En los últimos meses, la inflación en México ha ido a la alza sin que hasta el momento pueda ser controlada, lo que, de acuerdo con expertos y analistas, provocará que el año cierre con una tasa cercana al 8%, la más alta en 20 años. Pero además, no se prevé que regrese a los niveles de 3 o 4% sino hasta 2023.
El incremento en los precios de múltiples productos, principalmente los de consumo básico, impulsados por los aumentos en el costo del gas LP, electricidad y gasolina, los cuales el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que no aumentarían; afectan -sobre todo-, a los más pobres, por lo que, además de poner en entredicho la retórica incluyente del mandatario federal, impacta sus perspectivas electorales del próximo año, cuando se renovarán seis gubernaturas estatales y se llevará a cabo la consulta de revocación de mandato.
De acuerdo con el periodista Mario Maldonado en su columna de opinión en El Universal, las altas tasas inflacionarias preocupa sobremanera al titular del Ejecutivo, por lo que aceptó reunirse en un corto tiempo, con los multimillonarios y empresarios principales del país para pedirles que le “ayuden con la inflación”.
El columnista recordó que en la reunión con los empresarios de su Consejo Asesor, el 23 de octubre pasado, López Obrador les entregó un texto con información económica general, pero con énfasis en el tema de la inflación y los salarios.
Sobre este último punto, el mandatario federal les pidió “que lo apoyaran” para que se permita recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores. Fue entonces que se anunció un aumento al salario mínimo de 22%, el cuarto incremento en lo que va de la administración, con lo que habrá subido ya 82%.
En cuanto a los precios, el presidente les pidió “tener conciencia” y no aumentarlos “más de lo que deberían”, apelando a su política de ganancias justas. Pero los empresarios argumentaron que buena parte de la inflación obedece al incremento de los precios a nivel internacional, y en algunos, no estaban transfiriendo esos aumentos a los precios finales a los consumidores.
Entre los asistentes estaban Carlos Slim, Germán Larrea, Alberto Bailleres, Bernardo Gómez, Olegario Vázquez Aldir, Ricardo Salinas, Carlos Hank González, Daniel Chávez, Miguel Rincón y Sergio Gutiérrez.
“Al parecer al Presidente no le gustó la respuesta y esta semana inauguró el ‘Quién es quién en los precios’ de la canasta básica, al comparar los supermercados con las centrales de abasto. Esta información, junto con la que le han puesto sobre la mesa algunos colaboradores, de llevar a cabo un control de precios, como ya sucede con el gas LP, han puesto a pensar al presidente sobre qué hacer: dejar que México siga siendo una economía de mercado o tentar al Diablo con el establecimiento de precios máximos, y entonces sí voltear a ver las tragedias humanas que han ocasionado en países como Venezuela”, finalizó el columnista.
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