Apenas 30 minutos tardaron en liberar a nueve reos que se encontraban en el Centro de Readaptación Social de Tula, Hidalgo. La fuga, a cargo de siete hombres, ocurrió por la puerta principal del penal.
Para el escape, capturado por las cámaras de seguridad del lugar, los sujetos armados utilizaron una tanqueta, modificada para poder derribar las rejas y puertas del sitio. Según las imágenes reveladas en redes sociales, se muestra a los sicarios armados con rifles AR-15, abordo de la camioneta tumbar las vallas del penal. El último obstáculo, antes de conseguir la libertad, eran los custodios que vigilaban la celda de su objetivo principal: José Artemio Maldonado Mejía, el Michoacano, y a quienes lograron sortear con un tiroteo.
Una camioneta Jeep Grand Cherokee ya los esperaba a la salida. Del sitio pudieron escapar al menos nueve sicarios entre los que destacan el Michoacano y su hermano Mariano Maldonado, alias el M1. En su huida, el comando dejó ponchallantas en la carretera, además dos unidades fueron detonadas cerca del hospital regional Tula-Tepeji, y uno más incendiado en la colonia El Llano, cerca de las inmediaciones del penal.
De esta manera escaparon los presuntos líderes del grupo criminal Pueblos Unidos, sobre los que pesa una carpeta de investigación por los delitos de delincuencia organizada.
En 2018, el grupo armado Pueblos Unidos entró en el radar de las autoridades; sin embargo, las operaciones delictivas de sus líderes datan de años más atrás. La organización monopolizó los delitos de robo de combustible, secuestro y extorsión en los estados de Hidalgo, Michoacán, Querétaro y Estado de México.
Pueblos Unidos operó bajo la cabeza de José Artemio Maldonado Mejía, el Michoacano, quien antes ya formaba parte de otras células delictivas lideradas por sus hermanos. De acuerdo con informes de inteligencia , el Michoacano tenía su base de operaciones en la localidad La Loma, en el municipio de Tepetitlán, conocido también como uno de los corredores del robo de combustible pues conectan al menos 36 municipios.
El pasado 28 de junio, el Michoacano lanzó un video en el que amenazaba a las autoridades estatales y criminales rivales. En la grabación aparecía el presunto cabecilla junto a nueve sujetos encapuchados portando armas largas. Para entonces, el secretario de Seguridad Pública del estado desestimó la capacidad de fuego del grupo criminal.
“No es ningún cártel de las drogas, son grupitos pequeños, muy regionales”, expresó.
El seguimiento del caso evidenció un segundo video de Pueblos Unidos en el que seis presuntos sicarios de la organización se dijeron representantes de Tula, Anaya, La Loma, Tepetitlán, Santa Ana Ahuehuepan y San Francisco.
Además aseguraron una supuesta alianza entre el titular de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo y el Cártel de la Ministerial, dedicado al huachicoleo.
El 26 de noviembre, el Michoacano fue capturado por las autoridades en Texcoco, Estado de México, de donde lo trasladaron al Centro de Readaptación Social de Tula, Hidalgo.
El escape ha puesto en aprietos a la administración del gobernador Omar Fayad. Los expertos han indicado que presos del fuero federal no deberían de estar en cárceles de este tipo.
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