La agencia Standard and Poor’s (S&P) ratificó la calificación crediticia de la deuda soberana de México de largo plazo en moneda extranjera de BBB y en moneda local de BBB+ al tiempo que mantuvo su perspectiva negativa.
Sin embargo, destacó que la calificación podría bajar en 2022 debido a un “perfil fiscal potencialmente más débil”, ante las presiones de “pasivos contingentes relacionados con la magnitud del potencial apoyo extraordinario a las empresas propiedad del gobierno, Pemex y CFE”.
La calificadora destacó que la nota de México se fundamenta en las fortalezas y debilidades de su democracia.
“En todo momento, el apoyo político a una gestión macroeconómica cautelosa ha apuntalado políticas fiscales y monetarias prudentes y un régimen cambiario flotante”, apuntó.
La calificación de S&P fue destacada por la Secretaría de Hacienda. A través de un comunicado, subrayó que la calificadora resaltó la prudencia en el manejo de las finanzas públicas durante la pandemia, fomentó la estabilidad macroeconómica y financiera, lo que permitió que los indicadores económicos del país tuvieran mejores resultados que otras economías similares
“Con esta calificación, concluyen las revisiones de 2021, en las que México ha sido ratificado por las agencias calificadoras que evalúan su deuda soberana”, aseguró Hacienda.
S&P mencionó en su comunicado que esperan que el avance y fortalecimiento del diálogo entre México, Estados Unidos y Canadá para fortalecer las cadenas de suministro y los vínculos trans-fronterizos en el marco del T-MEC, impulsen la inversión y mejoren el ambiente de negocios en México, apuntó la dependencia mexicana.
Por último, la Secretaría de Hacienda dijo que el informe resaltó que “la sólida composición de la deuda soberana limita los riesgos de mercado y de tasa de interés, y que nuestro país es un jugador activo e innovador en los mercados globales de capitales”.
Por último, Hacienda destacó que las ratificaciones de todas las agencias calificadoras “garantizan un acceso favorable para el sector público y privado a los mercados financieros internacionales y nacionales”.
En su anterior reporte emitido hace unos días, la calificadora de riesgos señaló que las ganancias de los bancos que tienen operaciones en México pueden caer 50% al cierre del presente año, como consecuencia del impacto ocasionado por la pandemia de COVID-19; pero señalo que registrarán el mismo nivel de utilidades que tenía previo a la emergencia sanitaria hasta el 2022.
Indicó que los bajos volúmenes de negocios como resultado del debilitamiento de la demanda de crédito y la baja de las tasas de interés han profundizado la caída en los resultados netos.
Y añadió que “dadas nuestras expectativas de deterioro de la calidad de activos entre los bancos mexicanos, un nivel más alto de provisiones afectará su rentabilidad. Por lo tanto, nuestro escenario base considera el supuesto de que la utilidad neta caiga en 50% en 2020 y que se recupere a niveles anteriores a la pandemia hasta 2022″, puntualizó.
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