De dónde viene la milenaria tradición de los pesebres o nacimientos navideños

Pieza esencial de las celebraciones navideñas en la sociedad mexicana, viene de Italia durante el siglo XIII y llega a nosotros a partir de la conquista española y la evangelización del territorio mexicano

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Figuras para el nacimiento de
Figuras para el nacimiento de navidad (Foto: Cuartoscuro)

Poner el nacimiento es una actividad que nos agrada bastante. Quizá sea por la cercanía familiar que envuelve la época navideña; de la complicidad cuando varias mentes se sintonizan para trabajar en equipo y emprenden un proyecto en conjunto como lo es armar el nacimiento. O quizá solo sea el orgullo de ver que tu nacimiento quedó más bonito que la vez pasada.

Desde que tenemos memoria, esta es una costumbre que se hace para conmemorar el nacimiento de Jesucristo (a pesar de que no se conoce con certeza) en Belén, en aquel humilde pesebre, que estamos seguros poco tenía de solemne en comparación de los suntuosos nacimientos que se ponen en las casas de miles de personas en América y parte de Europa.

Las celebraciones de la navidad y el nacimiento de Jesús llegaron a América tras la conquista. La evangelización en México se llevó a cabo por las pastorelas, los bautismos y las liturgias. Pero se cree que la tradición de los pesebres fue significativa por la representación de María y su hijo. Esta imagen conmovía a los indígenas en sobremanera y se le atribuye como antecedente del culto guadalupano.

Los nacimientos navideños surgen en
Los nacimientos navideños surgen en 1223 (Foto: Pixabay)

En México, la primera Navidad de la que se tiene registro fue en 1526 llevada a cabo por el misionero franciscano, Fray Pedro de Gante, quien le escribió al Rey Carlos V sobre esta celebración con los indígenas en la Nueva España.

Cuando los evangelizadores llegaron para difundir la religión buscaron aprovechar puntos de contacto que facilitaran la conversión de los indígenas. Por ejemplo: los aztecas celebraban en invierno el nacimiento de Huitzilopochtli, dios de la Guerra, coincidiendo con la época de Navidad. Estos días los Tenochcas llevaban invitados a sus casas y les ofrecían tzóatl, lo que hoy conocemos como “alegría” (dulce de amaranto).

Por medio de las coincidencias y de la fusión de conceptos similares, la evangelización fue un proceso exitoso.

San Francisco de Asís, creador
San Francisco de Asís, creador de los nacimientos navideños (Foto: INAH)

La tradición de los pesebres o nacimientos viene de 1223 cuando San Francisco de Asís, fundador de la orden de los franciscanos, montó el primero en la historia. Para esto pidió permiso al papa Honorio III para poder representar la escena en Italia, sin embargo, a diferencia de los pesebres actuales, fue un nacimiento con figuras vivas puesto para todos los presentes.

En México la tradición data desde 1594 con las religiosas del monasterio de la Encarnación como iniciadoras quienes comenzaron a realizar figurillas de cera. Posteriormente las figurillas se harían de todo tipo de materiales dependiendo del poder adquisitivo de las personas: cera, barro, madera, cartón, bronce, cristal, etc.

También las características de los personajes se veían alterados dependiendo de la ascendencia de las personas y su casta: podían ser blancos o morenos; las posiciones cambiaban así como los atavíos que se les ponía, ya fueran españoles o naturales. También se fueron dejando de lado los campesinos europeos para ser reemplazados por elementos nacionales o locales como las chinas poblanas, personas con atuendos tradicionales, por mencionar algunos.

Los nacimientos o pesebres forman
Los nacimientos o pesebres forman parte de las tradiciones navideñas mexicanas (Foto: Pixabay)

Para mediados del siglo XX, con la popularización del estilo de vida americano y la campaña de Coca Cola con su mascota Santa Claus, llegó a las casas mexicanas el hombre barbado y la popularización del árbol de navidad y también la idea de la pérdida de las tradiciones nacionales por las de los extranjeros protestantes. Por eso se instó a los niños a seguir con la construcción de los pesebres en sus casas.

Recientemente, la presencia de Santa Claus sigue vigente en las celebraciones navideñas y ha propiciado a un significado más comercial y consumista de la navidad. Sin embargo, los nacimientos siguen vigentes y patentes en la vida de una buena parte de los mexicanos y muchas veces hasta utilizando también a Santa.

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