Latinoamérica sigue siendo una de las zonas más hostiles del mundo para ejercer el periodismo, y México es el país más peligroso, denunció la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios).
La libertad de expresión retrocedió en 2021 en América, incluido Estados Unidos, con al menos 30 periodistas asesinados en el hemisferio y persecución de comunicadores en Nicaragua, El Salvador y Brasil, entre otros países.
“El discurso contra la prensa y los ataques ganaron terreno, pusieron en jaque a los sistemas democráticos y penetraron hasta en las sociedades más sólidas, como el asalto al Capitolio de Estados Unidos” el 6 de enero por parte de seguidores del entonces presidente Donald Trump, afirmó Fundamedios.
Durante el asalto al Congreso hubo “violentos ataques e insultos” a periodistas, en algunos casos motivados “no sólo por el odio contra la prensa, sino por el uso del idioma español”, añadió.
La ONG destaca la situación en Centroamérica, sobre todo en Nicaragua, que “se convirtió en una dictadura y sus prácticas lamentables fueron replicadas por sus países vecinos con un solo objetivo: callar las voces disidentes”.
Por su parte, la asociación mundial de periodistas International Press Institute (IPI) publicó un informe global esta semana en el que denuncia el asesinato de 45 reporteros en 2021 por causas relacionadas a su trabajo.
“El recuento refleja los riesgos continuos de hacer periodismo y reafirma la seguridad de los periodistas como un desafío global. El IPI hace un llamado a las autoridades para que pongan fin a la impunidad por estos crímenes y aseguren la protección de los periodistas, quienes deben poder realizar su trabajo con libertad y seguridad”, dice el informe.
Según la investigación, de los 45 periodistas asesinados, 40 eran hombres y cinco mujeres. Además, de esta cifra, 28 fueron asesinado porque su trabajo molestó a algún poder, tres murieron mientras cubrían un conflicto, dos perdieron la vida cubriendo disturbios civiles y un periodista murió mientras realizaba una trabajo de reportería. La IPI señala que 11 casos aún están bajo investigación.
Entre las víctimas está el periodista independiente somalí Jamal Farah Adan, quien fue baleado por hombres armados el 1 de marzo. El grupo terrorista Al-Shabaab asumió la responsabilidad del crimen. La lista también incluye al periodista mexicano Ricardo Domínguez López, propietario del sitio web de noticias InfoGuaymas. En julio fue asesinado a tiros en el estacionamiento de un supermercado.
En América Latina, que encabezó la lista en 2020, se produjeron 10 asesinatos: siete en México, uno en Colombia, uno en Guatemala y uno en Haití.
“Como el año pasado, más periodistas fueron asesinados en México (7) en 2021 que en cualquier otro país del mundo. Los siete casos fueron asesinatos selectivos. Según el análisis del IPI, los periodistas que investigan la política local y el crimen organizado, incluido el tráfico de drogas, corren un riesgo mayor. Una explicación del elevado número de periodistas asesinados es el nivel de impunidad. Según las autoridades de México, solo en uno de estos siete casos se ha arrestado a sospechosos. El elevado número constante de asesinatos confirma el estatus de México como uno de los países más peligroso para el trabajo de los periodistas. Y en ese contexto, el gobierno ha decidido detener los fondos asignados para hacer cumplir la Ley de Protección de Defensores de Derechos Humanos y Periodistas (LPPDHP)”, denuncia el informe.
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