Sin duda alguna, el movimiento armado iniciado en México el 20 de noviembre de 1910, conocido como La Revolución Mexicana, es uno de los hechos históricos que más han marcado al país.
La desigualdad, la traición, el hambre y el hartazgo de los mexicanos hacia el régimen de quien fuera el presidente con más tiempo en el poder, Porfirio Díaz, hizo que se levantaran en armas y diera inicio a dicho movimiento.
Durante éste, surgieron nombres que destacaron por encima de los demás, como Emiliano Zapata, Francisco I. Madero, Victoriano Huerta y Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido como Pancho Villa.
Justamente este último, logró destacar por su gran capacidad para liderar a un ejército de hombres y por sus técnicas de combate que lograron ayudar a que Díaz renunciara a la presidencia y se marchara del país, con destino a París, Francia, en donde moriría en 1915.
Pancho Villa, quien también fue conocido como El Centauro del Norte, fue el comandante de la División del Norte, cuerpo militar que obtuvo importantes triunfos durante la Revolución Mexicana. Villa es un personaje que logró cautivar por muchas razones, tanto por sus batallas, como por su icónica figura, pues fue bandolero contrabandista a favor de los que menos tenía, por lo que también se le llegó a conocer como el Robin Hood mexicano.
El revolucionario mexicano fue retratado de muchas formas: tirano, genio, mujeriego, con don de gentes, caudillo del pueblo y como un líder brutal y tiránico. Como si su imagen y mito no fueran suficientes, Hollywood se acercó a Pancho Villa en 1914, para dar seguimiento a sus campañas y llevar al incipiente público del cine las noticias de un general que era perseguido tanto en México como en Estados Unidos.
Fue así como Mutual Film Corporation le propuso al revolucionario pagarle, por filmar sus batallas. Se dice que el trato fue cerrado por la cantidad de USD 25,000, y el 20% de las ganancias que la película dejara en taquilla.
De este trato se llegaron a hacer dos cintas, la primera que gira en torno a la batalla de Ojinaga, titulada The Battle of Ojinaga, y la segunda llamada Life of General Villa. El productor Frank Thayler fue también el encargado de que Villa firmara el contrato de las películas en las que el Centauro del Norte se comprometió a mostrar la realidad de la Revolución en el país.
The Life of General Villa, fue estrenada en 1914, y fue una de las cintas realizadas por el caudillo mexicano para Mutual Film. Dicha cinta muda se divide en dos partes, una en la que se muestra al general en acción, y en las muchas situaciones en las que una guerra, como las que disputaba el caudillo, podían suceder. La otra parte era la recreación de la vida temprana de Villa, sus inicios como bandolero y contrabandista, hasta su acenso a General.
Raul Walsh fue el encargado de dar vida al joven Pancho Villa. De esta película, actualmente solo se tienen fragmentos, y la mayoría del metraje se perdió al pasar los años. Sobre la filmación se dicen muchas cosas, de hecho, lo que tiene que ver con Pancho Villa parecer que tiene dos versiones. Por un lado, se habla de un militar férreo, intrépido y violento. Por otro lado se le reconoce como un líder que supo ganarse el respeto de su gente y un lugar en la historia gracias a sus triunfos.
Se dice que Pancho Villa también se comprometió a que las batallas que serían grabadas, se disputarían de 9 am a 5 pm, para favorecer la calidad de las tomas, y que cambió en varias ocasiones sus estrategias de ataque para fines artísticos de la película.
También es conocida la historia sobre su traje. Se dice que la productora le otorgó un uniforme para su aparición en la película, pues él no tenía mucho interés en eso, hasta que llegaron las cámaras y se despertó el interés de Villa por lucir bien frente a ellas.
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