El Marro fue condenado a 60 años de cárcel por secuestro

José Antonio Yépez Ortiz lleva un año y medio detenido y aún mantiene otro proceso abierto por tentativa de homicidio contra servidores públicos, así como el robo de combustible que lo consolidó en el Cártel Santa Rosa de Lima desde Guanajuato

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El Cártel de Santa Rosa
El Cártel de Santa Rosa de Lima operaría con el 60 por ciento de sus sicarios (Foto: Infobae México)

José Antonio Yépez Ortiz, el Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, pasará 60 años en prisión por el delito de secuestro agravado en contra de una empresaria y deberá pagar una multa de 327 mil pesos por el caso.

En una audiencia virtual realizada en el Centro de Justicia del penal Mil de Valle Santiago, la Fiscalía de Guanajuato presentó cargos correspondientes al fuero común en contra del cabecilla criminal y sus colaboradores. Un Tribunal de juicio oral evaluó las pruebas durante más de cuatro horas y condenó a los responsables.

De acuerdo con la dependencia ministerial, Yépez Ortiz fue declarado culpable junto con cinco sujetos que le acompañaban el 2 de agosto de 2020, cuando se liberó a la persona secuestrada y todos los del Cártel Santa Rosa de Lima quedaron asegurados desde una finca de Juventino Rosas.

Todos los acusados comparecieron a distancia, porque como el líder huachicolero, se encuentran encerrados en cárceles distintas. La comparecencia arrancó cerca de las 13:30 horas de este 14 de enero, a 18 meses del arresto. Pero quedan pendientes procesos judiciales por robo de combustible, delincuencia organizada y homicidio calificado.

“Contamos con instituciones fuertes para garantizar justicia con todo el peso de la ley a quien la infringe. En el Gobierno de Guanajuato no nos detendremos hasta lograr el Guanajuato en paz que su gente buena merece para vivir”, publicó tras el informe Diego Sinhué Rodríguez, gobernador de la entidad.

María "N", madre del Marro
María "N", madre del Marro (en la imagen), también fue detenida pero actualmente está en libertad (Foto: Especial)

A petición de la autoridad federal, el Marro fue recluido en el penal de máxima seguriad del Centro Federal de Readaptación Social Número 1, Altiplano, durante más de un año y fue la defensa quien buscó retrasar la audiencia final bajo el argumento de falta de información en los expedientes, asimismo, solicitó tiempo adicional para leer las pruebas y buscar testigos.

El pasado 5 de enero se dio a conocer que no recibió el amparo solicitado tras sus denuncias de maltrato y aislamiento durante su reclusión, ya que no probó tales acusaciones, las cuales también fueron negadas por personal de la cárcel ubicada en Almoloya, Estado de México.

De igual forma, se le sigue otro proceso por el delito de homicidio en grado de tentativa y en agravio de servidores públicos, como consecuencia del ataque contra al menos 20 elementos que ejecutarían la orden de aprehensión en su contra, pertenecientes al Grupo Especial de Reacción Inmediata de la Fiscalía General de Guanajuato.

Un agente del Ministerio Público aportó datos de prueba que acreditan al ex líder del Cartel de Santa Rosa de Lima su probable responsabilidad en el crimen.

Durante una audiencia llevada a cabo a la distancia el pasado 15 de junio, se resolvió a favor de la autoridad investigadora el proceso derivado de los hechos registrados el 2 de agosto de 2020, en la comunidad de Tavera, en el municipio de Juventino Rosas.

El Marro encabezó una célula de criminales que se dedicaban al robo de combustible de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), actividad conocida como “ordeña” o huachicoleo y con el paso del tiempo, la célula escaló hasta convertirse en el Cártel de Santa Rosa de Lima, con control de Guanajuato.

El gobierno de AMLO lanzó
El gobierno de AMLO lanzó el “Golpe de Timón” en contra del Cártel Santa Rosa de Lima (Foto: Especial)

Fue el 4 de marzo de 2019 cuando el gobierno del estado, con apoyo de las fuerzas federales, lanzó una ofensiva denominada Golpe de Timón en contra de la organización delictiva liderada por el Marro y combatir el robo de combustible en la zona.

Pero huía a través de túneles que conectaban cuatro propiedades en la región de Laja-Bajío, donde concentraba sus operaciones ilícitas. Además, logró que la población lo apoyara con bloqueos carreteros y enfrentamientos con las autoridades, quienes al verse ante civiles desarmados no podían actuar, mientras Yépez Ortiz se sustraía de la justicia.

La detención del Marro

Yépez Ortiz fue detenido en una finca del municipio de Juventino Rosas por el Ejército y la Fiscalía de Guanajuato el 2 de agosto de 2020, cayó junto con ocho de sus operadores y mientras tenían secuestrada a una empresaria de Apaseo el Alto. Sin embargo, la caída del capo no ha representado una disminución de la violencia en el estado.

De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el arresto derivó de trabajos de inteligencia, ya que un juez concedió dos órdenes de cateo lo cual permitió la detención de nueve personas y se liberó a la empresaria que tenían secuestrada.

Yépez Ortiz se ocultaba en
Yépez Ortiz se ocultaba en una finca de Juventino Rosas (Foto: DIEGO COSTA/CUARTOSCURO)

En el primer cateo fueron aseguradas cinco armas largas, tres cortas, un lanzagranadas, una camioneta, una cuatrimoto, una motocicleta y dinero, en el lugar se encontraba el Marro, su jefe de seguridad, Saulo Sergio “N” y cuatro personas más, mientras que en el segundo fueron detenidas tres personas con 36 mil 400 pesos en efectivo a raíz de los disparos derivados de la captura, una persona resultó herida.

Inicialmente, el monopolio del robo de hidrocarburos en la entidad estaba en manos de funcionarios corruptos de Pemex, quienes buscaron apoyo en la mafia local a la que pertenecía el Marro. Pero el Cártel Santa Rosa de Lima se apoderó del negocio, creció con apoyo de más servidores públicos y desató una ola de violencia al desafiar al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en 2017. Dos años más tarde, cuando ya tenía la persecusión encima también amenazó al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Con la detención de sus cabecillas y el avance del CJNG disminuyó en poderío, pero la criminalidad sigue imparable en Guanajuato, que se posiciona como la entidad de todo el país con más asesinatos que han sumado desde 2015 y en 2021 llegaron a más de ocho mil casos. La narcoguerra aún sigue.

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