En ocasiones surgen ideas inesperadas de nuestra cabeza que nos ayudan a resolver algún tipo de problema ¿te ha pasado?
Si es común que te lleguen estos “chispazos” y no sabes cómo nombrarlos, no te preocupes, acá te contamos.
Estas ideas que surgen en el momento en el que más lo necesitamos se llaman epifanías. La palabra epifanía tiene dos significados diferentes, según la Real Academia Española (RAE) el primero tiene que ver con una festividad que celebra la Iglesia católica el día 6 de enero, en conmemoración de la adoración de los Reyes Magos.
El segundo significado se define como una manifestación, aparición o revelación. La palabra viene del griego epipháneia, la cual se conforma del prefijo epi que quiere decir “por encima” y el verbo phaínein, traducido como “mostrarse” o “aparecer”.
El hecho de que la palabra se relacione con la manifestación de algo externo y ajeno a las personas, ha sido suficiente para relacionar el término con apariciones místicas, religiosas y sobrenaturales.
De hecho, el nombre de la celebración católica Epifanía, tiene que ver con la revelación que tuvieron los Reyes Magos de llevarle regalos al recién nacido niño Jesús.
Este evento fue tan importante para la Iglesia que llegó a ser considerado como símbolo para las sociedades europeas de antes, incluso, hay diversas pinturas de la época que retrataban aquel momento en el que los Reyes llegan con Jesús.
Un ejemplo es la Trilogía de la Epifanía de un importante pintor neerlandés llamado Jheronimus van Aken, mejor conocido como El Bosco. Según distintas fuentes, no se tiene el registro de la fecha exacta en la que la obra fue pintada, sin embargo, fue en el periodo de 1485 a 1500. Actualmente la pintura se encuentra expuesta en el Museo del Prado en Madrid, España.
A pesar de que no es muy común, también podemos encontrar Epifanía como nombre propio de mujer. Por otro lado, según la profesora española de artes e historia Andrea Imaginario, esta palabra igualmente ha sido utilizada en sentido filosófico para referirse a “una profunda sensación de realización al comprender la esencia o naturaleza de las cosas”.
La profesora explica, que la utilización coloquial del término —específicamente en Inglaterra—, a menudo tiene que ver con la aparición de pensamientos únicos y reveladores. Menciona que si se quiere utilizar con un sentido místico o religioso, lo mejor es usar la palabra teofanía, pues ésta se refiere estrictamente a algún tipo de manifestación divina ante los seres humanos.
El significado de epifanía es muy versátil, pues también lo encontramos en la literatura gracias al escritor irlandés James Joyce, quien lo utilizaba para referirse a las escenas que aparentemente mostraban acciones cotidianas de los personajes, pero en algún punto emergía inesperadamente información reveladora para el lector o lectora, lo cual hacía que la trama se transformara y la o el receptor se interesaran más en la historia.
Aunque la palabra se adapte a distintos usos que tienen que ver con cuestiones culturales y sociales, es un hecho que en todas las significaciones se habla de una manifestación inesperada que provoca un cambio positivo.
Ya sea que surja una epifanía cuando se está escribiendo acerca de algo, cuando alguien se encuentra en problemas y de pronto aparece un pensamiento que ayuda a solucionarlo o simplemente cuando las personas se sienten conmovidos por alguna experiencia religiosa, todas coinciden en la presencia de algo que alumbra el presente.
Así que la próxima vez que logres tener una revelación repentina, ya sabrás cómo nombrarla.
SEGUIR LEYENDO: