El pasado jueves 16 de diciembre, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) presenció un desplome histórico en las acciones de Aeroméxico, la aerolínea mexicana de 87 años de historia que llegó a perder hasta el 75.6% de su valor en sus títulos durante los últimos días.
Las perdidas cerraron el día jueves con un valor de 1.76 pesos por acción, que representa un 52.3% menos que el miércoles, cuando se cotizaban en 3.69 pesos por título.
Para entender esta caída sin precedentes es necesario saber que todo surge a raíz de la Oferta Pública de Adquisición que lanzó uno de los accionistas, quien ofrecerá cada título a un centavo, con el objetivo de que un tercero inyecte nuevo capital y compre un máximo de 331 millones 480 mil 713 acciones.
En términos concretos, esto significará que las acciones que cada socio tenga en posesión disminuirá en valor, pues con el ingreso de un tercer accionista principal que compre cada título por un centavo, el resto baja de valor, de acuerdo con Jonathan Félix de la calificadora Verum.
Esto no significa que Aeroméxico haya perdido dinero ni que se haya devaluado drásticamente su marca, pues de acuerdo con el analista, “no es una pérdida de flujo de la aerolínea”, sino que el valor de sus acciones se habría diversificado ahora y de cara al futuro.
Esta Oferta Pública de Adquisición (OPA) significa que la empresa recibirá nuevo dinero que supondría un beneficio estructural a toda la aerolínea, pues “con esta inyección de recursos, se viene a fortalecer la estructura de capital de la aerolínea. Viene a dar recursos que le van a dar crecimiento”, afirmó Félix.
Este movimiento forma parte del Plan Conjunto de Reestructura que la aerolínea presentó ante la Corte de Quiebras de Nueva York desde 2020 a raíz de las pérdidas económicas por la pandemia de COVID-19.
En síntesis, este plan, que está apoyado por su principal socio, Delta Airlines, representa que Aeroméxico recibirá alrededor de USD 720 millones en nuevo capital; mientras que otros USD 765.2 millones serán en concepto de deuda, misma que no afecta a los accionistas pasivos.
Mediante esta maniobra se espera concluir con el “proceso voluntario de reestructura” que la empresa presentó ante la Corte de Quiebras en Nueva York, pero que de acuerdo con Brian Rodríguez, analista en Monex Casa de Bolsa, la oferta pública representará “el pago de la deuda a cambio del control de la compañía”.
“De llevarse a cabo la OPA, prácticamente Aeroméxico se deslistaría de Bolsa porque la participación accionaria quedaría en manos de capital privado, pero que ya tiene nombre, y que no tiene la intención de estar en el “float” de la compañía que quedaría en 0.01%, lo que ya no sería representativo”, afirmó Rodríguez, de acuerdo con El Financiero.
Estas palabras son referentes a que las acciones ofertadas en un centavo son en dirección a un tercer socio privado que se adjudicará con el 49% de la aerolínea y quien, de cierta forma, tomaría el lugar de múltiples accionistas pasivos, quienes verían diluidas casi completamente su valor en el mercado.
“Una vez que surtan plenos efectos legales los términos del Plan y las resoluciones de la Asamblea de Accionistas, los actuales accionistas se diluirán casi por completo, de modo que su participación accionaria restante probablemente sea mínima, si la hubiera, y las expectativas de valor respecto a sus posiciones accionarias actuales podrán ser cercanas a cero”, señaló la aerolínea tras anunciar la Oferta Pública de Adquisición.
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