Ana Paula, Alonso y Gonzalo Castillo son los tres hijos de Alejandra Cuevas (68 años, Ciudad de México) quien lleva más de un año encerrada en prisión acusada del homicidio del hermano de fiscal General de México, Alejandro Gertz Manero. Con pruebas en mano han reclamado durante todo ese tiempo justicia para su madre señalando que los cargos en su contra son improcedentes. Advierten que se trata de un venganza personal de la máxima autoridad de justicia del país, a quien responsabilizan de una amenaza por escrito que recibieron este lunes.
“Se los advertimos hermanos Castillo vamos por los 3″, se lee en el mensaje que Gonzalo encontró en la manija de su automóvil al salir de casa de un familiar al que estaba visitando. No es la primera vez que los amenazan desde que hicieron público el caso de su madre. Ya en alguna ocasión les habían enviado un mensaje de texto. Pero sí es la primera vez que les hacen llegar ese tipo de advertencias de manera física.
“Una cosa es que te amenacen en redes sociales y otras es que te lleguen estos mensajes”, dice el hermano Castillo Cuevas en un video compartido con Infobae, “no sabes si te puede pasar algo en cualquier momento, saben dónde estoy, saben cuál es mi coche y francamente es algo muy preocupante. Llevamos 14 meses desde que el fiscal encarceló a mi madre y tememos por nuestra vida”.
Los tres hijos de Alejandra han dejado claro que responsabilizan al fiscal Alejandro Gertz Manero de cualquier cosa que pudiera sucederles a ellos, a su mamá y a su familia.
Ellos ya se percataron de que su exigencia de justicia llegara a oídos del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). También solicitaron un juicio político en contra de Gertz Manero. De igual manera revelaron documentos que vicularían al alto funcionario con una cuenta millonaria en un paraíso fiscal. Los tres insisten en que la situación de su madre no es más que el resultado de una venganza personal de Gertz Manero quien, aseguran, “tiene miedo” de que su abuela Laura Morán de 94 años, quien durante casi cinco décadas fue pareja sentimental de Federico Gertz, pueda tener información que constate que este era prestanombres del actual fiscal y que “su fortuna incalculable salga a relucir”.
El caso de Alejandra Cuevas acumula ya una serie de giros que, más allá de ayudar a que se resuelva, le han alargado su estadía en la prisión. El último de ellos ocurrió el pasado mes de noviembre, cuando tres magistrados iban a pronunciar el veredicto sobre su caso con altas posibilidades de obtener su liberación. Pero horas antes de que eso tuviera lugar, el Consejo de la Judicatura Federal notificó que por instrucción del fiscal mexicano el caso había sido remitido a la Corte para que ahí sea resuelto. Ahora, entre los reclamos de su familia, también está que desde el mes pasado que la Corte atrajo el caso no les han resuelto nada.
Alejandra Cuevas fue sentenciada con un auto de formal prisión, mismo que la Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México confirmó el pasado mes de febrero. Los argumentos con los que se emitió dicha sentencia referían a Alejandra como garante de Federico, es decir, quien estaba a cargo de sus cuidados. Pero la única que desempeñaba ese rol era su madre, Laura.
El pasado septiembre, la Juez Quinto de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México, Patricia Díez, consideró que los argumentos de la denuncia fueron incongruentes con los testimonios y elementos prueba presentados por la defensa de la acusada, así que les otorgó amparos a ella y a su madre Laura, mismos que dejaban sin efecto la orden de aprehensión que la tiene en la cárcel.
Pero casi enseguida la Fiscalía General de la República (FGR), dirigida por Alejandro Gertz Manero, impugnó el recurso, mismo que pareciera ir saltando de lugar en lugar sin lograr ser resuelto.
El hermano del fiscal mexicano murió en septiembre de 2015. La autopsia señaló prácticamente el deterioro de su salud como la causa del deceso. Alejandro Gertz Manero acusó a la pareja de su hermano, Laura Morán, y a sus hijas Alejandra y Laura –suegra de Alfredo del Mazo, desapareció después de la acusación– de homicidio por omisión de cuidados a Federico.
La denuncia fue archivada dos veces por la justicia de la Ciudad de México. En ambas ocasiones se concluyó que no había elementos que evidenciaran la responsabilidad de las acusadas. En 2020, luego de que Alejandro Gertz Manero fuera designado a cargo de la FGR, la demanda procedió y se retomó la acusación. El 25 de septiembre se ejerció acción penal y el 2 de octubre se libró la orden de aprehensión en contra de ambas señaladas. Dos semanas después Alejandra fue detenida mientras circulaba en un coche por Paseo de la Reforma.
Homicidio por omisión, es el delito que le imputan a Alejandra Cuevas. Dicha acusación requiere que se compruebe que la señalada era garante de la víctima, es decir, quien estaba a cargo de sus cuidados. En este caso, ese rol solo lo desempeñaba Laura Morán quien, de acuerdo con los establecido en las declaraciones, dentro de sus posibilidades y asistida por el personal de salud que tenía contratado llevaba a Federico a consultas y le compraba los medicamentos que le recetaban.
Es importante señalar que para que la persona garante pueda ser acusada se debe tomar en cuenta la posibilidad de salvamento, o sea la posibilidad física para actuar en el momento del peligro. Laura Morán tenía 88 años de edad en ese entonces.
Posterior a la detención de su madre, los hijos de Alejandra –como han dado a conocer desde el primer momento– trataron de negociar su liberación con Gertz Manero, intento en el que entregaron desde obras de arte hasta la renuncia de su abuela a la pensión que Federico le había dejado. Pero no fue suficiente. Incluso, han reiterado en diversas ocasiones Ana Paula, Alonso y Gonzalo, el fiscal les llegó a exigir que se incriminaran en el mismo delito, a lo que no sucumbieron, y decidieron entonces hacer mediática esta situación.
SEGUIR LEYENDO: