Luego de semanas desaparecidos se teme que 13 migrantes fueron asesinados por el crimen organizado en Chihuahua

A finales del pasado septiembre, el grupo se dirigía a las zonas de Midland-Odessa y a Dallas, en EEUU

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Fotografía fechada el pasado 8
Fotografía fechada el pasado 8 de diciembre de las carpas situadas en Ciudad Juárez (México) en las que son recibidos los migrantes deportados para su posterior trasladado a albergues, en virtud del programa ""Quédate en México"", por el puente Internacional Reforma, hoy, en Ciudad Juárez, estado de Chihuahua (México). EFE/ Luis Torres

La crisis migratoria que se vive en el territorio mexicano ha dado pie a que las personas, en su intento por llegar al vecino norteño Estados Unidos, queden cada vez más expuestas a caer en los abusos del crimen organizado. Tal situación la refleja el caso de unos 13 migrantes que fueron secuestratos en Chihuahua, están en calidad de desaparecidos, y se teme que hayan sido víctimas mortales de la disputa entre grupos del narcotráfico que operan en la zona.

Y es que, de acuerdo con medios de localidades fronterizas, cada vez se vuelve más violenta la pelea entre cárteles de drogas que buscan hacerse de las rutas territoriales que les facilitan el contrabando hacia Texas. Mientras que en el caso de dicho grupo de migrantes, estos se dirigían a las zonas de Midland-Odessa y a Dallas, de acuerdo con lo declarado por sus mismos familiares y activistas que mantienen la esperanza de que el grupo. De los 13 migrantes todos hombres y la mayoría es del estado de Chihuahua. La esperanza es de que estén vivos y se pida un rescate económico por ellos.

Pero una fuente oficial, que prefirió el anonimato, confesó al The Dallas Morning News y Marfa Public Radios que están “buscando cuerpos, o partes de lo que quedó de ellos” en el desierto, ya que “puedo decir que no están vivos”.

Dos migrantes centroamericanos (i) caminan
Dos migrantes centroamericanos (i) caminan mientras son deportados bajo el programa reactivado ""Quédate en México"" por el puente Internacional Reforma, el 7 de diciembre de 2021, en Ciudad Juárez, estado de Chihuahua (México). EFE/ Luis Torres

Este secuestro masivo tuvo lugar a finales del pasado septiembre, sumandose a la ola creciente de desapariciones de migrantes que tiene lugar en el área entre Ciudad Juárez, frontera con El Paso, y el pueblo de Ojinaga, que colinda con Presidio, una comunidad cercana al Parque Nacional Big Bend, un corredor con un grande historial de violencia relacionada al narcotráfico.

“Algo está pasando en Chihuahua, algo está pasando en la frontera y no podemos cerrar los ojos”, decía una de los familiares de desaparecidos en ese estado, en el mismo contexto. En tanto, los mismos especialistas en temas de seguridad y migración se dicen preocupados de que la violencia en parte sea impulsada por las políticas restrictivas de migración impuestas por Estados Unidos, las cuales han dejado a decenas de miles de migrantes en el limbo a lo largo de la frontera, obligándolos a permanecer en peligrosas ciudades mexicanas donde pueden ser presa fácil de grupos delictivos.

‘Permanecer en México’, es el programa de Protocolos de Protección a Migrantes, impulsado por Donald Trump antes de que acabara su mandato en EEUU, y que busca que los solicitantes de asilo que llegan a ese país esperen en México, a veces durante meses, en espera de su fecha para asistir a un audiencia ante una corte migratoria. Joe Biden lo suspendió apenas llegó a la Casa Blanca, pero el mismo fue restablecido a principios de diciembre luego de una orden judicial.

Fotografía de archivo de migrantes
Fotografía de archivo de migrantes son detenidos tras cruzar el río Bravo en la fronteriza Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua (México). EFE/ David Peinado

Para muchos conocedores y críticos del tema, Estados Unidos ha subcontratado de manera no intencional un sistema roto de migración al crimen organizado, ya que ese program da un impulso al contrabando de personas. Dichas políticas “aumentan la cantidad de personas que están lo suficientemente desesperadas como para poner sus vidas en las manos de un traficante de migrantes”, cita el Dallas News a David Shirk, director del programa “Justice in Mexico” de la Universidad de San Diego.

Asimismo, dicho medio cita a Andrew Selee, presidente del “Migration Policy Institute”, quien señaló que los cárteles de droga no solían estar interesados en el tráfico de personas porque lo veían como un negocio secundario y mucho menos lucrativo. Obviamente, los números están cambiando. Y cuando los números cambian, se vuelve mucho más atractivo intentar controlarlo”.

El tema cobra gravedad tomando en cuenta que la Comisión Nacional de Búsqueda de México tiene reportadas más de 95 mil personas en calidad de desaparecidas. Mientras que el mismo Comité de las Naciones Unidas contra las Desapariciones Forzadas ha advertido ya que los migrantes en México son particularmente vulnerables a desaparecer.

Por su parte, Human Rights First ha documentado más de 7 mil ataques violentos en contra las personas que fueron regresadas a México o que fueron obligadas a esperar en el país durante las presidencias bajo la política de ‘Permanecer en México’. Y esos solo son los casos de los que se tiene reporte.

Así, mientras algunos de los familiares de los desaparecidos en su camino al norte del país aú esperan respuesta de su paradero, otros cuentan con evidencia tangible de la brutalidad vivida por sus parientes.

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