Frida Kahlo es, sin duda alguna, una de las máximas representantes del arte en México. La artista fue esposa de Diego Rivera, con quien vivió una tormentosa relación, llena de inseguridades, infidelidades y engaños.
Frida Kahlo murió en 1954, a los 47 años, y una semana antes de dejar este mundo, celebró su cumpleaños. Era 6 de junio de ese año, y a la artista la despertaron las clásicas mañanitas, y por la tarde llegaron a la Casa Azul de Coyoacán, en donde vivía, más de 100 invitados al festejo. Se dice que para la celebración ofreció mole con pavo y tamales con atole. Ese día, Frida celebró como nunca antes, pues, se tiene el rumor de que ya presentía su muerte.
Por esos días, la esposa de Diego Rivera, uno de los máximos representantes del muralismo en México, hizo las últimas intervenciones en su diario, con pensamientos en torno a la muerte y dibujos de ángeles negros. En una de las últimas páginas del diario, la pintora escribió: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”.
Fue el 13 de junio de ese año, durante la madrugada, que Frida comenzó a quejarse de fuertes dolores, según la escritora Hayden Herrera. La enfermera que la cuidaba la calmó y se quedó con ella hasta que la artista se quedó dormida. Posteriormente, a las seis de la mañana, volvió a revisar cómo se encontraba, sin embargo, Frida tenía los ojos abiertos y fijos, y su cuerpo estaba helado.
Herrera cuenta que fue el chofer de la familia quien llevó la noticia a Diego Rivera, diciéndole: “Señor, murió la niña Frida”. Rivera relataría, después, cómo fue aquel día. “Me quedé junto a su cama hasta las dos y media de la mañana. A las cuatro se quejó de un severo malestar. Cuando un médico llegó al amanecer, descubrió que había muerto poco antes, de una embolia pulmonar.
“Cuando entré a su cuarto para verla, su rostro estaba tranquilo y parecía más bello que nunca. La noche anterior me dio un anillo, que compró como regalo para nuestro vigesimoquinto aniversario, para el que todavía faltaban diecisiete días. Le pregunté por qué me lo estaba dando tan pronto y contestó: «Porque siento que te voy a dejar dentro de muy poco.» No obstante, a pesar de que sabía que iba a morir, ha de haber luchado por la vida. De otra forma, ¿por qué se vio obligada la muerte a sorprenderla quitándole el aliento mientras dormía?”.
En su acta de defunción, se reportó que su muerte se había debido a una embolia pulmonar, sin embargo, muchos creyeron que en realidad, la artista se había suicidado. Otros pensaron que su muerte había sido a causa de una sobredosis.
En el libro Frida íntima, se sugiere otra versión sobre la muerte de la artista. Ahí, se relata que Frida fue encontrada sin vida en el baño, y que este fue un dato que Diego prefirió omitir. Al cuerpo de Frida no se le practicó una autopsia, a pesar de que en él había moretones.
Las razones de su muerte, hasta el día de hoy, desatan preguntas sin respuesta.
El cuerpo de Frida fue colocado en un ataúd y llevado al Palacio de Bellas Artes. Tenía un vestido de tehuana, huipil blanco de yalalag, un collar de Tehuantepec y anillos en todos los dedos de las manos.
En Bellas Artes, se le rindió homenaje, al que asistieron importantes personalidades como Lázaro Cárdenas, David Alfaro Siqueiros, Carlos Pellicer, Lola Álvarez Bravo, Juan O´Gorman, Aurora Reyes y José Chávez Morado, entre otros.
Además, estuvieron presentes familiares de ella y de Diego, estudiantes, representantes de la embajada rusa y miembros del Partido Comunista.
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