El pasado 10 de diciembre, Estados Unidos emitió una serie de sanciones a funcionarios, ex funcionarios y entidades gubernamentales de diversos países. Entre ellos estuvo Mario Marín, mejor conocido como “El Gober Precioso”, quien es acusado por su presunta participación en el delito de tortura contra Lydia Cacho.
Marín fue incluido en una lista de 12 personas y la medida por la que optó el gobierno estadounidense se basa en el artículo 7031 de la Ley de asignaciones al Departamento de Estado, Operaciones Extranjeras y Programas Relacionados de 2021.
Dicha ley menciona que al momento en que “exista información creíble de que funcionarios de gobiernos extranjeros han estado implicados en una violación grave de derechos humanos o actos significativos de corrupción, esas personas y sus familiares directos serán designados en forma pública o privada”.
Ante esta situación, la periodista Lydia Cacho no tardó en dar su punto de vista y señaló que este era un buen paso para garantizar los derechos humanos de las personas.
“Vamos logrando que las autoridades de otros países les cierren el paso a las redes que protegen a la pornografía infantil y trata de niñas. Pronto en Reino Unido prohibirá la entrada a #KamelNacif por blanqueo de capitales en Londres. Así se combate a la #DelincuenciaOrganizada”, escribió desde su cuenta de Twitter.
Cabe recordar que en 2005, la periodista Lydia Cacho expuso en su libro Los demonios del Edén que tanto Marín Torres como su ex subsecretario de Seguridad Pública del mismo estado, Adolfo Karam, y el empresario textilero, Kamel Nacif, eran los responsables de mantener una red de pornografía y prostitución infantil con niños y niñas de entre cuatro y 14 años de edad.
Meses después de su publicación, Cacho fue detenida. Los delitos por los cuales se le acusó fueron de difamación y calumnias. Este procedimiento se llevó a cabo en el estado de Quintana Roo y la llevaron desde Puebla por vía terrestre.
Posteriormente, la periodista contó que en el trayecto fue torturada psicológicamente por los oficiales, quienes amenazaron con abusar sexualmente de ella. También señaló que cuando llegaron a Puebla, el trámite de su propuesta fue lento y tortuoso. La encerraron en un “calabozo inmundo” y le tomaron fotos desnuda al lado de un cuarto lleno de policías judiciales con una mampara transparente de por medio.
En una grabación telefónica se exhibe cómo el empresario libanés le agradece al ex gobernador la detención de la periodista en represalia por involucrarlo con el abuso de menores de edad.
“Acabé de darle un pinch* coscorrón a esta vieja cabron*. Le dije que aquí en Puebla se respeta la ley y no hay impunidad, y quien comete un delito se llama delincuente. Y que no se quiera hacer la víctima y no quiera estar aprovechando para hacerse publicidad”, se escucha en la conversación que desató el escándalo a finales del año 2005.
El 17 de diciembre de ese año, salió libre a las 15:00 horas, luego de pagar una fianza de 70,000 pesos en efectivo.
Actualmente, el ex gobernador está preso en una cárcel de Cancún, Quintana Roo, en donde se prevé que enfrente un juicio por tortura que durará por lo menos dos años, de acuerdo con la defensa de la periodista.
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