El Gobierno de México ha ofrecido brindar asilo a Julian Assange, el fundador de WikiLeaks a quien Washington busca juzgar por la difusión de documentos clasificados.
“Estamos dispuestos a ofrecer asilo a Assange en México. (...) No representa ningún peligro en México”.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hizo un llamado al gobierno de Estados Unidos a actuar con humanidad y solidaridad hacia la situación del periodista.
“Consideramos que el gobierno de Estados Unidos debe actuar con humanismo. Sería una muestra de solidaridad, fraternidad, el permitirle que reciba asilo en el país que Assange resolviera vivir”, puntualizó en su conferencia de prensa.
Las declaraciones del Jefe del Ejecutivo derivan de la acusación por espionaje que le valdrían a Assange una pena de hasta 165 años de prisión.
Además, el programador australiano pende de una cuerda floja luego que Reino Unido reactivara su proceso de extradición al país norteamericano tras invalidar un veredicto que frenaba el proceso por motivos de salud y un alto riesgo de suicidio del acusado.
En ese tenor, Andrés Manuel reveló que ya había intervenido en el caso a través de un escrito dirigido al expresidente estadounidense, Donald Trump, en el cual solicitaba el indulto a Assange, aunque comentó que no tuvo respuesta alguna.
“Antes de que terminara la administración de Donald Trump, yo le envié un escrito pidiendo que se le perdonara. No tuvo respuesta”.
De ahí que volvió a refrendar el compromiso de México de “cumplir ofreciéndole el asilo”, así como solicitando al gobierno de EE.UU, ahora encabezado por Joe Biden, una “actitud humanitaria”.
El fundador de WikiLeaks, que está preso en la cárcel británica de alta seguridad de Belmarsh (Londres), afronta en EE.UU. 18 cargos con relación a las filtraciones de su portal de miles de documentos confidenciales relacionados con las campañas militares de ese país en Irak y Afganistán y por intrusión informática. Los cargos conllevan una pena máxima de 175 años de prisión.
Assange es acusado de ayudar de forma ilegal a la analista militar de inteligencia Chelsea Manning a robar despachos diplomáticos clasificados y archivos militares que WikiLeaks publicó más tarde. Los abogados de Assange afirmaron que actuaba como periodista y que tiene derecho a las protecciones de la libertad de expresión recogidas en la Primera Enmienda por publicar documentos que dejaron al descubierto malas prácticas del Ejército estadounidense en Irak y Afganistán.
Suecia archivó las investigaciones por delitos sexuales en noviembre de 2019 porque había pasado demasiado tiempo, pero Assange sigue en prisión. La juez que bloqueó su extradición en enero ordenó que siguiera retenido mientras se instruía cualquier apelación estadounidense, ya que el reo, que es ciudadano australiano, “tiene un incentivo para fugarse” si es liberado.
Organizaciones de periodistas y grupos de derechos humanos han instado al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a abandonar el proceso legal lanzado por su predecesor, Donald Trump.
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