Este martes se registró un asesinato en el municipio de Tula de Allende, en Hidalgo. Los responsables, que presuntamente viajaban a bordo de un auto, habrían incendiado el vehículo como distractor para poder huir de la escena.
La víctima fue identificada como un agente de la Fiscalía General de la República de Hidalgo. La ejecución ocurrió cerca de la medianoche en el estacionamiento de una tienda de conveniencia ubicada en la colonia Iturbe. Los vecinos refirieron a las autoridades que escucharon una secuencia de detonaciones.
Según las primeras versiones, el agente asesinado viajaba a bordo de un automóvil con una menor de aproximadamente cuatro años de edad, la cual tuvo que ser resguardada por los oficiales que atendieron la emergencia.
Los reportes de la prensa local indicaron que los responsables al parecer viajaban en dos camionetas, una Chevrolet Tahoe y una Ford Lobo. Ésta última furgoneta fue encontrada incendiada metros adelante de dónde se registró la ejecución. Supuestamente los asesinos huyeron hacia el poblado de Santa Ana Ahuehuepan.
Al sitio arribaron efectivos de la policías Municipal y Estatal para acordonar la escena del crimen y preservar los indicios. Extraoficialmente se informó que la víctima habría recibido más de 17 impactos de bala en diferentes partes del cuerpo.
Personal de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo dio fe de los hechos e inició una carpeta de investigación. Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo implementó un operativo de búsqueda y localización de los responsables.
Cabe señalar que con un modus operandi muy similar el pasado miércoles 1 de diciembre un comando armado irrumpió a bordo de varios vehículos en el Centro de Reincersión Social (Cereso) Tula para liberar a José Artemio Maldonado Mejía, alias el Michoacano, el R y/o Rabias, identificado como líder de Pueblos Unidos, junto con otros ocho reclusos.
A la fecha suman nueve sicarios detenidos y tres reos reaprehendidos, así como nueve custodios del Cereso de Tula que presuntamente participaron en una de las fugas más dramáticas que el país haya visto en los últimos años.
En la operación se emplearon dos vehículos que se incendiaron para distraer a las fuerzas de seguridad mientras el comando armado ingresaba a la cárcel, y otra unidad donde se encontraron unos objetos que se presume podrían ser explosivos, precisó el procurador General de Justicia del Estado de Hidalgo, Alejandro Habib Nicolás.
El procurador confirmó que aún no se ha logrado apresar al líder del grupo, identificado como José Artemio Maldonado Mejía, alias El Michoacano, quien fue uno de los nueve presos que huyeron del Cereso con la ayuda de un camión de tres toneladas, que tenía soldada una chapa en su parte frontal, y logró tumbar un portón de la cárcel para facilitar la fuga.
En Tula se ubica una gran refinería y el área está plagada de bandas armadas que roban combustible perforando los ductos.
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