El centro de la Ciudad de México cuenta con varias de las pulquerías más destacadas, entre sus calles podemos encontrar lugares como: Las Duelistas, La Antigua Roma, Lucero de mis noches, La hermosa hortensia, entre otras más.
Sin embargo, una de las más emblemáticas es la pulquería La risa, pues ha sido uno de los lugares más antiguos que se han encargado de continuar con la tradición del consumo de pulque entre la sociedad capitalina. Mantiene el título de ser una de las más antiguas de la Ciudad.
Fue inaugurada en 1903 y actualmente es administrada por uno de los nietos del fundador, Eduardo Albert. Su abuelo era originario de Tlaxcala y disfrutaba el arte de la preparación del pulque. De hecho, la bebida que se sirve en este lugar viene de Nanacamilpa, Tlaxcala.
Se ubican en el Centro Histórico de la capital, en la calle Mesones #71. El lugar no es muy grande, pero sin duda, sus paredes conservan miles de memorias pasadas que hacen que el pulque tenga un toque más histórico.
En el lugar puedes degustar tu bebida en tarro, jarra, litro o cubeta. Además, encontrarás una amplia variedad de curados y pulque natural.
Historia del pulque
Existen diversas bebidas únicas en el país como el mezcal, pozol, sotol, bacanora, el colonche, el licor de sisal, entre otras, sin embargo, el pulque es una de las más destacadas y milenarias del territorio mexicano. Forma parte las muchas herencias emblemáticas que dejó el México prehispánico.
Según la mitología de la cultura mexica, la invención de este elixir se le atribuye a la diosa del Maguey Mayahuel. Una joven muy bella que fue inmortalizada porque encontró la fuente de aguamiel en el maguey y la técnica para obtenerlo. Según el arqueólogo Salvador Mateos Higuera, la técnica fue perfeccionada después por las distintas comunidades precolombinas.
Como dios del pulque se encuentra Pahtécatl, quien también fue considerado como el dios de las medicinas y descubridor del peyote. Él contrajo matrimonio con Mayahuel y tuvieron como hijos a los 400 dioses menores del pulque y de la embriaguez llamados Centzon Totochtin.
El nombre del pulque no siempre ha sido el mismo, ya que tiempo atrás, existieron otras formas de nombrarlo. Según estudios de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), en el idioma náhuatl se llegó a llamar necuhtli (pulque suave), octli (bebida ofrecida a los dioses), teoctli (bebida divina) y tlaloctli (vino de la tierra). Variaba según la cultura y la región.
De acuerdo con datos del investigador Mario Ramírez Rancaño, durante el siglo XIX, el 94% de las personas que consumían bebidas alcohólicas, preferían el pulque. El reinado de este líquido fue tal, que con el fin de eliminarla como competencia, la industria cervecera y la Iglesia comenzaron a difundir mitos negativos respecto a su elaboración. De esa forma, lograron que el consumo se fuera reduciendo.
La elaboración se realiza con la fermentación del corazón del maguey. Esto se logra haciendo un hoyo en el centro del maguey que posteriormente debe ser raspado para extraer el aguamiel. Antes, al aguamiel recién extraído se le decía nécuatl o tlachiqui.
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