En tres años del presidente Andrés Manuel López Obrador, las autoridades federales han registrado un aumento del 452% en decomisos de fentanilo y arrestado a 2,553 presuntos criminales relacionados con los principales cárteles que operan en México.
Según datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, las Fuerzas Armadas aseguraron alrededor de 3 mil 86 kilogramos del opioide sintético desde el 1 de diciembre de 2018 al 30 de noviembre de 2021. Tan solo en 11 meses de este año ya se ha superado la cantidad decomisada en 2020.
Rosa Icela Rodríguez, titular de la dependencia, precisó que de las personas aseguradas, al menos 879 son objetivos prioritarios y generadores de violencia, dados sus nexos con el Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel del Golfo, Cártel Santa Rosa de Lima, Guerreros Unidos, los Rojos y los Viagras, entre otros.
“No sólo se persigue a los objetivos criminales generadores de violencia, sino también se afecta su estructura delincuencial, mediante la incautación de sus bienes y recursos”, apuntó la secretaria ante la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputados.
De ahí que la Unidad de Inteligencia Financiera bloqueó 44 mil 603 cuentas bancarias vinculadas con el crimen organizado y aseguró 13 mil 638 millones de pesos, hasta la mitad del sexenio de López Obrador.
Agregó que las tres toneladas de fentanilo no se comparan a las decenas de miles de kilogramos de marihuana, pero los opioides sintéticos son las sustancias con mayor impacto en la salud pública y con mayores márgenes de ganancia para la delincuencia.
“Un kilo de marihuana puede producirse en 5 o 6 meses y venderse a un precio de 50 dólares en México y de hasta 160 dólares, por kilo, en Los Ángeles. En tanto que producir un kilo de fentanilo tarda dos horas, con un valor de 5 mil dólares en México y 200 mil dólares en Estados Unidos.
“Es decir, el crimen organizado obtiene por un kilo de marihuana una ganancia de 110 dólares y la misma cantidad de fentanilo les reditúa ingresos hasta de 195 mil dólares, en tiempo récord.”
De ahí que es indispensable la cooperación con el gobierno de Joe Biden, porque allá se vive una crisis de salud pública por el incremento de muertes por consumo y sobredosis de drogas, especialmente por fentanilo.
Mientras que en México, parte de los homicidios dolosos están ligados al tráfico de drogas al norte y el comercio ilícito de armas hacia el sur, por lo que a ambas partes deben atender el problema de raíz.
“Los mexicanos no queremos cooperación para la guerra, queremos cooperación para la paz y el desarrollo”, precisó sobre el Entendimiento Bicentenario suscrito entre México y Estados Unidos en octubre pasado.
Cuando la secretaria de Seguridad hizo uso de la tribuna asumió, desde un principio, que sería sujeta a críticas severas por parte de los legisladores en San Lázaro, por lo que explicó que la crítica siempre será parte de la democracia.
Insistió en que para garantizar la paz en la república se debe de trabajar en conjunto por los tres poderes en los tres niveles de gobierno, para sumarse a la lucha contra la delincuencia, la corrupción y la impunidad.
En consecuencia, la militancia adscrita a la coalición Va por México (PRI-PAN-PRD) condenó los resultados de la campaña contra la inseguridad promovida por la administración federal actual.
En su réplica, recordó diversos actos de violencia en varias entidades del país y, dijo, la actual administración no se ha ocupado de estos acontecimientos que reflejan la cruda realidad y la ola de violencia que atraviesa México.
Rosa Icela Rodríguez afirmó que el uso de la inteligencia para la atención y prevención de delitos resulta fundamental y, por ello, los grupos operativos trabajan en zonas estratégicas a fin de lograr las detenciones que son prioritarias en temas de seguridad. Además, apuntó que en estas labores no se usa la fuerza contra la población.
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