El secretario de Salud del Estado, Antonio Martínez García, informó sobre el fallecimiento de Pedro Bolaños Santos de 43 años de edad, la quinta víctima mortal a causa de las explosiones derivadas por una toma clandestina de gas LP en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán en Puebla.
Bolaños Santos estuvo intubado durante 10 días, tras presentar complicaciones por las quemaduras que sufrió en el 30 por ciento de su cuerpo.
En conferencia de prensa, el funcionario precisó que el hombre padeció neumonía mientras se encontraba en el hospital. Este fallecimiento se dio 20 días después de la notificación de la cuarta víctima mortal.
Hasta el momento, continúan hospitalizadas cuatro personas de las 17 que resultaron heridas, entre ellas, un menor que se reporta como grave en la Unidad de Quemados del Hospital del Niño Poblano.
Asimismo, los pobladores de la zona afectada, donde la explosión dejó un saldo de más de 50 viviendas destruidas, se manifestaron en Xochimehuacán contra los planes de reubicación que les ha propuesto tanto el gobierno estatal y municipal.
Entre las exigencias de los vecinos, está la reconstrucción de las viviendas en la misma zona, a pesar de que la mayoría tenían un situación irregular sobre los derechos de vía de Pemex.
Por otra parte, fueron de alta dos pacientes, Édgar, de 19 años, con 24 por ciento de quemaduras en su cuerpo y Carlos, de 23 años, con quemaduras en el 27 por ciento.
Fue en la madrugada del domingo 31 de octubre cuando se registraron tres explosiones de gran magnitud en la localidad, ocasionadas por una toma clandestina para robar combustible.
Las deflagraciones afectaron a 17 personas y dejaron graves destrozos en más de 50 viviendas. Durante los hechos se evacuaron a 2 mil personas.
La primera llamada se registró a la 01:34 de la madrugada del domingo. A esa hora, un vecino de la ciudad de Puebla contactó al 911 para denunciar un fuerte olor a gas en la zona de San Pablo Xochimehuacán, donde había aparecido también una misteriosa “nube blanca”.
Sólo minutos más tarde, las autoridades se presentaron en el lugar y confirmaron el peor escenario: detectaron una fuga de gas LP, procedente de una toma clandestina.
A contrarreloj, con el tiempo jugando en su contra, cuerpos de emergencias de los tres niveles del gobierno comenzaron las evacuaciones ante una posible explosión. Primero, movilizaron a las personas que se situaban a unos 300 metros de la fuga.
Después, a la población que se situaba a 500 metros y por último ampliaron el radio a un kilómetro a la redonda. En esa fase del operativo se encontraban las autoridades cuando se registró la primera detonación.
Javier González del Villar, director de Pemex Logística, denunció que la explosión por fuga de gas LP en San Pablo Xochimehuacan, Puebla, fue provocada por una pipa de la empresa Hidro Gas: presuntamente, la pipa estaba conectada a una toma clandestina para cargar y llenar su tanque, denunció González del Villar.
En conferencia de prensa, el directivo advirtió que este tipo de prácticas son una constante en juntas auxiliares y colonias de Puebla capital como San Martín Texmelucan, San Matías Tlalancaleca y Tepeac: “En estas localidades los autotanques van, se conectan al tubo, cargan y salen fácilmente hacia las vialidades para vender el hidrocarburo robado al día siguiente”, mencionó.
Ante esta constante, el gobernador del estado, Miguel Barbosa solicitó la intervención de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Agencia de Seguridad Ambiental (ASEA) para que revisen todos los permisos que otorgan a las empresas gaseras en Puebla, y que se pueda comprobar la manera en que obtienen su producto.
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