En México el Impuesto sobre Tenencia o Uso de Vehículos (ISTUV), o simplemente tenencia, es un impuesto patrimonial, es decir, un gravamen sobre el valor de la propiedad vehicular, el cual es determinado y recaudado exclusivamente por los gobiernos estatales.
De alcanzarse el potencial recaudatorio de la tenencia y otros ingresos vehiculares, la independencia fiscal promedio aumentaría de 10.6% a 14.7%. Cabe mencionar que la recaudación tributaria es la principal fuente de ingresos del gobierno, si esta es baja, limita la política fiscal que éste pueda ejercer y a su vez reduce la independencia fiscal, es decir, el porcentaje de recursos propios de los estados.
Esto impacta en el empleo de presupuesto destinado a la infraestructura o gasto en seguridad publica de los estados. Cabe señalar que los fondos del gasto federalizado han sufrido recortes, en 2020 cayó 7.7%, y de enero a septiembre de 2021 la caída anual ha sido de 1%. Además el promedio de ingresos propios en relación con los ingresos totales de los estados se incrementó de 8.2% en 2010 a sólo 10.6% en 2019.
De acuerdo con el informe, a partir de 2012, el cobro de tenencia comenzó a ser determinado y recaudado exclusivamente por los gobiernos estatales. Anteriormente existía un impuesto mixto federal-estatal, sin embargo se esperaba que al hacerlo únicamente estatal las entidades enfocarían esfuerzos para él cobro de la tenencia fortaleciendo la recaudación.
Si bien en 19 estados el mayor número de autos empujó al alza los ingresos vehiculares, sólo en cuatro la tasa de crecimiento de la recaudación de impuestos vehiculares fue superior al crecimiento del parque vehicular: Puebla, Coahuila, Durango y Baja California Sur.
A esto se le suman los13 estados que presentaron pérdidas en su recaudación, pese a aumentar su parque vehicular: Ciudad de México, Jalisco, Guerrero, Quintana Roo, Yucatán, Sonora, Tlaxcala, Baja California, Morelos, Aguascalientes, Campeche, Chiapas y Guanajuato.
Además de 2012 al 2019 ha habido una reducción de entidades federativas que tienen integrada en su legislación el impuesto sobre la tenencia puesto que en el 2012, 26 estados tenían integrado en su legislación el impuesto pero con el paso del tiempo algunas lo derogaron y pese a que otras lo han mantenido otorgan amplias exenciones y subsidios. De acuerdo con el mismo informe, en 2019 sólo 15 estados tenían vigente el cobro de tenencia.
En 2007 la tasa de crecimiento cayó a 4.5% y posteriormente se volvió negativa hasta llegar a -18.6% anual en 2011 (último año en que la Federación cobró la tenencia). Posterior al cambio exclusivamente estatal, pese a que el ingreso vehicular de los estados aumentó, el crecimiento de tal ingreso se rezagó frente al crecimiento del parque vehicular, con lo cual se observó una caída en el cobro de tenencia de 16.9%, compensada en parte por un aumento de 163% en el refrendo y 4.8% más cobro de otros derechos vehiculares.
De acuerdo con el informe de lograrse una coordinación entre Federación y estados que desemboque en el restablecimiento de la tendencia, y partiendo del parque vehicular de 2019, México Evalúa estima un potencial recaudatorio de ingresos vehiculares de 129,853 millones de pesos, un 159% (79,809 mdp) adicional a lo obtenido en 2019 (50,044 mdp).
Asimismo, la independencia fiscal –el porcentaje de recursos propios de los estados frente al total que incluye las transferencias federales– aumentaría de 10.8% a 14.9% dándole a los estados mayor capacidad para atender sus retos económicos y sociales particulares.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con datos del 2019, México recaudó a través de los impuestos 16.5% del PIB, apenas 0.4 puntos mayor al año previo. Con ello, queda entre los cinco últimos lugares de América Latina y el Caribe, que en promedio recaudan 22.9%, mientras que el promedio general de la OCDE es de una recaudación que equivale a 33.8% del PIB.
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