Emma Coronel Aispuro, esposa de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, es un paradigma en el mundo del narcotráfico, luego de que decidió declararse culpable por colaborar con el Cártel de Sinaloa y sentó un precedente en las altas esferas criminales.
En opinión de Anabel Hernández, quien ha entrevistado a la ex modelo en múltiples ocasiones, Coronel Aispuro creció en el mundo de los narcos hasta volverse una pieza clave de la organización. Al recibir su sentencia de 38 meses en la Corte del Distrito de Columbia, la mujer de 32 años pidió perdón y aceptó sus errores.
“Ella es, hasta este momento, en toda la historia del narcotráfico en México, la única mujer esposa, de un miembro de la cúpula de una organización de tráfico de drogas que es procesada y se declara culpable ante alguna corte”, dijo la periodista a Infobae México.
La procedente de Canelas, Durango, bien pudo no aceptar los cargos y manifestar su inocencia hasta las instancias de un juicio. Pero prefirió reconocer sus responsabilidades, según un acuerdo firmado en junio pasado.
“Este simple hecho, ya sea voluntariamente porque está cooperando, o sea porque no le quedó de otro remedio, etcétera, etcétera, no importa cual sea la razón, el hecho de que Emma Coronel se haya declarado culpable, rompe el paradigma y abre la posibilidad de que estas mujeres pueden romper con el pacto patriarcal machista del crimen organizado”, aseveró Anabel Hernández.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la esposa del Chapo Guzmán pasará tres años encerrada y se prevé que salga a inicios de 2024. Aceptó tres cargos relacionados con narcotráfico internacional, lavado de dinero y una infracción a la Ley Kingping sobre cabecillas designados.
Será supervisada cuatro años más luego de que recupere su libertad y además le serán decomisados un millón 499 mil 970 dólares que representan el producto y la propiedad obtenidos como resultado de sus actividades de tráfico de drogas.
Emma Coronel Aispuro fue absorbida por el líder del Cártel de Sinaloa como parte de su colección de mujeres. Para ese entonces, Guzmán Loera rondaba los 50 años y la elegida como su novia apenas era una adolescente de 17. Se casaron cuando ella cumplió la mayoría de edad en una fiesta en la sierra duranguense en 2007.
“Comienza siendo una niña en esta organización criminal y termina convirtiéndose en mujer, procreando, reproduciendo de una manera bastante dramática el ciclo criminal”, añadió la reportera.
La hija de Inés Coronel y Blanca Estela Aispuro no tiene sino el reconocimiento mediático como pareja del Chapo Guzmán.
Su boda fue ante la Iglesia Católica, pero el líder narcotraficante solo tiene un acta de matrimonio reconocida con Alejandrina Salazar, madre de Iván Archivaldo y Alfredo, ubicados como actuales líderes en el Cártel de Sinaloa junto con su hermanastro, Ovidio Guzmán López.
Cuando se revelaron las acusaciones en su contra, en febrero de este año, se le acusó de ayudar a su esposo para enviar toneladas de drogas a Estados Unidos desde que se casó con él.
Pero luego de un proceso de negociaciones, las penas abarcaron de 2011 a 2017, año en que el Chapo Guzmán fue extraditado para enfrentar su juicio en la Corte del Distrito Este de Nueva York, donde lo condenaron a cadena perpetua.
Coronel Aispuro aceptó que recibió dinero de su esposo, además, que vivía, poseía y controlaba residencias pagadas por el líder del Cártel de Sinaloa. También obtenía rentas de propiedades y negocios financiados con recursos del narcotráfico. Controlaba gran cantidad de bienes. Sabía el origen de eso y que su marido era un capo poderoso.
En una declaración de hechos publicada por las autoridades norteamericanas se describen complicidades de una mujer beneficiada durante 14 años con ganancias ilícitas, producto de la venta de drogas.
Aunque también se da cuenta de alguien que recibió órdenes, tuvo reuniones con criminales de jerarquía, sobornó a funcionarios corruptos y estaba consciente de su papel dentro de la organización delictiva transnacional.
Por otra parte, se vislumbra a una persona que selló su destino al casarse con el Chapo Guzmán. El matrimonio no solo representó una adquisición de estatus entre familias de narcos, sino mejores negocios para el padre y hermanos de Emma Coronel, según acusaciones en México.
Al reconocer qué papel jugó, incluso en la fuga del líder del Cártel de Sinaloa en 2015, mostró la intimidad de las operaciones de grupos criminales. En ese ámbito hay mujeres que son objetos de placer, pero también, aquellas mensajeras o conciliadoras.
La defensa de Emma Coronel ha dicho a este medio que ahora ella solo piensa en sus hijas. Al comparecer ante el juez Rudolph Contreras este 30 de noviembre, pidió que el castigo no fuera severo por ser pareja de un líder delincuencial y no dejar que sus gemelas crezcan sin su madre. Así se le concedió en espera de que críe a las pequeñas en otro ambiente.
Anabel Hernández considera que el caso de la ex reina de belleza puede servir como una invitación para que otras señoras del narco se desliguen del sistema machista en que viven inmersas por disposiciones de jefes de la droga. Si bien acceden al glamur y los lujos, ellas también enfrentan violencias como el resto de inocentes que son asesinadas para aceitar el negocio del crimen organizado.
“Es responsabilidad de las mujeres mexicanas cambiar este esquema machista, no reproducir, y una manera de cambiarlo es rompiendo el silencio”.
Aunque eso sería deseable, también cabe apuntar que los peligros por traiciones al interior de cárteles van desde perder la vida o que se atente contra familias enteras. No es menor el riesgo, pero sí es una explicación fundamental para comprender por qué se prefiere callar.
Aquellas que se revelen, ahora pueden tener una modelo en la esposa del Chapo Guzmán. Pues también se ha especulado que, en comparación con el cálculo de 14 años como pena máxima, pudo ofrecer información del Cártel de Sinaloa para ser beneficiada.
Sin embargo, no contaba con antecedentes, ahorró recursos de un juicio y solo era una pieza en el engranaje de la organización del crimen transnacional, según apuntó el fiscal Anthony Nardozzi. El juez Contreras consideró que, de todas formas ni con el Chapo en prisión se legró afectar a su grupo criminal de manera efectiva, de ahí que otros cabecillas lo podrían reemplazar a diferencia de su esposa.
De las riquezas y viajes exhibidos en redes sociales, Emma Coronel solo espera volver a reunirse con Emali Guadalupe y María Joaquina, cuando las niñas estén por cumplir 15 años, casi la misma edad que ella tenía la vez que el Chapo Guzmán se obsesionó con poseerla como una más e involucrarla en el mundo criminal.
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