el país, de este modo, se planea que en el futuro estos aparatos puedan ser controlados a distancias muy amplias incluso para algún empleo.
Estas máquinas además de ofrecer conexión remota, tienen sensores y cámaras capaces de identificar objetos por proximidad para reducir los errores de quien esté manejando al robot, incluso pueden ser entrenados para diversas tareas constantes como tomar una fotografía.
Cabe señalar que la implementación de Toyota está enfocada en el software, es decir, la programación de Inteligencia Artificial y operación que hace posible el funcionamiento de los robots.
Por otro lado, el hardware es comprado con distribuidores externos, es decir, lo palpable ante las personas como el cuerpo del propio robot, las cámaras, sensores, pantallas y controladores para la persona que lo opera. Sin embargo, si alguna pieza no está disponible en el mundo, es fabricada en Toyota.
La asistencia para personas con movilidad reducida no es la única forma en que se aplicaría la nueva forma de tecnología para los robots de asistencia, ya que fue el equipo de Toyota el que desarrolló las innovaciones para asistir a las personas en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020.
Desafortunadamente no se pudieron usar como se tenía planeado porque la mayoría de las competencias transcurrieron sin audiencia, uno de los robots acompañaría a las personas en silla de ruedas para asistirlas con información, conducirlas hasta su lugar, estaba equipado con un bote de basura e incluso contaba con una bocina y cámara para que fueran apoyados por personal voluntario de los Juegos Olímpicos.
El otro robot estaba encargado de tomar fotografías de recuerdo para los asistentes, este si se usó en Tokyo 2020 pero no para los turistas, sino para los representantes internacionales y equipo de entrenamiento de los deportistas.
En un video mostrado en la conferencia Hacia la realización de una coexistencia entre humanos y robots, se mostró que la recepción de este tipo de atención fue muy buena, incluso tuvo un impacto positivo en una operadora que usa silla de ruedas, ya que la gente se enfocaba en el rostro de quien los estaba atendiendo en la pantalla del robot y no en su movilidad.
Respecto a la futura comercialización y distribución masiva de estos asistentes robots de compañía, los expertos Yoshiaki Asahara de Toyota Research Institute así como Kazuhito Tanaka y Akihito Goto de Toyota Motor Corporation aclararon que la investigación todavía sigue en curso.
Aún no tienen una fecha estimada para la llegada de estos robots al mercado japonés y tampoco un precio fijado ante el público, pues son conscientes de que se trata de un asistente personal con amplias posibilidades de operación y tendría un alto valor, pero la gente que necesita este apoyo no necesariamente tiene holgadez económica.
En Latinoamérica, los suelos de las casas no siempre son regulares y los espacios son reducidos, por lo que el Instituto de Investigación de Toyota está trabajando en implementar robots que se descuelguen del techo para la asistencia o bien, que estén equipados con llantas resistentes que faciliten la movilidad de dichos aparatos.
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