CDMX: murió “Inés”, la hipopótama más longeva del zoológico de San Juan de Aragón

La Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema) dio a conocer cuáles fueron los cuidados que recibió el gran mamífero que murió a los 50 años de edad

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La Secretaría de Medio Ambiente de la CDMX dio a conocer que la hipopótama Inés falleció durante la madrugada de este 3 de enero a sus 50 años (Foto: Sedema)
La Secretaría de Medio Ambiente de la CDMX dio a conocer que la hipopótama Inés falleció durante la madrugada de este 3 de enero a sus 50 años (Foto: Sedema)

La Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México y la Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre dieron a conocer el fallecimiento de Inés, la hipopótama más longeva del Zoológico de San Juan de Aragón. De acuerdo con la dependencia local, el pasado 2 de enero la hembra tuvo problemas para desplazarse a su albergue, razón por la que fue alimentada directamente en la boca por personal del parque y también se le suministró un tratamiento.

Sin embargo, pese a los esfuerzos de los médicos veterinarios, Inés falleció durante la madrugada de este 3 de enero. Según la Sedema, los hipopótamos en vida silvestre llegan a vivir hasta 30 años, pero con los cuidados especiales que se tienen dentro de los parques zoológicos, Inés vivió más de 50 años, 20 años más de la esperanza de vida en esta especie originaria del continente africano.

Inés nos dio muchas alegrías y enseñó a los visitantes del Zoológico de San Juan de Aragón sobre la fauna silvestre que habita en otras partes del mundo y con quienes compartimos nuestro entorno”, expresó la dependencia gubernamental a través de un comunicado, cuya noticia también fue dada a conocer mediante Twitter.

La hembra herbívora recibió tratamiento analgésico y se le suministraron condoprotectores para atender los problemas en sus articulaciones (Foto: Sedema)
La hembra herbívora recibió tratamiento analgésico y se le suministraron condoprotectores para atender los problemas en sus articulaciones (Foto: Sedema)

Cabe destacar que Inés era un ejemplar geriátrico y tenía algunos padecimientos relacionados con su avanzada edad. Además, fue diagnosticada con problemas en la piel y las articulaciones, situación por la que recibió tratamiento permanente por parte de sus cuidadores y médicos veterinarios. Su tratamiento fue a base de terapia local en las zonas de la piel con lesiones y, en cuanto a su padecimiento en las articulaciones, Inés recibió terapia analgésica y le fueron suministrados condoprotectores.

Su alimentación consistía en una mezcla de alfalfa achicalada picada para facilitar su digestión, avena en hojuela, pellets para herbívoros silvestres, salvado de trigo, grenetina y melaza. En su albergue se realizaban rutinas como el lavado y cambio del agua de su charca dos veces por semana, así como otras acciones para cuidar y garantizar su salud y bienestar, como el mejoramiento de su estancia con la modificación del piso, para adecuarle una zona con tierra y pasto y la instalación de una malla arriba de su charca para incrementar la sombra que le proporcionaba una palapa que formó parte de su albergue durante muchos años.

“Para la Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre es de suma importancia salvaguardar la salud y el bienestar de los ejemplares que habitan en los zoológicos de la Ciudad de México, por ello los animales reciben siempre una atención continua de acuerdo con sus necesidades y con la evolución de los padecimientos que llegan a presentar, sobre todo en aquellos de edad avanzada”, se precisó en el comunicado de la Sedema.

Parte de los cuidados de "Inés" consistían en el lavado de su albergue y el cambio de agua en su charca dos veces por semana (Foto: Sedema)
Parte de los cuidados de "Inés" consistían en el lavado de su albergue y el cambio de agua en su charca dos veces por semana (Foto: Sedema)

Recientemente, falleció otro ejemplar de los zoológicos de la CDMX. El pasado 8 de diciembre del 2021 se dio a conocer la muerte del orangután Toto, especie el peligro de extinción que habitó en el Zoológico de Chapultepec desde que nació el 26 de diciembre de 1991.

De acuerdo con la Sedema, el equipo médico veterinario a cargo de Toto observó que disminuyó su apetito, por lo que se inició un tratamiento para atender los trastornos gastrointestinales que presentó. Sin embargo, la salud del ejemplar no mejoró a pesar de los esfuerzos de sus cuidadores por reanimarlo.

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