En México hay un gran número de emprendedores y empresarios que han sabido destacar gracias a su habilidad para hacer negocios y para saber aprovechar las oportunidades que se le presentan en el momento adecuado.
Sin duda alguna, el magnate Carlos Slim, considerado el hombre más rico de México, es un ejemplo de ellos. Slim cuenta con una fortuna que asciende a USD 55,930 millones, según el último listado de la revista estadounidense especializada en temas financieros Forbes, quien posiciona a Slim en el número 16 entre las personas más acaudaladas del mundo.
Sin embargo, detrás de Slim, quien tiene orígenes libaneses, pues sus padres eran de aquel país asiático, hay otros empresarios que han sabido destacar. Uno de ellos, sin duda alguna, es su yerno, Arturo Elías Ayub, quien está casado con Johanna Slim Domit, hija de Carlos Slim.
Y es que Arturo Elías Ayub, quien ha estado al frente de algunas de las empresas más importantes de Slim, como Teléfonos de México (Telmex), es uno de los empresarios y emprendedores más populares del México. Esto gracias a su participación en el programa Shark Tank México, el cual es producido por el canal Sony.
Arturo Elías Ayub también es muy activo en sus redes sociales, lo que ha hecho que tenga una comunicación muy constante con sus seguidores. En sus redes, el empresario comparte momentos de su día a día, de du trabajo y con su familia.
En una entrevista hecha por Oswaldo Trava, conocido como Oso Trava, para su podcast Cracks, en donde suele entrevistar a las personalidades empresariales más importantes de México, Arturo Elías Ayub confiesa como fue que comenzó a trabajar en Telmex.
El empresario comienza explicando que esa fue la decisión más difícil de su vida, pues tenía entre 28 y 29 años, y “la verdad me estaba yendo no bien, muy muy muy bien, tenía el negocio de mi papá creciendo como rayo, tenía las franquicias de BlockBoster, tenía las franquicias tipo de conveniencia, que se llamaban AM/PM, y sí existen todavía, estaba muy metido en el tema de construcción de socio con mi hermano, habíamos construido los edificios de vivienda más grandes de la Ciudad de México, digamos, muy bien, y de repente me sale el ofrecimiento del ingeniero (Carlos Slim), y fue pensarlo mucho”.
Menciona que cuando Slim lo vio dudando sobre su decisión, se portó muy amable con él, al grado de ofrecerle no cerrar ninguno de sus negocios, sino que si tenía quien los manejara, probara por un lapso de seis meses. “Me dijo: entra a trabajar a Telmex y prueba seis meses, si no te gusta vete, así con la confianza que te estoy pidiendo que entres ahorita, con esa misma confianza tú me dices, oye no, me regreso, y llevó veintitantos años probando”, explica.
Dice que, hasta cierto nivel, a él le estaba yendo muy bien, pues ganaba buen dinero, pero “no estaba haciendo una diferencia para mi país, a lo mejor yo estaba dando, en ese entonces, contando las tiendas de telas, los BlockBoster, los AM/PM, a lo mejor 500 empleos, y a lo mejor con la construcción otros 500, pero cuando entras a un grupo empresarial, como Grupo Carso, que da 300,000 empleos y que ves que una decisión bien tomada puede hacer una diferencia en tu país, te enamoras de estar en ese lugar, sabes, es un lugar que no quieres dejar, y eso es lo que me pasó, entré a las grande, grandes ligas, y me di cuenta que ahí mi trabajo podía hacer una diferencia y por eso tomé una decisión después de esos seis meses y sigo ahí”, concluye.
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