La carrera para el relevo de la presidencia en 2024 ya ha comenzado a tambalear a las principales fuerzas políticas, incluida la de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que le dio el triunfo al mandatario, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en 2018.
Las disputas al interior del guinda detonaron cuando el Jefe del Ejecutivo “destapó” a las y los posibles funcionarios que podrían seguir con el proyecto de la Cuarta Transformación (4T), entre los cuales resaltaron Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la CDMX; el canciller, Marcelo Ebrard, y el senador Ricardo Monreal.
Y aunque la opinión pública ha vislumbrado un quebrantamiento entre las filas del partido a raíz de esta competencia, Andrés Manuel negó que la búsqueda de candidatos genere rupturas, al menos, dentro de su grupo.
“No pasa nada absolutamente”.
Incluso el tabasqueño incentivó a que se hicieran públicas las futuras postulaciones de candidatas y candidatos: “No debe haber ‘tapadismo’ (...) Que se ventile todo, que se expresen todos, que hayan libertades”, subrayó durante su conferencia matutina.
“El que quiera participar que lo haga y si está en el gobierno, tiene derecho, nada más que no abandone su trabajo o que no use su puesto para sacar provecho (...) No ocultar nada, que todos participen”, comentó.
En ese tenor, el Jefe del Ejecutivo también puso en la mesa volver a emplear sus populares encuestas para la selección de la o el candidato que representará a Morena en los presidenciables del 2024 - al menos, para el grupo “de la transformación”.
“Lo mejor son las encuestas, porque lo otro se presta para que interfieran los adversarios. Porque quisieran ellos tener candidatos a modo (...) En el caso de movimiento de transformación, lo que digan los ciudadanos”.
Cabe destacar que el presidente, hasta el momento ha optado por no decantarse por algún funcionario o funcionaria de manera pública, aún cuando los tres fuertes presentan las credenciales necesarias para representar a Morena.
De las tres fichas morenistas, Ricardo Monreal ha sido quien más ha expresado públicamente su deseo de ser el sucesor de Andrés Manuel, tanto así que lo catalogó a modo de analogía como “su regalo de Día de Reyes”.
No obstante, a comparación con lo pronunciado por el tabasqueño en su mañanera, el senador apuntó que la lucha presidencial sí desató una disputa política en el gobierno tanto en las alianzas opositoras, como en Morena.
Estos hechos los comparó con las revoluciones que a lo largo de la historia han colapsado por ser incapaces de “sostener principios y renovar democráticamente las dirigencias”; lo anterior generó “confrontaciones insalvables y colapso institucional en el proyecto”, escribió en una serie de reflexiones entorno a las candidaturas.
En relación con ello, argumentó que los miembros de la Cuarta Transformación y quienes los respaldan se enfoquen, principalmente, en “profundizar los cambios institucionales, lograr la transición política y el cambio de régimen, así como conseguir que el sistema político-electoral sea neutral, honesto y esté en mejores condiciones de las que enfrentamos en 2018″.
Por esa razón, hizo un exhorto a quienes han sido “destapados”, a la militancia de Morena, sus aliados, y a la población mexicana que no se olviden de la historia.
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