Fundación de Tenochtitlan: la verdadera historia detrás del águila parada sobre un nopal devorando una serpiente

En las escuelas enseñan ese mito, sin embargo, este tiene que ver más con los dioses que con un hecho real

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Según la historia, se cuenta que hombres vieron a un águila devorando una serpiente sobre un nopal, lo que les sirvió como señal de que ahí debía ser fundada Tenochtitlan. EFE/ Sáshenka Gutiérrez
Según la historia, se cuenta que hombres vieron a un águila devorando una serpiente sobre un nopal, lo que les sirvió como señal de que ahí debía ser fundada Tenochtitlan. EFE/ Sáshenka Gutiérrez

Los mexicas fueron una de las culturas más destacadas y predominantes de Mesoamérica, antes de la llegada de los españoles en 1519 y la posterior Conquista de México, en 1521. Su ciudad, Tenochtitlan, era sumamente organizada, limpia y tenía bajo su dominio a diversos pueblos del territorio que ahora se conoce como México.

La historia de la fundación de dicha ciudad, es muy conocida, y se enseña en las escuelas desde que somos pequeños: un grupo de personas venidas de Aztlán, una isla posiblemente al norte del país, viaja por varios años con la guía de su dios Huitzilopochtli hasta que encuentran la señal del águila parada sobre un nopal devorando una serpiente, en un islote ubicado en medio del Lago de Texcoco, lo que les indica que en ese lugar se deben quedar y crear la gran ciudad.

Esta historia tomo mucha relevancia, tanto así, que llegó a ser un símbolo patrio, pues se colocó sobre la bandera de México. Sin embargo, expertos señalan que esto fue mentira, y que la verdadera historia es muy diferente.

Eduardo Matos Moctezuma, quien es maestro en ciencias antropológicas especializado en arqueología, y quien fuera director del Museo del Templo Mayor del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), miembro del Colegio Nacional y profesor emérito del INAH, entre otras cosas, explica en un texto publicado en el sitio especializado Arqueología Mexicana, que este mito se lee en diversas crónicas del siglo XVI.

Existen piezas arqueológicas que señalan la mítica historia.  (Foto: INAH)
Existen piezas arqueológicas que señalan la mítica historia. (Foto: INAH)

El arqueólogo explica en el texto que dos cronistas, también del siglo XVI, explican este mito, que son Fernando Alvarado Tezozómoc y el dominico Fray Diego Durán. El primero, explica en su Crónica Mexicáyotl, acerca de la fundación de Tenochtitlan, que “…estará nuestro poblado, México Tenochtitlan, el lugar en que grita el águila, se despliega y come, el lugar en que nada el pez, el lugar en que es desgarrada la serpiente, México Tenochtitlan, y acaecerán muchas cosas”.

En el caso de fray Diego Durán, dice en su Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme: “Ellos viendo que todo aquello no carecía de misterio pasaron adelante a buscar el pronóstico del águila, y andando de una parte a otra devisaron el tunal, y encima del el águila con las alas extendidas hacia los rayos del sol, tomando el calor del y el frescor de la mañana, y en las uñas tenía un pájaro muy galano de plumas preciadas y resplandecientes” .

Se explica que en el caso de Durán, en el atlas o códice que lleva su nombre, se pueden ver dos láminas en las que se representa este momento. En una de ellas, se ve al águila devorando la serpiente y en la otra, al águila desgarrando pájaros. En otras imágenes en las que se representa la escena de la fundación de Tenochtitlan, se ve al águila parada sobre el nopal pero sin nada en el pico, por ejemplo, en el Códice Mendoza.

Otra imagen similar es la que se ve en una escultura mexica conocida como Teocalli de la Guerra Sagrada, en la que se ve un templo con su escalinata y varios glifos, pero en la parte posterior se ve al águila sobre el nopal que brota en medio de un personaje acostado en un medio lacustre, que bien pudiera ser la figura de Cópil o la de Tlaltecuhtli (la tierra). Del pico del ave surge el atltlachinolli o símbolo de la guerra, de ahí el nombre que le puso a la pieza Alfonso Caso.

El mito tomó tal relevancia a través de los años, que ahora forma parte de nuestra nación, pues se encuentra en la bandera de México. 
FOTO: ROGELIO MORALES / CUARTOSCURO.COM
El mito tomó tal relevancia a través de los años, que ahora forma parte de nuestra nación, pues se encuentra en la bandera de México. FOTO: ROGELIO MORALES / CUARTOSCURO.COM

A pesar de todo esto, el que los mexicas hayan visto al águila devorando a la serpiente sobre el nopal, es solo un mito. Resulta que, luego de un largo peregrinaje, el grupo de hombres se establecieron por un tiempo en Chapultepec, sin embargo, fueron expulsados por pueblos vecinos. Debido a esto, buscaron protección del poderoso señor de Azcapotzalco, Tezozómoc, quien les asignó tierras en medio del lago de Texcoco, con la condición de que fueran sus tributarios y servidores. Según diversas fuentes históricas, esto ocurrió hacia 1325.

Luego de liberarse del yugo de Azcapotzalco, los mexicas crearon una nueva historia, pues querían que fuera más gloriosa y dejar en el pasado que habían servido a otro pueblo. Ahí fue cuando se creo el mito del águila sobre el nopal devorando a la serpiente. Las culturas solían mitificar los hechos reales y relacionarlos con los dioses. La figura del águila parada sobre el nopal guarda un importante significado para el mexica. El ave representa al sol (Huitzilopochtli), pues al igual que el astro, es el ave que vuela más alto.

El hecho de estar parada sobre el tunal, se vincula con el corazón de Cópil, sobrino de Huitzilopochtli, que es vencido por éste y su corazón arrojado al lago, de donde nacerá el nopal, por lo que tiene estrecha relación con la guerra, el sacrificio y el triunfo del numen. La imagen ha prevalecido a lo largo del tiempo, hasta lograr convertirse en el símbolo de nuestro país.

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