El Servicio Postal Mexicano (Sepomex), Correos de México, convirtió el Palacio Postal en el Palacio de los Deseos para que niñas y niños envíen sus cartas a Santa Claus y los Reyes Magos, asimismo, podrán participar en el tradicional taller navideño.
El recinto se ubica en en Tacuba No. 1, Centro Histórico, Col. Cuauhtémoc, Ciudad de México, ahí los pequeños podrán tomar el taller en el cual aprenderán a escribir su carta y las que tengan correctamente los datos con nombre completo, calle, colonia, número interior y exterior, alcaldía, y código postal, recibirán respuesta por parte de Santa y los tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltazar.
Para tomar el taller, los niños deberán llegar con su hoja sobre u hoja y estampilla, la cual podrán adquirir en las ventanillas del Palacio Postal. De igual forma, se puso a la venta un kit navideño que contiene una estampilla postal conmemorativa a la Navidad, así como una carta-sobre con un valor de $17 pesos con 50 centavos.
El envío de una carta nacional, la cual pese no más de 20 gramos es de $7 con 50 centavos y el envío internacional varía entre $13.50 y $15 pesos mexicanos, dependiendo de la distancia.
Una alternativa para quienes no pueden ir al Palacio de los Deseos es descargar la carta-sobre en su formato digital para imprimir y posteriormente, llevarla a la oficina postal más cercana.
Las cartas serán enviadas a las siguientes direcciones:
Santa Claus: Calle Regalo No. 5, Colonia Nieve, Alcaldía Polo Norte, C.P. 00695
Reyes Magos: Calle Estrella de Belén, No. 6, Colonia Sorpresa, Alcaldía Los Deseos, C.P. 00542
El Palacio de los Deseos en la CDMX permanecerá abierto de lunes a domingo de 10:00 16:00 horas, descansando los días 19, 24, 25 y 31 de diciembre y 1° de enero.
Asimismo, es importante recordar que por cuestiones sanitarias, todas las personas que ingresen a la Quinta Casa de Correos deberán portar cubrebocas en todo momento y cada niño sólo podrá entrar acompañado de un adulto.
En promedio, Sepomex recibe alrededor de 22 mil cartas, en 2019 tanto Santa Claus como los Reyes Magos contestaron 19 mil 365, las cuales fueron entregadas por carteros y carteras en los domicilios de los pequeños que depositaron sus misivas en los buzones navideños destinados para este fin, este año, fueron instalados este tipo de buzones en 337 oficinas postales de las principales ciudades de los 32 estados.
Cuándo comenzó la tradición de los Reyes Magos en la Alameda Central de la CDMX
Durante las fechas decembrinas, hay tradiciones en los mexicanos que no pasan de moda ni desapercibidas. Una de ellas, es la llegada de los Reyes Magos el seis de enero, en la que los pequeños de la casa se emocionan y divierten con los juguetes que esperaron todo el año.
Además, se corta la rosca de reyes, con la cual se determina quien comprará los clásicos tamales en el día de la Candelaria, celebrado el 2 de febrero. Además de estas tradiciones, desde hace ya bastantes décadas, durante los días previos a la llegada de los Reyes Magos en la Ciudad de México, decenas de familias se concentran en la Alameda Central, ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc. Rodeados de luces de colores, heno, adornos navideños, globos y escarcha, pequeños esperaban desde los años 60´s la llegada de los Reyes Magos para que los más pequeños de los hogares se tomaran una fotografía sonrientes con ellos.
A pesar de que aún se ve, aunque con menos entusiasmo, esta tradición se fue desvaneciendo poco a poco, aunque este trío de personajes aún se daban cita en el lugar a inicios de los años 2000, sin embargo, se notaba cada vez más decadente por la falta de personas que asistían.
Esta costumbre de celebrar el Día de los Reyes Magos data de la época del Porfiriato, pues en aquellos años el lugar se posicionó como uno de los puntos más importantes para comerciar algunos artículos tradicionales de la temporada, como musgo, piñatas, juguetes, entre otras cosas. Las calles Puente de la Mariscala, Santa Veracruz, San Juan de Dios y la hoy avenida Hidalgo, se convertían en un mercado al que iban los pobladores contagiados por el espíritu de las fiestas de fin de año, informó El Universal.
Por lo que la Alameda se convertía en el punto de reunión perfecto para disfrutar de más atracciones decembrinas y eventos culturales que comenzaban en la mañana y terminaban mucho después de que se ocultaba el sol. Los visitantes preferían estar en la zona durante la noche, para apreciar la iluminación que colocaban los gobiernos locales.
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