Los teléfonos y otros aparatos electrónicos han permitido que las personas puedan mantenerse conectadas entre sí, sin embargo, no es el caso de todos.
Recientemente, se hizo viral en redes sociales la triste historia de una mujer de la tercera edad que acudió a una tienda de electrónicos para reparar su celular, debido a que sus familiares llevaban mucho tiempo sin comunicarse con ella.
En el audiovisual compartido en Facebook se puede observar a Aurora Hernández, la abuelita, mientras habla con la persona que atiende el lugar.
“Tengo más de un año que mis hijos no me contestan, y yo digo: ‘¿qué pasa?’ Pues el celular es el que no sirve. ¿Cómo no me van a hablar mis hijos?”, explica la adulta mayor al técnico.
No obstante, el trabajador rápidamente le dijo a la señora que le cobraría mil 500 pesos por revisar su dispositivo móvil. Ante esto, se observa en la grabación de seguridad que la abuelita comienza a llorar desconsolada y cuando está a punto de retirarse debido a que no cuenta con el dinero solicitado, un joven de otro negocio se ofrece a ayudarla.
“Fui con ese muchacho y me cobra un montón de dinero... Yo no tengo ese dinero, yo lo que quiero es hablar con mis hijos”, le comentó a Aurora al otro trabajador.
Ante esto, el segundo joven le dijo que él revisaría su celular sin necesidad de una compensación económica.
Después de que la abuelita se retiró del lugar se puede observar al técnico revisando el teléfono y percatándose que este no tenía ningún daño, ni defecto. Por lo que decidió tomar la iniciativa y marcó a uno de los hijos de la señora.
Hola, mucho gusto, ¿Aurora Hernández es tu mamá? Yo trabajo en la plaza de la tecnología. Me trajo un celular a arreglar que porque no funciona... Lo único que quiere es encontrar, hablar con ustedes. No sé si pueda hacerle ese milagro. Les doy mis datos y todo por si gusta venir a verla. Hasta luego
Días después, la mujer de la tercera edad regresó a recoger su celular, pero en esta ocasión acompañada de un hombre, el que aparentemente sería su hijo. Así, tras agradecerle al técnico intentó pagarle, pero este se negó.
En junio de 2021 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó que aproximadamente una de cada seis personas mayores de 60 años en el mundo sufrió algún tipo de abuso.
Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018, la mayoría de las personas mayores (47.9 por ciento) vive en hogares nucleares (con una pareja con o sin hijos solteros, o un jefe o jefa con hijos solteros), casi cuatro de cada diez (39.8 por ciento) residen en hogares ampliados (un núcleo familiar o más, y otras personas emparentadas) y 11.4 por ciento conforman hogares unipersonales, es decir, viven solos.
Por otra parte, el Instituto para el Envejecimiento Digno de la Ciudad de México señala que en 2020 se atendieron 863 casos denunciados por vecinos, familiares o de forma anónima.
-32 por ciento fue por violencia psicoemocional
-31 por ciento por patrimonial y económica
-27 por ciento debido a omisión de cuidados y nueve por ciento relacionados con agresiones físicas.
“Estos datos son tan sólo un reflejo de lo que ocurre dentro de los hogares en la capital de México. Pero no ha sido estudiado, aquello que se construye y normaliza socialmente”, establece Marissa Vivaldo, en el ensayo 15 de junio. Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y el Maltrato en la Vejez.
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