El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha dado a conocer nueva información sobre Ovidio Guzmán López, el Ratón, hijo de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, pues afirma que sus nexos se identificaron en Argentina y ha ordenado actos sangrientos, como el asesinato de un cantante que se rehusó a cantar en su boda.
Según las autoridades estadounidenses, el narcotraficante habría invertido grandes cantidades de dinero para la compra de marihuana y cocaína en México y Colombia, así como para la adquisición de efedrina proveniente del país sudamericano que encabeza actualmente Alberto Fernández.
Ovidio y su hermano Joaquín Guzmán López son dos de los miembros más importantes del Cártel de Sinaloa, organización criminal en la cual tienen su propia célula conocida por autoridades estadounidenses como “La organización transnacional Guzmán-López”, que habría iniciado el difunto Edgar Guzmán López, asesinado en Culiacán por los mismos sicarios del Cártel de Sinaloa al confundirlo a él y sus acompañantes con enemigos, el 8 de mayo de 2008.
El Ratón y Joaquín estarían a cargo de al menos 11 narcolaboratorios ubicados en Sinaloa, los cuales producirían entre 3,000 y 5,000 libras (aproximadamente de 1,300 a 2,200 kilos) de metanfetamina por mes.
El comunicado no detalla cuándo ocurrió el asesinato, ni quién sería el artista. Pero ahora se entiende que este hijo del Chapo Guzmán ya está casado. La inclusión de este dato manifiesta la importancia de esta personalidad del medio del entretenimiento. Se presume que se trataría de un intérprete regional.
En abril del 2018, Ovidio y su hermano Joaquín fueron acusados por el Juzgado Federal del Distrito de Columbia por conspirar para distribuir más de cinco kilogramos de cocaína, 500 gramos de metanfetamina y 1,000 kilogramos de marihuana; por lo que se presentaron cargos de narcotráfico en su contra.
De ahí que el reciente 15 de diciembre, el Departamento de Estado anunció la recompensa de 5 millones de dólares por información que lleve a la captura o condena de Ovidio y cada uno sus hermanos, pues se designó a las organizaciones criminales mexicanas que se dedican al tráfico de drogas hacia el país del norte como la principal amenaza de seguridad.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, firmó una orden ejecutiva en la cual se anunció un cambio de estrategia en el combate al tráfico de drogas, pues anteriormente sólo se enfocaba en capturar a los cabecillas de los cárteles, pero ahora todas las personas que colaboren con este tipo de organizaciones serán perseguidas.
Asimismo, se les incluyó en la ley de cabecillas de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), por lo que todas sus cuentas, bienes, inmuebles y empresas serán confiscadas o congeladas por autoridades estadounidenses.
Un día después de que Estados Unidos diera a conocer estas medidas, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado sobre el fallido operativo que terminó con la liberación de Ovidio en octubre de 2019, ante lo cual el mandatario aseguró que “se ejecutó mal”, pues las autoridades contaban con muy pocos elementos en aquel momento.
Asimismo, destacó que su detención desató “una reacción muy fuerte de la delincuencia organizada”, quienes podrían atentar en contra de la vida de autoridades o civiles, por lo que aseguró que él personalmente “tomó la decisión de detener el operativo”
“No quisimos que perdieran la vida más personas (...) Si hicimos bien o hicimos mal, ya la historia lo dirá. Yo fui el que tomó la decisión de parar el operativo”, afirmó AMLO sobre el llamado Culiacanazo.
El mandatario reconoció que EEUU “está en todo su derecho” de perseguir al narcotraficante como parte de la estrategia de combate a las drogas, y aseguró que Ovidio también sigue en la mira de las autoridades mexicanas, pero serán éstas las encargadas de arrestarlo sin intervención extranjera.
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