Seguro alguna vez has escuchado a alguien decir la palabra ñoño, o incluso la has utilizado para hablar acerca de algo o alguien. Y si nunca lo has hecho, entonces recordarás al personaje de uno de los programas mexicanos más conocidos: El chavo del 8.
Se trata de una palabra muy polémica que ha sido usada de forma común en la sociedad latinoamericana: ñoño. Según la Real Academia Española (RAE), esta palabra proviene del latín nonnus que significa anciano y puede tener tres significados.
El primero se refiere a una cosa que es sosa o de poca sustancia; el segundo es para referirse a una persona de poco ingenio y finalmente, el tercero (con significado en desuso) para hablar de algo caduco.
El significado también ha sido trabajada por el Diccionario del español de México del COLMEX, ellos definen la palabra como algo que es cursi, bobo, “añiñado” o muy apegado a sus deberes. Cabe destacar, que el significado cambia en los distintos países de América Latina.
En Argentina, Colombia y Ecuador, la palabra se refiere a una persona que es nerd porque sólo se dedica a estudiar y, por tanto, no tiene vida social, es aburrida y tímida. En Chile se le da una connotación muy similar, pero se ocupa más para describir a las y los que suelen pasar mucho tiempo jugando videojuegos.
En Puerto Rico y República Dominicana se utiliza para nombrar a las y los niños que son muy llorones y berrinchudos. En Costa Rica toma una connotación distinta, pues con esa palabra se describe a personas que son muy empalagosas y sentimentales. Curiosamente (a propósito de lo mencionado al principio) en Paraguay se transforma completamente el significado, ya que se usa para nombrar a una botella grande de cerveza.
Existen muchas formas de comunicarnos, y sin duda, las palabras juegan un papel central en nuestras actividades de la vida cotidiana. Éstas son las herramientas que utilizamos para describir y acercarnos a nuestra realidad.
La diferencia en el significado se debe a todas las cuestiones que intervienen en el uso del lenguaje. Lo principal es que éste le pertenece a las y los hablantes, y como a la sociedad le encanta cambiar las cosas, las palabras se encuentran en constante actualización.
El lingüista suizo Ferdinand de Saussure decía que una de las características del lenguaje es que es mutable, es decir, la sociedad le va imponiendo nuevas reglas y se van implementando y normalizando a través del tiempo; aunque ojo, esto no quiere decir que los idiomas puedan ser modificados todo el tiempo y de forma arbitraria, pues para que una palabra cambie, se requiere de un proceso justificado y compartido socialmente.
Lo que sí es un hecho, es que si existe este proceso, el significado de las palabras se altera o incluso, se agregan nuevos conceptos para comunicarnos, aunque esta modificación se dé sólo en ciertos grupos o regiones.
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