Cuál es la leyenda de la temida calle de Don Juan Manuel

Hoy es la transitada República de Uruguay pero en la Nueva España era fuente de temor para sus habitantes

Guardar
Fachada de la casa de
Fachada de la casa de Don Juan Manuel (Foto: Dominio público)

Durante las noches, la gente de la Nueva España caminaba con el Cristo en la boca tratando de calmarse y observar que nadie, bajo ninguna circunstancia, le pidiera la hora. De ser así, sabían que eso sería lo último que escucharían y verían antes de caer muertos a manos de un espectro terrible.

Esta leyenda es la de Don Juan Manuel cuya calle, ahora nombrada República de Uruguay, era temida por todos los novohispanos ya que quedó marcada por el que posiblemente fue el primer asesino serial de México.

La verdad es que Don Juan Manuel se llamaba Juan Manuel de Solórzano y existió en la vida real y era un caballero de clase alta, gran amigo del virrey razón por la cual ganó la enemistad de otros políticos de la época. Y sí, la calle también estuvo marcada por la violencia y la sangre que vertió Juan Manuel. Sin embargo, parafraseando a Luis González Obregón, hay gran diferencia entre lo que se cuenta y lo que sucedió realmente.

La calle también tiene presencia en el Libro Rojo, una colaboración entre Manuel Payno y Vicente Riva Palacio el cual es una compilación de sucesos violentos en México en los que se trata también la Calle de Don Juan Manuel.

Luis González Obregón escribió en
Luis González Obregón escribió en su libro Calles de México acerca de la leyenda de Don Juan Manuel (foto: Mediateca INAH)

La casa de la calle en la que vivía Juan Manuel estaba rodeada de construcciones bajas, de adobe, pobres y de un solo piso. Pero entre ellas se alzaba una de mayor esplendor, encercada y de varios solares que eran propiedad de Don Juan Manuel. Hombre de gran riqueza que por las noches visitaba al virrey de turno y cuya casa se encontraba cerca.

De acuerdo con lo que cuenta González Obregón en las Calles de México, Manuel llegó con la comitiva del virrey Diego Fernández de Córdoba, marqués de Guadalcázar en 1623. Era natural de Burgos y de gran riqueza que se codeaba con la alta sociedad y la cúpula política, respetado durante el reino del virrey Lope Díaz de Armendáriz marqués de Cadereita.

Era tal la amistad con el virrey que a la llegada de doña Ana Porcel de Velasco, que tenía el favor del virrey, es acogida por el noble para complacer a Cadereita.

Manuel Payno fue un escritor
Manuel Payno fue un escritor que junto con Vicente Riva Palacio escribió el Libro Rojo (Foto: Twitter/@HistoriayDatos)

Se casó con Doña Mariana de Laguna en 1636, quien era de excepcional belleza. Payno nos dice que era una persona muy caritativa, que daba dinero a los pobres de las cercanías, que en algún momento regaló 5 mil pesos a las hijas de una madre que le suplicaba les ayudara. Sin embargo, se decía a su vez que era muy celoso y nunca dejaba salir a su esposa de la casa ni recibía visitas de nadie más que su confesor.

Pero en 1640, es arrestado por el Alcalde del Crimen Francisco Vélez de Pereira, quien tenía un amorío con Mariana de Laguna. Se entera de esto en la cárcel y tras salir ayudado por un amigo suyo que pagó su libertad, fue en busca de los infieles y asesinó a Pereira. Obregón destaca que en realidad “la esposa no fue tan culpable, pues el Vélez de Pereira le había ofrecido la libertad de D. Juan Manuel, y ella vacilaba entre su deshonra y salvar a su marido”.

Se trató de salvar de la condena a Manuel, sin embargo en 1641 apareció colgado y atribuyeron la ejecución a los ángeles.

La leyenda, en cambio, cuenta que Don Juan Manuel había realizado un pacto con el diablo, debido a sus celos, para que le indicara la identidad del amante: “Salía todas las noches de su casa embozado hasta los ojos y con un agudo puñal desnudo en la mano” y a quien veía atribuía la responsabilidad. “¿a qué horas son? Las once, contestaba inocentemente el transeúnte. Dichoso tú que sabes la hora en que mueres”.

El asesino se presentaba en
El asesino se presentaba en la noche pidiendo la hora y cuando le contestaban, les decía que esa sería la hora de su muerte antes de apuñalarlos (Foto: Mediateca INAH)

Las versiones de Payno y Obregón difieren un poco: con Obregón, Juan Manuel comienza a arrepentirse al asesinar a su sobrino y con Payno es más un asesino sin ninguna clase de remordimiento. Pero convergen en que el rico caballero fue victima de los celos y de las ambiciones políticas de terceros.

De hecho Payno menciona que la historia la conoció por otra persona que aseveraba los miembros de la Audiencia dejaron la versión del mito del diablo y la horca de los ángeles para librarse de responsabilidades. A pesar de ello, las leyendas por su caracter más pintoresco hacen que las historias, aún alteradas, sobrevivan al tiempo transcurrido.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar