Desde llegada de la variante Ómicron a México, el número de contagios ha ido en aumento considerablemente, por lo que es indispensable apegarse a los protocolos sanitarios de las autoridades, como el uso del cubrebocas o la aplicación de la vacuna, etcétera.
Por lo anterior, la Comisión Especial para la Atención de la Emergencia por COVID-19 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicó una serie de recomendaciones para mantener la seguridad sanitaria en las actividades presenciales.
Entre ellas destacó las recomendaciones sobre los tipos de mascarillas que deberían usarse con más frecuencia para reducir las probabilidades de un contagio por el virus SARS-CoV-2.
Para qué sirve el cubrebocas y cuándo usarlo
De acuerdo con la UNAM, el objetivo principal es evitar formas de contagio por medio de aerosoles que produce una persona infectada con el virus (con o sin síntomas) y que se forman al respirar, hablar, toser, estornudar, soplar, gritar, cantar y respirar.
En esto, el cubrebocas es una gran ayuda, pues disminuye (filtra) la cantidad de virus que exhala una persona infectada y limita la cantidad de virus que inhala una persona que se encuentre cerca.
Es necesario utilizar este accesorio al estar en contacto con enfermos, al visitar lugares públicos fuera de la casa y al convivir con otras personas en lugares cerrados o incluso en espacios abiertos si la distancia es cercana. Además, señalaron que no es conveniente hablar de cerca con otras personas
El cubrebocas más efectivo para la pandemia
Para que las también llamadas mascarillas cumplan su objetivo, es necesario que tengan una serie de características estudiadas y establecidas por los miembros de la Comisión:
° Cubrebocas de tela: que tenga tres capas, y esté fabricado con una fibra natural, como el algodón.
° Cubrebocas quirúrgico desechable: también debe ser tricapa. La eficacia de ambos puede medirse con su capacidad para impedir el paso de la luz a través de ellos.
° Cubrebocas N95, KN95, KF94, FFP3, FFP2, FFP1: se trata de las mascarillas de mayor eficiencia; sin embargo, recomendaron que sólo se utilice en escenarios donde el riesgo proveniente de enfermos sea mayor. Por ejemplo, en un consultorio, en un hospital o para la atención de un contagio en casa.
Lo anterior, dado que fue identificado como un cubrebocas de disponibilidad limitada, además de ser incómodos para el uso común, por lo que no son convenientes para utilizarlos día con día, ya que podrían generar riesgos adicionales ante su utilización inadecuada o interrumpida.
° Combinar cubrebocas: para todas las personas que utilizan doble mascarilla para aumentar su eficacia, la UNAM recomendó que se trate de dos tipos de materiales diferentes y colocar primero el de mayor eficiencia y encima el de menor.
El uso correcto del cubrebocas
Además de tener un cubrebocas adecuado, también remarcaron que es necesario que se use de la manera correcta, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México, así su efectividad será la indicada.
Con tu mascarilla debes cubrir la nariz y la boca al mismo tiempo y estar ajustado al puente de la nariz y a la piel de la cara sin pliegues, para evitar la entrada libre de aire por las comisuras.
Una vez colocado se debe evitar tocarlo por el frente, se debe retirar por la cintas ajustables y lavarse las manos después de hacerlo. Los cubrebocas de tela se lavan inmediatamente después de usarse.
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