El dramático aumento de contagios de COVID-19 en la Ciudad de México está llevando a escenas y situaciones que no se presentaban desde hace al menos cinco meses, cuando el país atravesaba el pico de la tercera ola de la pandemia.
Aunque el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador insiste en negar que México padece la cuarta ola de contagios luego de los festejos por Navidad y Año Nuevo, el número de contagios se ha incrementado de manera contundente.
Ante esta situación, las autoridades de algunos hospitales ubicados en la capital del país, como el Hospital Infantil Federico Gómez, se han visto en la necesidad de reconvertir sus instalaciones una vez más, para atender a todos los pequeños pacientes que están siendo afectados por la pandemia, además de padecer otras enfermedades.
Mediante una circular, el director del nosocomio, el Doctor Jaime Nieto Zermeño informó a todo el personal que ante el repunte de casos de Ómicron, el cual ya está afectando al Hospital Infantil tanto en pacientes como en personal, se ven en la obligación de realizar varias adecuaciones.
1.- El área de Cirugía General “será únicamente para atender a TODOS los pacientes del hospital con infecciones de vías respiratorias tanto superiores como inferiores y que ameriten hospitalización”.
2.- A partir del 4 de enero del año en curso el área de cirugía ambulatoria volverá a ser COVID-19 exclusivamente.
3.- Para protección del personal, a todo paciente que se reciba en urgencias aún sin ser sospechoso de COVID-19 se le realizará una prueba rápida de manera rutinaria.
El documento también destaca que “se requiere ampliamente de la colaboración del personal de enfermería para abstenerse en lo posible de solicitar permisos para ausentarse de la institución, además de pedir a médicos adscritos de cubrir guardias de apoyo en las áreas COVID-19 así como en la de infecciones de vías respiratorias.
Finalmente, el Director General del Hospital Infantil agradeció al personal el apoyo que la situación actual demanda.
Pese a que el secretario de Salud federal, Jorge Alcocer, ha desdeñado la importancia de saber si una persona tiene Ómicron o no, es evidente que el número de casos se ha incrementado de una manera acelerada en muy pocos día, la característica más importante de esa variante del COVID-19.
Si se sospecha de que existe el COVID-19, se le hace la prueba para detectar que tiene el virus, “no será práctico ni necesario saber si tiene Ómicron o no tiene, esto corresponde a posteriori cuándo se conozca la información de mayor número de casos”, aseguró el pasado 4 de enero en el reporte “El Pulso de la Salud” que se realiza todos los martes en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Incluso, una de sus declaraciones de ese día fue motivo de una lluvia de críticas, toda vez que el secretario aseguró que a los niños, a los que el gobierno federal se sigue negando a vacunarlos contra el COVID, solo les duran los síntomas “dos o tres días”.
“No estoy señalando que es así de sencillo, con tés, paracetamol, con un medicamento que es muy benéfico para esto y que no es agresivo en otros tejidos, y desde luego la fluidez del medio caliente, lo que usan las mamás, el vaporub y todas esas cosas que parecen ser intrascendentes y los tés, pero también y si es necesario y se identifica una infección un antibiótico para ello, no para todos”, señaló.
El miércoles 5 de enero, la propia Secretaría de Salud, encabezada por Jorge Alcocer, reportó que se detectaron 20 mil 626 nuevos contagios en solo 24 horas y 94 fallecidos, por lo que en el país ya suman 4 millones 029 mil 274 contagios acumulados de COVID-19. Además, desde el inicio de la epidemia, México ha sufrido 299 mil 805 defunciones por la enfermedad.
La última vez que se reportaron más de 20 mil casos fue el 26 de agosto de 2021, cuando se alcanzaron los 20 mil 633 contagios.
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