Ramiro Pozos González lo predijo. Aquella confesión que realizó el 11 de septiembre del 2012 fue un aviso a navegantes: el Cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación se enfrentarían por el control del país. Desde entonces, la guerra entre ambas organizaciones ha costado la vida de miles de personas.
Apodado el Molca, este hombre se convirtió en uno de los hombres de confianza de Nazario Moreno, el Chayo, líder de los Caballeros Templarios, un cártel que asesinaba y torturaba por “justicia divina”. También fue parte de Los Valencia, una organización delictiva que trasladó toneladas de cocaína de Jalisco a Estados Unidos; tuvo conexiones con el cártel de Sinaloa y el del Golfo.
En 2010 fundó su propia célula delictiva: La Resistencia que nació tras la ruptura del Cártel del Milenio. En 2010, luego de la muerte de Ignacio Coronel (1954-2010) —lugarteniente de Joaquín el Chapo Guzmán— aquel grupo criminal, que dependía del Cártel de Sinaloa, se fragmentó y surgieron dos células delictivas: La Resistencia y el Cártel Jalisco Nueva Generación, encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes.
Entonces, se desató una guerra entre el CJNG y La Resistencia para tomar el control del trasiego de drogas a través de la ruta del Pacífico. Entre los años 2010 y 2012, y tras la captura del Molca, el cártel de las cuatro letras lograría derrotar a La Resistencia e iniciaría su expansión a Michoacán, Guerrero y Veracruz.
El día de su detención, el Molca llegó acompañado de un grupo de policías, abordo de un vehículo blindado, sujetándolo de los hombros, los elementos lo guiaron hasta una mesa donde se exhibía un fusil Kaláshnikov con incrustaciones de oro en el mango y el cargador, que supuestamente era propiedad del detenido.
Ante las cámaras de la prensa, Ramiro Pozos, unhombre robusto y con nariz deformada, levantó la cabeza, sonrió sutilmente y lanzó unas palabras a sus captores que resultaron inentendibles para las cámaras y finalmente mostró sus dientes. Después se acomodó las esposas y levantó los pulgares como si hiciera una señal de saludo. La imagen de el Molca, sonriente y tranquilo inundió la televisión y la prensa mexicana.
Este miércoles, el fundador La Resistencia fue sentenciado a 28 años de prisión.La condena se le ha impuesto tras nueve años de su captura por policías federales, cuando se encontraba a la entrada de su domicilio en el Estado de México.
La Fiscalía General de la República (FGR) ha informado que el líder criminal es responsable de delitos de delincuencia organizada, contra la salud en la modalidad de narcomenudeo, posesión de cocaína y marihuana con fines de comercio, y acopio de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Junto al Molca, también fueron sentenciados a 20 años de prisión sus hermanos, Gerardo Pozos González, Maromas, Juan Francisco Pozos González el 8 y un sujeto identificado como Héctor Fidel Miranda Hernández, alias Pájaro. A los tres hombres se les señala por portación de arma de fuego y posesión de cartuchos para armas, todas del uso exclusivo del Ejército.
SEGUIR LEYENDO: