Arturo Hernández es comunicador de profesión. Estudió Ciencias de la Comunicación en la universidad. Incursionó en los medios de comunicación trabajando por nueve años para MTV Latino, el canal de televisión especializado en música que hizo un boom en los años 90´s.
Explica que fue ahí en donde aprendió a hablarle a la cámara, algo que siempre le ha gustado. Sin embargo, a pesar de vivir en Miami, una de las ciudades más exclusivas de Estados Unidos, ganar y vivir bien, a su vida le faltaba “sabor”, por lo que decidió regresar a la Ciudad de México.
En entrevista para Infobae México, Arturo Hernández, también conocido como el Comandante Hernández, explica que Los Supercívicos nacieron, originalmente, como un proyecto de entretenimiento, aunque conforme ha ido creciendo se ha tenido que modificar y ajustarse a ciertas cosas. Narra que al volver a la capital tenía el sueño de hacer cine, sin embargo, a su llegada encontró a su ciudad muy desmejorada con el tema cívico.
“Pese que había estado diez años viviendo en Miami, regresé y la vi pero mucho peor, y tampoco encajaba yo en el tema laboral, la verdad es que venía de trabajar en un canal increíble cómo era MTV Latino: disruptivo, revolucionario, y acá las ofertas de trabajo eran una porquería, entonces literal, con mis pocos ahorros decido hacer un piloto, me compré un Valiant Duster 1969, que era una carcacha, en Iztapalapa, no era nada cívico el auto porque contaminaba mucho, pero era lo que tenía con los recursos, y con eso me di a la tarea de hacer como una patrulla, que se llamaba el Masiosare”, explica Hernández.
Dice que Los Supercívicos en ese momento era un proyecto más contestatario, “más de me insultas, te insulto, siempre con la razón de mi lado, pero era más radical, se llamaba Movimiento Ejemplar Contra Ojetes, MECO, imagínate, era un tema bastante fuerte, hago el piloto, lo vendemos a Televisión Azteca, pero nos censuraron. Me dicen: oye no puedes llamarle MECO, no le puedes poner Movimiento Ejemplar Contra Ojetes, pero nos gusta tu concepto, estamos hablando desde el 2006, desde ese momento nacen Los Supercívicos”.
Este es un proyecto que busca exhibir y denunciar, con cierto ingenio, a los malos ciudadanos. Esos que ponen un bote con cemento para apartar un lugar en la calle (algo que es ilegal), o los que tiran basura sin la menor de las vergüenzas, o aquellos que sacan a pasear a sus mascotas sin recoger el excremento que, al final de cuentas, se hace polvo y respiramos todos los ciudadanos.
Hernández menciona que la pandemia por Coronavirus ha afectado de manera severa al proyecto, pues antes de esta unas ocho personas participaban con él para realizar el contenido de denuncia, sin embargo, por ahora solamente está el editor y alguien que se encarga de la parte administrativa. “Estos años de pandemia, en donde los recursos bajaron, tuvimos que cerrar nuestra aplicación, que tal vez ese es el golpe más duro que nos ha proporcionado la pandemia”.
El Comandante Hernández explica que la aplicación de Los Supercívicos era una herramienta que permitía a los ciudadanos hacer reportes geo localizados.
“Veías que una luminaria no funcionaba, la reportabas y nosotros lo que hacíamos era este vínculo entre ciudadanía y autoridades y encontramos la fórmula secreta para empezar a incidir que fue comenzar a decir: así como te critico, autoridad, te voy a aplaudir, y si tú resuelves el problema de la luminaria que no funciona yo te regalo mis redes sociales y así como en un principio te critiqué, ahora te aplaudo, y en un principio esto lo tomaron muy bien las autoridades, como una oportunidad de publicidad gratuita y genuina, y logramos solucionar más de mil problemáticas, estuvo más de tres años vigente la aplicación”.
Gracias a la app que tenía el proyecto, Hernández obtuvo premios de diversas organizaciones, como el MIT, la ONU, y algunos otros premios. Con dichos premios, se podía mantener la aplicación, sin embargo, con la llegada del COVID-19 ya no se pudo seguir con ella.
“Más o menos, una aplicación como la nuestra costaba unos 70 mil pesos al mes, porque tenías que tener un programador de IOS, uno de Android, un diseñador, y esos recursos de repente yo los tuve que absorber porque ya no estaban estos premios”, explica el activista. Por esta razón, se tuvo que dejar a un lado la app.
Anteriormente, se planeaban las tomas que se grababan con humor, se ideaban disfraces, etc. Sin embargo, ahora con la falta de recursos, lo que hace Hernández es viajar con una cámara en el casco que lleva, pues regularmente viaja en bicicleta o patineta, y a partir de ahí, explica, van apareciendo situaciones que no busca y que sirven como video denuncias.
Este es el contenido que actualmente mantiene de pie a Los Supercívicos, aunque el proyecto tiene la intención de volver a hacer humor, e incluso, han tenido pláticas con Netflix y Amazon, para hacerlo con un modelo más documental y periodístico, e incluso se han hecho investigaciones, como una que tienen en la actualidad con Farmacias del Ahorro.
“Gracias a la aplicación, empezamos a ver que las Farmacias del Ahorro, cada vez que abrían un local desaparecían los árboles de su banqueta, y gracias a eso, yo recopilé la información y busqué con Google Maps, se lo presenté al New York Times, y este sacó una nota, y eso me ha abierto los ojos para decir: ese es el siguiente paso para Los Supercívicos, empezar a hacer cosas documentales con humor pero que puedan incidir”, menciona Hernández.
La tecnología es una herramienta que le ha funcionado muy bien al proyecto. El activista menciona que con el pasar del tiempo se dio cuenta que el celular es una herramienta muy funcional, pues graba bien y se escucha bien, además de ser muy práctico y nada intrusivo. “Si de repente empiezas a complementar ese tipo de tecnologías de estas cámaras, con mi patineta eléctrica, te das cuenta que sin querer, a veces me olvido del tema de grabar como antes lo hacía, con cámaras que necesitaban más cuidados y atenciones. El celular es una herramienta que, a nivel de documentar y para poder salvar vidas, es una bastante funcional”.
Hernández ha visto una mejora en la sociedad en cuanto a cultura cívica, sin embargo, explica que el principal problema del país no tiene que ver con la corrupción, la desigualdad, el hambre o la injusticia, sino con la apatía ciudadana, pues a partir de este, los demás problemas van creciendo. “Somos un pueblo sumamente apático, que se queja, que al parecer somos muy extrovertidos, pero para las cuestiones de resolver los problemas que nos corresponde a todos resolver, somos bien agachones.
“Hay cuestiones en donde veo a la gente más comprometida, pero es mínimo, sigo viendo una sociedad que no entiende del poder ciudadano, porque al final de cuentas es muy sencillo: si no somos capaces de resolver el problema que tenemos frente a nuestra banqueta, afuera de tu casa o de tu oficina, no puedes aspirar a resolver los problemas más complejos del país, si no puedes proteger al árbol que está frente a tu banqueta, olvídate del árbol del Amazonas”, explica Hernández.
A Arturo lo han violentado en diversas ocasiones por hacer la labor que realiza, y esto incluso queda documentado en los videos que ha subido a plataformas como YouTube o Facebook. Dice que para lidiar con esto, lo único que hace es no caer en provocaciones, pues la violencia genera violencia. “Ha habido situaciones sumamente cobardes que he tenido que trabajar en mucho tiempo, mucha gente lo toma al revés y me dicen: eres un sacatón, cobarde, deberías agarrarte a madraz*s. Pero ¿Qué vas a resolver? Lo que estoy tratando de resolver no se va a terminar a madraz*s, y me di cuenta que a la Gandhi, en una ocasión, cuando hacíamos las acciones con un camarógrafo, asistentes de producción, actores, una vez recibí un golpazo de un tipo, me volteó la cara, y entonces ya iban todos los de mi equipo contra él, y yo les dije que no, a partir de ahí descubrí que la violencia genera violencia, y le fue terrible al cuate en redes sociales.
“El que le pegues a alguien y se quede inmóvil, sin responder, eso le cambia el esquema y no saben cómo actuar, y he encontrado en esa manera de defenderme una parte donde rompo la violencia, y siempre me dicen: no te da miedo lo que haces, pues me da muchísimo miedo, pero me da más miedo no hacer nada”, cuenta Hernández.
Explica que a diario recibe amenazas por redes sociales, sin embargo, aunque al principio le daba temor, ahora es algo cotidiano y que ha aprendido a sobrellevar, pues “el malo no anuncia, el malo te hace”.
“Es increíble porque, tal vez al día, ahorita que estoy mucho en la calle, es bien bonito que tengo como tres, cuatro o cinco personas al día que me saludan, me piden fotos, manifiestan abiertamente lo que me quieren decir, en cambio del otro lado, los que me amenazan, yo creo que he recibido en mi vida, que yo las he leído, unas 3 mil amenazas, es increíble que en la calle jamás uno solo me ha dicho algo. Seguramente alguno me ha visto pasar y es de los que dicen que me va a romper los tobillos cuando me vea, pero cuando me ven, pues son cobardes”, recalca.
Expone que siente más temor en meterse con empresas más grandes como Farmacias del Ahorro, o hacer cuestiones que tienen que ver con un tema de poderes mucho más grande que las personas a las que les cae mal por su labor en las calles.
En cuanto a la diferencia que nota entre trabajar en la televisión y las redes sociales, es que el internet tiene cierta libertad que en la televisión pública, al menos en México, no te da.
“Yo vengo de hacer televisión primero, en el mejor canal en el que pude haber estado, el trabajo de MTV Latino era increíble, con una libertad, y mientras más disruptivo y más atrevido fueras era bienvenido, cuando vuelvo a la televisión mexicana, me tocó trabajar en todos los canales de cable, pero haciendo otros formatos, como conductor de Discovery Channel y otras cosas, pero me gustaría hablar de la televisión abierta mexicana, que es lo peor, ese duopolio, Televisa y Azteca, están sufriendo porque no quisieron apostar a lo que tenían que apostarle, que era hacer contenidos nuevos e interesantes, y lo único que hicieron fue hacer copy-paste, y estar acomedidos al gobierno”, menciona.
Dice que él siempre quiso hacer comedia política, pero en el país la televisión abierta mexicana hay mucha censura, algo que en internet no se da. “Esa es la diferencia, que hay libertad, que de cierta forma el duopolio se convirtió en otro duopolio internacional, porque yo sí creo que YouTube y Facebook también son un monopolio”.
Hernández cree que otro de los problemas de la sociedad tiene que ver con la educación, y para que haya un verdadero cambio social se tendría que empezar con los niños más pequeños, y empezar a meterlos en cuestiones que sean de incidir. “Civismo no es honores a las banderas ni saberse el himno nacional, civismo son las pautas mínimas que debemos tener los seres humanos para poder vivir en sociedad, y eso se hace haciendo, y por eso es muy importante empezar a cambiar la cultura en el hacer, entonces, mientras no nos demos cuenta de eso, vamos a seguir igual, realmente no veo un cambio ahorita, que se esté tratando de modificar, para que realmente pasara eso tendría que haber algo ya muy acompañado con la Secretaría de Educación Pública y cambiar nuestra manera del concepto de civismo, o buscar nuevas fórmulas”.
El activista menciona que no ve acciones por parte del gobierno para que haya una mejor cultura cívica en la sociedad, aunque tienen intención. “Ahorita están los PILARES, pero esto se vuelve un tema político, más ahorita, yo voté por AMLO y estoy encabronadísim* la verdad, estoy decepcionado por todo, pero siempre le digo a la gente: yo le di mi voto, pero no mi criterio, y era la que teníamos que ver, era la que teníamos que intentar.
“En ese sentido el gobierno de esta ciudad, estoy también, tanto con el federal como con el local, no estoy viendo realmente que estén haciendo acciones que nos ayuden en ese sentido, al menos”.
Arturo explica que para el proyecto de Los Supercívicos sigue el realizar una serie, que tratará sobre acciones encaminadas con el 2030. “Quiero hacer una serie en donde platique cuáles son los puntos que la gente no conoce, cuáles son estas 20 propuestas que tenemos que hacer antes del 2030 para tratar de no ir de boca a lo que se nos viene, estoy convencido que lo voy a lograr, tiene que ser con una de estas dos plataformas grandes, no pienso tirarle más que a Amazon o Netflix, porque son las más democráticas, no quiero que se quede como un formato bueno que no fue muy visto, yo quiero que lo vea la gente, vas a ver un tema periodístico muy bien hecho, va a tener musicales, y va a ser una combinación entre Jackas con A quien corresponda, con Borat, y voy a inventar un formato nuevo, pero sobre todo lo más importante, es entretenido”, concluye el Comandante Hernández.
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