El gobernador del estado de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, se encuentra en medio de la polémica luego de una foto donde se le observa abrazado junto a tres líderes de la delincuencia organizada, todos ligados a facilitar narcomenudeo en la entidad que encabeza.
Se trata de Irving Eduardo Solano Vera, alias el Profe, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG); Homero Figueroa Meza, apodado la Tripa, cabecilla de Comando Tlahuica y Raymundo Isidro Castro, el Ray, lugarteniente del CJNG.
A pesar de que el exfutbolista negó tener conexión con estas personas y argumentó que se había dejado fotografiar como con cualquier otra persona, no es la primera vez que se encuentra ligado al narcotráfico, ya que una de las primeras personas en relacionarlo fue su antecesor en el cargo, Graco Ramírez, cuando Cuauhtémoc todavía fungía como presidente municipal de Cuernavaca.
Fue en el 2016, luego del asesinato de la alcaldesa de Temixco Gisela Mota, cuando el entonces gobernador señaló a Cuauhtémoc Blanco de su posible conexión con la delincuencia organizada, pues en ese entonces el exjugador del América negó la necesidad de pertenecer al operativo policial que protege la vida de los 33 alcaldes de Morelos.
“Tenemos un operativo de seguridad a distancia para tener la condición de que no le vaya a ocurrir nada, pero evidentemente él (Cuauhtémoc Blanco) está tranquilo porque seguramente quienes están en las tareas de seguridad le confirman que no habrá ninguna acción violenta, en virtud de que el grupo delincuencial está simpatizando con esta decisión”, aseguró Ramírez.
Por si fuera poco, fue enfático en la conexión principal que tendría Blanco en aquel entonces, ya que señaló a Federico Figueroa como miembro del grupo Guerreros Unidos, quien habría estado relacionado con la campaña de Cuauhtémoc para llegar a la presidencia municipal, según Graco.
“La impresión que tengo es que el interés de ellos es que regrese este grupo (Guerreros Unidos) a venderles una idea falsa de que los delincuentes puedan controlar la seguridad si los dejan actuar. Atrás de ellos está Federico Figueroa, conocido por su vinculación con Guerreros Unidos. Yo se lo dije (a Blanco) y se sorprendió, titubeó y no quiso responderme”, sentenció el entonces gobernador.
Federico Figueroa, quien es hermano del cantante mexicano Joan Sebastian, negó vínculos con el narcotráfico y con Cuauhtémoc Blanco, por lo que aseguró que Graco estaba “levantando falsos contra él” y lo acusó de tener un problema personal.
Estas fueron las primeras palabras que intentaron unir a Cuauhtémoc con el narcotráfico y que se han acentuado esta semana, en especial tras una supuesta narcomanta desplegada en el centro de Oaxtepec, donde se amenaza al gobernador de la entidad ante su desconocimiento de los favores y acuerdos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) a través del Comando Tlahuica.
En la narcomanta se añaden advertencias en caso de que el gobernador siga desconociendo los tratos, entre ellos, la supuesta orden de haber asesinado a Samir Flores, opositor al gobierno de López Obrador por la construcción de la termoeléctrica en Huexca.
De acuerdo con el texto, hay colaboradores del gobernador que saben perfectamente de su nexo con criminales del Comando Tlahuica, célula identificada como operadora del CJNG en el estado. Y si continúa la evasiva o negativa del exfutbolista, vendrá más información.
Desde noviembre de 2018, el Comando Tlahuica anunció sus inconformidades con quien resultó alcalde de Cuernavaca, Francisco Villalobos Adán, y con la familia de este último. Enviaron un mensaje al presidente electo, López Obrador, para que investigara las relaciones criminales del edil. Unos meses después, en febrero de 2019, se reportó su disputa por controlar el agua en SAPAC.
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