Cinco monumentos que Porfirio Díaz le dejó a la Ciudad de México

Algunos de los proyectos arquitectónicos de Porfirio Díaz en la CDMX no pudieron terminarse por el estallido de la Revolución Mexicana

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La imagen de Porfirio Díaz suele asociarse con el progreso y la modernidad. (Foto: Twitter/@COBAEDoficial)
La imagen de Porfirio Díaz suele asociarse con el progreso y la modernidad. (Foto: Twitter/@COBAEDoficial)

Porfirio Díaz es uno de los personajes más queridos y odiados de la historia. Por un lado, se le acusa de dictador, tirano y elitista, pero por otro, se le atribuyen grandes obras públicas como la red del sistema ferroviario, el Teatro Juárez en el estado de Guanajuato, el Reloj Monumental de Pachuca, entre muchas otras. También es común que su imagen se asocie con el progreso, la modernidad y la -momentánea- pacificación del país.

En definitiva, los símbolos característicos de la Ciudad de México (CDMX) no serían los mismos si este personaje de la historia nunca hubiera llegado al poder. Incluso, de acuerdo con información del arquitecto y urbanista Jaime González García, a Porfirio se le atribuye la construcción de las colonias Roma y Condesa.

Díaz llegó a la silla presidencial en el año 1877 gracias a la popularidad que adquirió como militar, pues debido a su habilidad en conflictos bélicos pudo derrotar en distintas ocasiones al ejército francés y ganar diversas batallas para el gobierno de Benito Juárez.

A pesar de que durante todo su mandato hubo diversos tropiezos como la preferencia por beneficiar únicamente a la clase alta, las ventajas políticas y económicas que tenían sus más allegados, la poca atención en la situación campesina y un largo etcétera, también hay un listado de cosas positivas que se le pueden agradecer al dictador oaxaqueño, entre ellas la construcción de estos cinco monumentos.

Teatro Nacional (Palacio de Bellas Artes)
La construcción del Palacio de Bellas Artes estuvo a cargo del arquitecto italiano Adamo Boari y del mexicano Federico Mariscal. (Fuente: wikipedia/commons)
La construcción del Palacio de Bellas Artes estuvo a cargo del arquitecto italiano Adamo Boari y del mexicano Federico Mariscal. (Fuente: wikipedia/commons)

El nombre original de este recinto era Teatro Nacional, su creación fue de mucha importancia para la época, pues era el lugar más importante y destacado para presenciar la vida artística y cultural del país.

La idea era remodelar el sitio, pero al final se terminó construyendo un edificio nuevo que estuvo inspirado en los ideales artísticos europeos. Los trabajos de construcción empezaron el 1 de Octubre de 1904 y el diseño estuvo a cargo del arquitecto italiano Adamo Boari.

Cabe destacar, que con el estallido de la Revolución Mexicana en 1910 y las pésimas condiciones económicas que atravesó el país, la obra quedó inconclusa y Boari regresó a Europa en 1916.

Fue hasta 1930 que el presidente en turno, Pascual Ortiz Rubio decidió continuar con el gran proyecto del Porfiriato y el 10 de marzo de 1934 la obra fue concluida por el arquitecto mexicano Federico Mariscal. Desde ese momento se decidió cambiar el nombre de Teatro Nacional a Palacio de Bellas Artes.

Ángel de la Independencia
Al inicio esta construcción era conocida como "Monumento a la Independencia" (FOTO: ISAAC ESQUIVEL /CUARTOSCURO.DOM)
Al inicio esta construcción era conocida como "Monumento a la Independencia" (FOTO: ISAAC ESQUIVEL /CUARTOSCURO.DOM)

Este es sin duda el monumento más icónico de la CDMX, si algún chilango o chilanga ve la imagen del Ángel, en automático piensa en la capital del país. Al inicio era conocido como Monumento a la Independencia y fue inaugurado en 1910 para conmemorar el centenario de la Independencia de México.

Sobre la gran columna se encuentra la imagen de la diosa griega Victoria Alada. La edificación se debe al arquitecto mexicano Antonio Rivas Mercado y la escultura dorada de Victoria fue hecha por el francés Enrique Alciati.

En su base se encuentra un mausoleo donde se esconden los restos de algunos héroes patrios. Es el punto de reunión para diversos festejos mexicanos y ha tenido que pasar por varias reparaciones a causa de algunos sismos de la CDMX.

Hemiciclo a Juárez
La estructura se le debe al arquitecto Guillermo de Heredia y las esculturas al italiano Alessandro Lazzerin (Foto: Secretaría de Cultura)
La estructura se le debe al arquitecto Guillermo de Heredia y las esculturas al italiano Alessandro Lazzerin (Foto: Secretaría de Cultura)

Surgió en honor a uno de los grandes amigos (y en algún momento enemigo) de Porfirio Díaz, el expresidente Benito Juárez. Se encuentra frente a la Alameda Central del Centro Histórico y fue creado el 18 de septiembre de 1910.

La estructura estuvo a cargo del arquitecto Guillermo de Heredia, y las esculturas del italiano Alessandro Lazzerin. Esta compuesto de mármol de Carrara y sustituyó a un antiguo kiosko morisco que se ubicaba antes en aquel lugar.

Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas (Museo Nacional de Arte)
Se buscó que el edificio del MUNAL fuera un símbolo arquitectónico del progreso del país. (FOTO: ANDREA MURCIA/CUARTOSCURO.COM)
Se buscó que el edificio del MUNAL fuera un símbolo arquitectónico del progreso del país. (FOTO: ANDREA MURCIA/CUARTOSCURO.COM)

El hoy Museo Nacional de Artes (MUNAL) comenzó a planearse desde 1904 y fue hasta 1911 que se inauguró como el Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas. El inmueble fue realizado por el italiano Silvio Contri. De acuerdo con información del INAH, se buscó que el edificio fuera un símbolo arquitectónico del progreso del país.

Es por eso que la decoración se nutrió de estructuras metálicas que simbolizan la industrialización de la sociedad. Por otra parte, fue hasta 1982 que la Secretaría de Educación Pública (SEP) publicó en el diario Oficial del la Nación el acuerdo para fundar el MUNAL.

Palacio Legislativo (Monumento a la Revolución)
La construcción del Palacio Legislativo se detuvo por la Revolución Mexicana. (FOTO: GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO/CUARTOSCURO.COM)
La construcción del Palacio Legislativo se detuvo por la Revolución Mexicana. (FOTO: GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO/CUARTOSCURO.COM)

Irónicamente fue Díaz quien puso la primera piedra en 1905 de lo que hoy es el Monumento a la Revolución, esto obviamente lo hizo sin saberlo, ya que en los planes del proyecto original se pensaba construir un gran y lujoso edificio que albergara a la cámaras de diputados y senadores. Se iba a llamar el Palacio Legislativo.

Al principio, la tarea fue encargada al arquitecto francés Émile Bénard, sin embargo, al poco tiempo se desató la Revolución Mexicana y el proyecto fue abandonado por completo. No obstante, la construcción fue reiniciada por el arquitecto mexicano Carlos Obregón Santacilia, quien trabajó sobre la inconclusa estructura de Bénard.

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