Andrés Manuel López Obrador (AMLO) confirmó su segundo resultado positivo a COVID-19 a pocos días de cumplirse un año de su primer contagio, el cual se dio el pasado domingo 24 de enero de 2021.
En aquel momento, el mandatario federal aún no contaba con ninguna dosis de vacuna contra el coronavirus, pues la campaña había comenzado apenas un mes antes con el personal de salud de primera línea.
Pasaron 15 días para que retomara las actividades con normalidad después de recuperarse. Aquel lunes 8 de febrero, se dijo afortunado por “salir adelante” y aseguró que continuaría en la lucha contra esta enfermedad que ha causado miles de muertes a nivel nacional.
Sin embargo, provocó una nueva polémica debido a su negativa sobre el uso del cubrebocas. Su mayor argumento fue que ya “no contagiaba”, como lo habían señalado los médicos. Asimismo, aseguró que fue portador de la enfermedad porque “le tocó”, a pesar de los cuidados que realizó durante meses.
“¿Por qué me contagié? Porque tengo que trabajar como millones de mexicanos, ni modo que me quedara todo el tiempo encerrado, no se puede vivir encerrado; me cuidé, guardé mi sana distancia, pero me tocó”, señaló el presidente de la República.
No fue hasta meses después, el 20 de abril, cuando López Obrador, a sus 67 años, decidió arremangarse la camisa durante la conferencia de prensa matutina para recibir el primer biológico AstraZeneca (que en aquel momento estaba siendo investigada por provocar reacciones adversas) y alentar al sector de adultos mayores a inmunizarse.
“Me voy a vacunar porque quiero hacer una convocatoria, un llamamiento, a todos los adultos mayores, los que se están quedando sin aplicarse la vacuna, por alguna preocupación que tengan. Decirles que estamos nosotros seguros de que no hay ningún riesgo, ningún peligro, que no hay reacciones graves”, declaró el mandatario.
Posteriormente, durante el mes de junio, repitió la misma escenificación, aunque ahora para recibir la segunda dosis de AstraZeneca. Además, aprovechó el momento para incentivar a los jóvenes a partir de 18 años para aplicarse la vacuna y así evitar cuadros graves y hasta hospitalizaciones por COVID-19.
“Se ha hecho un gran esfuerzo. No podemos cantar victoria; tenemos que seguir cuidándonos. Es una enfermedad traicionera, un virus malo pero afortunadamente los médicos que han llevado a cabo toda la estrategia para enfrentar la pandemia han actuado muy bien, de manera profesional”, subrayó AMLO.
Luego de recibir aquellas dosis y de registrarse dos olas más, millones de contagios, miles de fallecimientos y nuevas variantes, su postura no cambió. Jamás se le vio con cubrebocas, continuaba cerca de las personas en actos públicos, con giras por el país, reuniones públicas y privadas prácticamente diario.
Debido a esta postura, se habló mucho sobre un segundo contagio, el cual se vio opacado luego de que López Obrador recibiera su dosis de refuerzo AstraZeneca el pasado 7 de diciembre. La polémica no faltó, pues las redes aseguraron que se “saltó la fila” porque esta nueva etapa de la Estrategia Nacional de Vacunación estaba dirigida, de nuevo, para personal médico y maestros.
Con esta tercera vacuna, el nuevo contagio se veía lejano, pero la ciudadanía no estaba en lo cierto. En la conferencia “mañanera” de este 10 de enero de 2022, AMLO apareció ronco, con síntomas de COVID y sin mascarilla, aunque aseguró que sólo se trataba de una gripa.
Anunció que se haría la prueba PCR para descartar un nuevo positivo, pero la sorpresa la dio a conocer durante la tarde, cuando, desde su cuenta de Twitter, anunció este segundo contagio tras reunión con varios integrantes de su gabinete.
De inmediato, las redes se volcaron en dos bandos: quienes le desearon pronta recuperación y aquellos que recriminaron su irresponsabilidad. Ahora, sólo queda esperar el avance del COVID-19 en el mandatario y nuevas noticias sobre su salud.
SEGUIR LEYENDO