La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) decomisó alrededor de 400 kilogramos de cocaína que fueron transportados en una aeronave desde Sudamérica y cuyo cargamento fue trasladado a un vehículo en Oaxaca.
De acuerdo con el reporte oficial, agentes del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos mantenían un procedimiento de vigilancia y protección del espacio aéreo nacional, cuando registraron la unidad aérea que volaba de forma ilícita. Pero después la perdieron del radar en inmediaciones de Arriaga, Chiapas.
“Inmediatamente se activaron fuerzas de reacción terrestres y aerotransportadas”, destacó la Sedena, al no registrar actividad de la unidad sospechosa.
Al desplegar un operativo, los agentes detectaron dos camionetas en movimiento cerca de la zona donde se había perdido el contacto. Los conductores de los vehículos, al notar la persecución militar, abandonaron uno de los autos y huyeron en el otro en la comunidad de San Pedro Tepanatepec, Oaxaca.
Tras una revisión se localizaron 400 paquetes de 1 kilogramo aproximadamente de cocaína en la caja de la camioneta.
Después, los soldados realizaron labores de reconocimiento y hallaron la segunda unidad utilizada por los presuntos delincuentes para darse a la fuga en los alrededores de la comunidad.
Apenas el 29 de noviembre pasado, agentes de la Sedena decomisaron 680 kilogramos de drogas sintéticas y 61 mil pastillas de fentanilo en dos acciones distintas en Baja California y Sonora.
De acuerdo con el reporte militar, el golpe de mayor magnitud fue en San Quintín, donde personal del Ejército localizó paquetes con 475 kilos de droga; mientras que en Caborca, los efectivos hallaron el resto de narcóticos, así como decenas de miles de opioides sintéticos comprimidos.
La dependencia federal explicó que los integrantes de una célula delincuencial decidieron cambiar su ruta para evadir a las autoridades, luego de que fuera instalado un retén en Querobabi.
Pero los soldados realizaron reconocimientos terrestres en vías alternas y dieron con la droga oculta entre la maleza de Caborca, empacada en 11 mochilas. Al interior contenían 200 kilos de metanfetamina, 61 mil pastillas de fentanilo, así como cinco kilogramos de cocaína.
Mientras que ese mismo día, pero en un camino de tercer orden del Rosario, en San Quintín, los agentes militares hallaron una camioneta con 48 paquetes. Tras un peso preliminar se cuantificaron 45 kilos de comprimidos de fentanilo, 274 kilos de cocaína, 157 kg de metanfetamina. Todo quedó asegurado junto con el auto.
“La droga asegurada fue puesta a disposición de las autoridades correspondientes, quedando pendiente el dictamen químico y peso oficial”, precisó la Sedena.
Una semana antes, el 22 del mismo mes, soldados incautaron 107 kilogramos de cocaína en un narcotaller de Culiacán, Sinaloa, donde se modificaban autos para transportar la droga.
Ese mismo día, en colaboración de la Fuerza Aérea Mexicana, agentes militares interceptaron una aeronave que transportaba más de 400 kilogramos de cocaína en el municipio de Chahuites, Oaxaca.
La avioneta, tipo Cessna C-183, con número de matrícula N3940, fue detectada por los radares del Sistema de Vigilancia Aérea (SIVA) y posteriormente interceptada en el poblado de Trejo, Chahuites, luego de que efectivos de las fuerzas armadas establecieran un cerco en la zona.
En su interior, las autoridades hallaron 13 costales que contenían 390 paquetes con polvo blanco, dando un peso total de 400 kilos.
Mientras que 24 horas antes, pero en Mexicali, Baja California, la Sedena interceptó otra aeronave cargada con más de 200 kilogramos de narcóticos valuados en 384 millones de pesos.
Según el reporte oficial, estas acciones fueron coordinadas por el Ejército y las Fuerza Aérea, luego de detectar otra avioneta tipo Cessna C-206, Matrícula XB-JWK, que había despegado de los Mochis, Sinaloa.
Pese a los grandes decomisos, los narcotraficantes no ven mermadas sus actividades ilícitas. Las autoridades no han indicado a qué facciones pertenecen los cargamentos, pero organizaciones del crimen transnacional como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) son los principales proveedores de narcóticos Estados Unidos, de acuerdo con datos de la Administración del Control de Drogas (DEA).
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