Cuál es el origen de la palabra “órale”

Es usada para diferentes expresiones coloquiales en México y aparece en texto de “La región más transparente” de Carlos Fuentes

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En el libro "La región más transparente" de Carlos Fuentes, la palabra órale aparece en varias oraciones. 
(FOTO: ISAAC ESQUIVEL/CUARTOSCURO.COM)
En el libro "La región más transparente" de Carlos Fuentes, la palabra órale aparece en varias oraciones. (FOTO: ISAAC ESQUIVEL/CUARTOSCURO.COM)

La palabra órale que se usa coloquialmente en México para diferentes expresiones puede demostrar admiración, es utilizada para estimular a alguien; para aceptar una propuesta o para llamar la atención cuando una persona interrumpe.

En el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) la definen como un adjetivo mexicano para referirse a muy agradable, lindo o bueno, deriva de transformar la palabra ahora más el sufijo le, pero en lugar de enunciar “ahorale” se acorta a órale.

La palabra órale es de origen español, es una interjección coloquial que también es usada en Guatemala, El Salvador y en Honduras.

El primer registro de la palabra órale se remonta a unos escritos de los anales de la Corona de Aragón. (Foto: Ateneo Mercantil de Valencia)
El primer registro de la palabra órale se remonta a unos escritos de los anales de la Corona de Aragón. (Foto: Ateneo Mercantil de Valencia)

Órale está entre los mexicanismos usados con más frecuencia, algunos otros son ¡aguas!, ahorita, fresa y mande. En los registros del Corpus Diacrónico del Español de la Real Academia de la Lengua que es “un corpus textual de todas las épocas y lugares en que se habló español, desde los inicios del idioma hasta el año 1974″, la primera vez que apareció la palabra órale se remonta al año de 1562 en unos Anales de la Corona de Aragón. En dicho texto dice los siguiente:

“Concordia entre él y el rey de Aragón por ser tío de doña María Fernández de Luna, mujer de don Juan Alonso de Haro señor de los Cameros, a quien él había mandado matar en Ausejo. Y también el infante don Pedro de Aragón pretendía, como tutor, tener absolutamente el gobierno del rey, y órale gran competidor el arzobispo por su casa y autoridad y por el lugar que ya tenía desde el tiempo del rey don Alonso”.

Los registros posteriores son del uso de la palabra en México, como en el libro de la La región más transparente de Carlos Fuentes en el año de 1958: “— Órale, Gabriel. El señor es jalador”. Y de ese texto el autor la uso más de una vez: “Órale, hoy no hicimos mucho y no hay para el camión. Ándale, te regalo un taco en la esquina.”

La expresión órale también es usada en memes para expresar que algo está bien o que ya no se requiere hablar del tema: a manera de "dar el avión". (Foto: Especial)
La expresión órale también es usada en memes para expresar que algo está bien o que ya no se requiere hablar del tema: a manera de "dar el avión". (Foto: Especial)

Posteriormente, los registros que tiene en el corpus textual son en México en el año de 1973, en el libro El tamaño del infierno del autor Arturo Azuela: “¡Órale, primazo!, no rebuznes, mira que al holgazán que se nos quede a la retaguardia le vamos a dar una pamba de órdago...”.

Después del texto de Carlos Fuentes en 1958, la palabra órale se sigue utilizando con diferentes connotaciones; en nuestro país en el registro del corpus del español predomina el uso de órale en los textos en comparación de España y de Estados Unidos.

Ejemplos de cómo se usa la palabra órale.

La Academia Mexicana de la Lengua le da cuatro acepciones a la palabra órale: sorpresa, aceptación, exhortación e interrupción. Dentro del diccionario del español de México del COLMEX plantean los siguientes ejemplos de su uso:

* Expresión que se usa para estimular a alguien a hacer algo: “¡Órale, a trabajar!”, “¡Órale, que ya es hora!”, “Vamos a darle, ¡órale!”, “¡Órale, perros, váyanse pa’ fuera!”.

* Expresión con que se acepta algo: “—¿Nos echamos unos tacos en la esquina? —¡Órale!”.

* Expresión que indica sorpresa: “¡Órale, qué loco está ese cuate!”, “¿Sacaste diez? ¡Órale!”.

* Expresión con que se llama la atención de alguien para que interrumpa lo que está haciendo: “¡Órale, no te mandes, carnal!”, “¡Órale, órale, señorita!; si no compra no mallugue”.

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