Este 20 de enero, el avión presidencial volvió a “salir de paseo” por los cielos mexicanos sin destino inicial.
De acuerdo con Flight Aware, plataforma para rastreo de rutas, la aeronave con matrícula XC-MEX 3523 despegó del Aeropuerto de la Ciudad de México (CDMX) a las 09:36 horas.
Sin embargo, con casi una hora del vuelo (55 minutos para la realización de esta nota), la página web aún no mostraba el destino del avión, ni la hora estimada para ello; mismo caso con Flight Radar 24.
El avión - del cual el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no ha podido desprenderse - salió con dirección a Guerrero y posteriormente redireccionó hacia Oaxaca.
Fue en ese estado, a la altura del Aeropuerto de Ixtepec, cuando el Boeing 787 Dreamliner giró con dirección a Puebla, en donde, luego de realizar un pequeño giro, se dirigió hacia Cuernavaca, Morelos. Para entonces, a una hora y 34 minutos, aún se desconocía el destino del vuelo.
A la altura de Tepoztlán, Estado de México (Edomex), el avión volvió a cambiar de rumbo con miras a la CDMX, a la cual ingresó por la zona sur, pasando sobre Ciudad Universitaria y el embarcadero de Nativitas Xochimilco.
Finalmente, el avión presidencial aterrizó a las 11:27 horas en la Terminal 1 del AICM, tras una hora y 50 minutos, culminando así su primer vuelo del 2022.
Cabe recordar que el último vuelo registrado ocurrió a las 09:41 horas del pasado 16 diciembre del 2021, con la diferencia que en aquella ocasión sí se especificó el destino, el cual fue Puerto Vallarta, Jalisco.
Una vez arribado a tierras tapatías, el vehículo volvió a las inmediaciones del Estado de México (Edomex) para partir hacia Morelos, sobrevoló durante algunos minutos a la altura de Cuernavaca, para finalmente aterrizar en la capital del país a las 11:30 horas.
De acuerdo con El Sol de México, este trayecto forma parte de un proceso de mantenimiento - cuyo costo para 2022 se estima en 331 millones de pesos.
El avión de la serie Dreamliner - con capacidad para 80 pasajeros - fue adquirido por el gobierno mexicano en noviembre de 2012 y se entregó el 3 de febrero de 2016, durante la administración del expresidente, Enrique Peña Nieto.
No obstate, a su llegada al poder, López Obrador se comprometió a vender la aeronave por considerarla demasiado lujoso; sin embargo, el miércoles 24 de febrero reconoció la dificultad para vender el jet porque “es demasiado especializado y hecho a la medida”.
Según lo contemplado en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2022, el avión tiene un costo de 5 mil 792 millones de pesos. Además, se señaló que el gobierno solicitó 475 millones de pesos para seguir pagando el arrendamiento, ya que la aeronave permaneció por 19 meses en el hangar de la empresa Boeing, en California, Estados Unidos, por mantenimiento.
Por su parte, la ONU generó la licitación con el número ITC/2021/19079, de tal manera que se pudiera encontrar y recomendar potenciales compradores. De acuerdo con el periódico El Universal, uno de sus objetivos es “contratar un tercero especializado en la comercialización de aeronaves ejecutivas en el mercado aeronáutico nacional o internacional”.
El documento publicado por la organización señala que la contratación se realizará en dos etapas: una investigación de mercado y la comercialización. En ellas será el contratista que ayudará a encontrar a los compradores con mejores condiciones del mercado.
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